Capítulo Cuarenta Y Seis

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NARRA THEO

-Bien... Yo... Lo lamento, Theo. Creo que mejor debí preguntar antes... -Dijo el padre del menor con una pequeña sonrisa.- Te veo para el desayuno, o eso espero, siete treinta puntual. -Sin decir más, Robert entró a la casa dejándonos a ambos fuera.

-Lo siento amor, yo no creí que... Sólo supuse que... -Suspiré bajo y lo miré a los ojos con arrepentimiento.- Lo lamento mucho...

-No tienes que disculparte, Theo. Yo hubiera hecho un escándalo más grande si hubiera sido al revés. -Contestó alegre y con un leve sonrojo en su mejilla.

-Así que... ¿Aún puedo venir a desayunar mañana contigo? -Pregunté con una sonrisa.

-Claro que sí, tonto... -Murmuró acercándose a mí de forma coqueta.

-Con que... ¿Practicabas para mí, guapo? -Indagué mientras le rodeaba suavemente la cintura con mus brazos. Definitivamente Liam Dunbar era una caja de sorpresas.

-Díselo a alguien y te asesinaré. -Aseguró con seriedad posando sus manos en mi pecho.

-¿Decirle qué a quién? -Bromeé con una sonrisa depositando un suave y tierno beso en sus labios.- Te amo tanto, pequeña bomba -Comenté con una sonrisa apoyando mi frente contra la suya.- ¿Seguirás amándome mañana?

-Toda mi vida, mi rey. -Asintió sonriente dándome otro beso en los labios.- Que tengas dulces sueños, Theo...

-Tú también, Li... Te veo mañana... -Volví a besarlo, él era mi mayor adicción.- Te amo con todo mi corazón, te diría alma, pero creo que no tengo. -Bromeé sacándole una fuerte carcajada y consiguiendo el abrazo más hermoso de todo el universo y todos los tiempos.

-Te amo, mi cielo... Descansa y deja de decir tonterías... -Suspiró separándose de mí con lentitud.

-Si el simple hecho de que yo diga tonterías te hace reír, jamás dejaré de hacerlo. Tu risa es la melodía más hermosa que han escuchado mis oídos. -Susurré con alegría.

-Hoy estás muy poético y romántico, ¿Lo sabes?

-Tú me pones así... Y de otras maneras que no vienen al caso. -Susurré bajo sin poder contener mi risa.- Descansa, amor mío.

-Tú también, avísame cuando llegues. 

-Lo haré, no te preocupes. -Sonreí y me volteé para poder irme, si me quedaba dos minutos más se me haría muy difícil alejarme de él. Comencé a caminar pero unos brazos me detuvieron, di la vuelta para poder sentir esos cálidos labios nuevamente sobre los míos.

-Adiós...

-Adiós lindura...

¿Fue la despedida más larga y cursi del mundo? Sí. ¿Disfruté cada maldito segundo de ella? Sin dudas. Una vez que el menor entró a su casa, yo me dispuse a ir hacia la mía. En el camino choqué contra un chico, era más bajo que yo y traía una capucha. Mis padres me enseñaron educación así que me detuve a disculparme.

-Lo lamento, no te vi. ¿Estás bien? -Pregunté con amabilidad, el chico levantó la mirada con un poco de molestia en su rostro.

-¿Tú? ¿Disculpándote? Eso es algo nuevo. -Bufó en voz relativamente baja.

-Em... ¿Supongo? -Contesté confundido para luego intentar comenzar a caminar, pero el joven me tomó con fuerza del brazo haciéndome voltear hacia él.- ¿Qué sucede?

-No tienes ni idea de quien soy, y eso que me has molestado más de una vez... 

Gruñó con enojo quitándose la capucha dejándome ver su rostro. Era Nolan, un chico que siempre intentaba conquistar a Liam, pero yo me interponía por miedo a que el menor le correspondiera a él y no a mí, realmente me había comportado muy mal con él. Suspiré bajo soltándome suavemente de su agarre sin dejar de mirarlo, tenía algo extraño en su mirada, algo que podía aterrar a cualquiera, pero no a mí.

-Nolan, lamento haberme comportado como un gran idiota contigo, no te lo merecías, lo sé... No tengo una excusa, simplemente actúe mal y si quieres odiarme, estás en todo tu derecho. -Comencé a decir con lentitud mientras daba un paso hacia atrás y lo examinaba cuidadosamente, algo me decía que no podía confiar en él.

-Olvídalo, Raeken. Sé que sólo eres un imbécil, que pena que Liam te esté usando. Te lo mereces, pero igual me das lástima. -Comentó el enano con una cínica sonrisa en su rostro, algo dentro de mí se removió. Liam no sería capaz de hacerme algo así, ¿Cierto?

-¿Estás molesto porque él te ignoró a ti para salir conmigo? -Indagué fingiendo una amplia sonrisa de egocentrismo, aunque por dentro me estaba derrumbando.

-Piensa lo que quieras, ya verás. Él comenzará a alejarse de a poco, no te contestará las llamadas, ni los mensajes y luego dirá "Lo lamento, estaba ocupado" pero no te dirá en que. Luego pasará más tiempo con sus amigos que contigo. Y por último, adiós Theo, hola soltería. -Comenzó a relatar el joven con una sonrisa pegada a su grotesco rostro.- Lo mismo que tú le hiciste a todos, te lo hará él.

-Si tanto me odias, ¿Por qué me dices esto? -Pregunté frunciendo levemente el ceño.

-Porque antes de que ustedes empezaran a salir, él salía conmigo a escondidas. No quiero que te haga a ti, lo mismo que me hizo a mí y a Talbot. Porque sí, también salió con él y lo abandonó, por eso él lo odia. La noche que él fue a tu casa, fue a advertirte de lo que Dunbar te haría, pero no lo escuchaste, luego dijo un montón de estupideces porque se puso nervioso, pero no viene al caso. Pero piensa lo que quieras, yo te lo advertí.

Sin decir nada más, se alejó de mí como si su  vida dependiera de ello. Me quedé unos segundos allí parado mientras procesaba todo lo que  me había dicho Nolan. No quería creer en su palabra, pero por unos minutos me permití temer lo peor, nada me aseguraba de que el amor de Liam fuera real, quizás sólo yo era el que lo sentía y él se estaba divirtiendo conmigo. Respiré hondo y, cuando mis piernas volvieron a responder, seguí mi camino como si nada hubiera pasado, aún no tenía motivos para dudar de mi novio.


Amor a primera pelea ||THIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora