Espero que seas feliz [JiKook]

[14]

―Entonces, ¿cómo van las cosas con Park? ―preguntó Chaewon viendo a Jungkook pintar concentrado sus uñas.

―¿Te gustan las flores? ―preguntó el menor en cambio.

―Jungkook Jones, eso no fue lo que pregunté ―rodó los ojos, haciéndolo reír―. Y por supuesto que me gustan las flores. Solo un enviado del infierno no sabría apreciar tal regalo de la naturaleza.

―Oh, tan dramática ―sonrió en su dirección―. Le agradarías a mi hermano, en serio. ¿Quieres que te diga algo gracioso ahora?

―¿Sigues ignorándome?

―Tu flor de nacimiento es la Lychnis flos cuculí ―continuó centrándose en sus uñas sin dejar de hablar―. Y esa flor es conocida como la flor cuchilla, lo que concuerda bastante con tu perso-¡ay! ―se quejó cuando sintió una patada por debajo de la mesa―. Personalidad ―carraspeó, volviendo a mirarla―. ¿Puedes notarlo por ti misma?

―Puedo notarlo por mí misma, sí ―sonrió con ironía―. Ahora, háblame de tus avances con Park. Los veo aquí a menudo, pero no has intentado comerle la maldita boca.

―Noona, no eres tan conservadora como se espera del estereotipo de chica coreana ―Chaewon le enseñó la lengua sin molestarse en rebatir esto―. Y no planeo devorar a mi futuro novio frente a ti. Tu voyerismo déjalo para otros, por favor.

―Ni siquiera sé qué significa eso. ¿Por qué siempre tienes que ser tan complicado para hablar? ―cuestionó con frustración, haciendo al menor reír―. Vamos, dime que has tenido un avance con él en todo este tiempo ―suplicó.

―Bueno... mañana iremos al supermercado juntos ―se encogió de hombros.

―Awww, como una pareja de recién casados.

―Más bien, él dijo que tenía que rellenar la alacena y yo decidí colarme, aprovechándome de que tiene auto ―aceptó, provocando que ahora la chica riera―. Hey, no quiero cargar 60 cajas de leche a mi departamento.

―¿Por qué siquiera necesitas comprar 60 cajas de leche?

―¿Acaso no es la leche algo vital? ―preguntó casi ofendido―. Me pongo de mal humor si no la bebo.

―Jungkook, ni siquiera puedo imaginarte de mal humor ―sonrió, mirándolo con cariño―. Entonces, ¿tu chico todavía no cae?

―Lo estoy tomando con calma.

―Nadie contigo frente a sus ojos debería tomarse esto con calma ―bufó―. Además, sé que he dicho esto muchas veces, pero no sé cómo puede gustarte alguien que ni siquiera te recuerda.

―No necesito que él me recuerde.

―Te haría feliz que él te recordara ―señaló. Jungkook no pudo rebatir―. Es verdad, has crecido, has cambiado, ni siquiera conservas el apellido por el que te conoció, pero... hey, sigues siendo Jungkook.

―Te sorprendería lo diferente que soy a ese entonces ―alzó la vista, sonriendo con calma―. Y no soy una persona codiciosa.

―Sí, ese es exactamente tu problema; deberías ser más codicioso ―suspiró―. Tristemente, también es lo que te hace tan ridículamente encantador.

―Lo sé, a veces me sorprendo de mí mismo ―aceptó, asintiendo con seriedad. Chaewon rio―. Pero, noona, en serio, no importa si Jimin no recuerda a Jeon Jungkook, porque Jeon Jungkook es parte de una minúscula parte de su pasado; siempre fui consciente de ello. En cambio, Jungkook Jones... Jungkook Jones es su presente. Y quiero ser su futuro, si me lo permite.

―Tan romántico... ―lloriqueó, abanicando sus ojos.

―Noona, no te muevas, estoy intentando terminar aquí ―se quejó. Chaewon sonrió con culpa y volvió a permitir que el menor decorara sus uñas―. Ahora, ¿por qué no hablamos de ti? Todavía no entiendo por qué siempre tratas a Taehyung como si fuera un molesto mosquito.