Jimin sentía que algo raro ocurría esa mañana. Sus estudiantes estaban siendo más ruidosos de lo habitual, lo que lo obligó a ser más estricto con ellos también. Además, las miradas en el pasillo se habían posado en él muchas veces más de lo habitual. Y, por más que se había mirado al espejo y por la cámara frontal de su celular, aún no encontraba nada en él que llamara la atención.
―Hyung ―Jimin se apresuró en llegar hasta Hoseok cuando ambos acordaron en reunirse para almorzar―. ¿Tengo algo en la cara?
―Belleza, felicidad y un amago de duda ―respondió riendo cuando el menor arrugó el rostro―. ¿Qué esperas escucharme decir? Hace tiempo superamos la etapa de las espinillas, Jimin.
―No hablo de eso, tonto ―golpeó su brazo―. Quiero decir, nada tan literal. Por alguna razón, siento que hoy estoy recibiendo mucha más atención de lo habitual.
―Oh, no te has enterado.
―¿Enterarme de qué?
―Somos virales ―sacó su celular, riendo―. ¿La noche que fuimos al club con el resto? Pues parece que alguien nos reconoció y nos grabó. Mi cantidad de seguidores ha incrementado considerablemente luego de eso ―dijo enseñándole su perfil―. ¿Cómo es posible que solo ahora el resto reconociera lo increíble que soy? Esos niños son afortunados de tenerme como su maestro.
―Y... ¿eso es todo? ―preguntó estupefacto―. ¿Es por eso que me miran?
―Bueno... ―Hoseok soltó una risa nerviosa―. Por supuesto, he dejado la mala noticia para el final.
―No me gusta cómo suena eso. En realidad, dudo que a alguien le gusten las malas noticias.
―Lo siento, no quería ser yo quien te lo dijera ―revisó su celular, buscando un vídeo―. Ya que nuestros estudiantes nos reconocieron en el club, no solo flores llegaron a nuestros pies. Por alguna razón, alguien creyó que sería buena idea publicar sobre tu vida... privada ―carraspeó, mostrándole la pantalla―. Aquí.
Jimin miró el vídeo, sabiendo de antemano qué le esperaba. En él, a pesar de que la gente se interponía en el camino, tapando la escena la mayoría del tiempo, se podía apreciar cómo bailaba junto a Jungkook. Nada terrible, de todas formas. Pero podía entender que el resto estuviera impresionado tras verlo besar públicamente a un estudiante de la facultad.
A ese estudiante, ni más ni menos.
―No creo que sea algo contra ti, honestamente. Jungkook es popular en la facultad, así que quien lo grabó debió creer que sería un anuncio candente.
―Y lo es.
―Hmm... ―Hoseok guardó su celular―. Estrictamente hablando, no le debes una excusa a nadie. Lamentablemente, el resto seguirá hablando por un tiempo de esto, hagamos lo que hagamos ―aceptó―. Pero ¿qué es lo que quieres tú, Jimin? ¿Al menos deseas hacer algo al respecto?
Jimin no respondió, simplemente porque no estaba seguro de qué pensar. Por lo tanto, decidiendo no calentarse la cabeza con ello, prefirió almorzar en calma junto a su amigo hablando de cosas más productivas que los rumores que corrían en los pasillos.
No fue hasta que su jornada de trabajo acabó que decidió pensar en ello. Y es que era imposible no dar vueltas al respecto tras encontrar a Jungkook esperando fuera de su departamento mientras sostenía una bolsa con la mirada en el piso.
―¿Jungkookie? ―llamó.
―Oh, hyung, estás en casa ―el menor alzó la vista, dedicándole una pequeña sonrisa―. Compré la cena. ¿Hice bien?
ESTÁS LEYENDO
Espero que seas feliz [JiKook]
FanfictionLa felicidad era, ciertamente, disposición y no posición. • Couple: Jimin x Jungkook [BTS] • Mención: Jinsu. • Género: drama, romance.