Jimin se despidió de sus estudiantes, revisando luego su celular. No esperaba que Jungkook lo contactara la misma noche que se habían conocido, pero admitía para sí mismo que sí había imaginado que el chico lo contactaría al día siguiente. Solo que Jungkook no lo hizo ni el domingo, ni ese lunes, que ya estaba terminando.
Por supuesto, no es que eso fuera un problema. Jimin definitivamente no estaba esperando volver a hablar con él, en serio. Solo, quizás, se había ilusionado ante la idea de poder ayudar a un agradable chico a adaptarse a Corea. Y, claro, aunque él también podía contactarlo en vez de esperar su mensaje, lo cierto era que tampoco quería molestarlo. ¿Mostrarse demasiado interesado en establecer una conversación no lo haría ver como un solitario? Quizás el joven pensaría que él no tenía amigos con quienes hablar.
―Para ser tu primer día de clases, estás frunciendo demasiado el ceño ―escuchó una voz cansina desde la entrada, encontrándose con Hoseok cuando alzó la vista―. ¿Algún problema?
―Ninguno ―guardó su celular―. ¿Qué haces aquí?
―Me has estado ignorando desde que me dejaste tirado en mi departamento el sábado ―hizo un puchero―. Honestamente, no puedo creer que estés enojado con Taehyung y conmigo solo por darte tu espacio.
―Me arrastraron a un lugar donde no quería ir únicamente para dejarme solo. Como si no fuera suficiente, después tuve que volver por ustedes, porque estaban demasiado ebrios como para sostenerse sobre sus propios pies. ¿De verdad no puedo estar molesto con ustedes? ―cuestionó.
―Intentábamos ayudar ―lloriqueó falsamente, cubriendo su rostro―. Pensamos que un ambiente alegre te ayudaría a empezar bien el semestre.
―Por supuesto ―se cruzó de brazos―. No obstante, para ser idea de ustedes, ¿por qué no luces como alguien que ha empezado bien su semestre? ―cuestionó―. Porque, amigo, luces como si hubieras tenido que cuidar de un kínder en vez de estudiantes de baile urbano.
―Lo sé, ¡me veo tan mal! ―tiró de sus cabellos, hastiado―. Llegó un chico de intercambio y todas mis estudiantes parecen haber perdido la cabeza por él. ¿Dije todas? Incluye todos ahí; estoy seguro de que incluso el chico más heterosexual de mi clase comenzó a dudar de sí mismo apenas ese chico atravesó la puerta.
―¿Una celebridad ha llegado a tu clase? ¿Es por eso por lo que luces tan acabado? ―se burló.
―Sí, intenta manejar a un grupo de veinteañeros hormonales ―sacudió la cabeza―. Es decir, en serio, los entiendo. El nuevo es un estadounidense que habla tres idiomas, ¿puedes creerlo? Si una chica me hablara en francés al oído, yo también me hubiera vuelto un charco ―señaló, provocando que Jimin riera mientras caminaba hasta él para salir de la sala.
―Pensé que dijiste que era estadounidense.
―Lo es, pero su francés definitivamente es 100 % real. Creo que dijo que su madre era canadiense, así que tiene sentido para mí.
―¿Así que flechó a todos solo con su francés?
―Con su francés, con su inglés, con su coreano, con su cabello, con su sonrisa, con sus ojos y con los pasos de baile más provocativos que podrías ver dentro de mi aula. Honestamente, tengo miedo de darle un solo y que el consejo intente censurarlo. El chico bien podría ser la encarnación de uno de los pecados capitales.
―Entonces, cuando dijiste que él hacía dudar incluso a los heterosexuales, ¿estabas hablando de ti mismo?
―Mierda ―rio entredientes―. Lo siento, pero no saldría con un estudiante y lo sabes. Además, estoy seguro de que hay varios años de diferencia entre nosotros, lo que me hace tener la piel de gallina ―señaló su brazo con expresión de horror―. Por último, tengo un serio flechazo con la chica más bonita del país.
―La hermana de Seokjin apenas y gira a verte cuando visitamos el local...
―¡Es porque no me ha visto bailar todavía! ¡Nadie se resiste a mí después de unos buenos pasos! ―argumentó. Jimin rio y negó con la cabeza, no muy convencido de que su amigo hubiera llamado la atención de esa chica hasta el momento―. Entonces, ¿me perdonas por arrastrarte al club?
―Sí, solo porque no fue tan terrible ―suspiró―. Además, luces lamentable.
―¡Hey!
―Pero no te preocupes ―Jimin palmeó su espalda, intentando animarlo―. Tu estudiante estadounidense solo es la sensación del momento; ya sabes, lo nuevo siempre es llamativo. Una vez que tus estudiantes se acostumbren a él, lo verán como uno más y volverán a recordar que tú eres su profesor a quien deben de seguir.
―¿Por qué eso no suena tan reconfortante como debería ser? ―preguntó―. Mierda, en serio, si es que tienes razón, espero que eso pase pronto. No se supone que deba esforzarme por mantener la atención de mis estudiantes.
―¿De verdad nadie te puso atención?
―Oh, hubo uno ―asintió―. El chico nuevo ―y Jimin rio―. Así que he decidido que ya tengo un estudiante favorito.
―No se supone que lo tengas.
―No intentes ser romántico; todos tenemos un estudiante favorito, así como todos los padres tienen un hijo favorito ―se mofó―. El de mis padres soy yo, estoy casi seguro ―añadió con una sonrisa enorme.
―¿Sí? Entonces, es mejor no preguntárselos nunca.
Hoseok lo empujó demasiado fuerte para el gusto de Jimin, quien trastrabilló y por poco terminó en el piso. Empujando a su amigo de regreso cuando lo escuchó reír en vez de disculparse, apresuró su marcha para no escucharlo quejarse. La relación entre ellos siempre había sido así: Entre bromas y abrazos demasiado pegajosos por parte de Hoseok. Pero, incluso si el hombre pasaba más tiempo riéndose de él que riéndose con él, aún apreciaba poder compartir el mismo trabajo que él. En aquellos días donde incluso salir de la cama se volvió difícil, lo único que lo motivaba a ir a trabajar era la presencia de Hoseok ahí.
Las miradas lastimosas y los murmullos sobre su vida se sentían como dardos en su espalda, pero Hoseok siempre se aseguró de ser el rayito de sol que encendía esos malos días. Nunca hubo lástima ni palabras indiscretas, solo apoyo, solo un amigo.
―Hey... ―Hoseok murmuró tras de él de repente cuando finalmente dejaron la facultad para dirigirse al estacionamiento. Por lo tímido que fue el llamado, Jimin infería que no estaba listo para esa charla―. No es que quiera entrometerme y lo sabes, pero hoy, cuando hablaba con el jefe de departamento... me dio a entender que aún no retiras tu solicitud para el traslado ―Jimin se detuvo, girando hacia él―. ¿Todavía quieres irte? ―se atrevió a preguntar, intentando esconder la tristeza en sus ojos.
Hoseok también era demasiado amable, ciertamente. Porque, de todos sus colegas, probablemente era el único que usaría el verbo "ir" en vez de "huir". Meses atrás, Jimin no presentó una solicitud de traslado con la intención de irse a explorar nuevos lugares, solo quería huir; de su familia, de su departamento, de su trabajo, de sus amigos, de sus colegas e incluso de sus estudiantes.
Jimin quería huir de su vida.
¿Y ahora? Aunque poco a poco sus pasos sobre la tierra se sentían más firmes, seguía sin estar seguro en la que solía ser su zona de confort.
―No lo sé ―quizás Jimin solo ya no volvería a ser feliz justo ahí―. Sigo pensándolo.
Pero, en el fondo, aún deseaba serlo.
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Espero que seas feliz [JiKook]
FanfictionLa felicidad era, ciertamente, disposición y no posición. • Couple: Jimin x Jungkook [BTS] • Mención: Jinsu. • Género: drama, romance.