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―¿Saben? No sé cómo esto puede ser una buena idea ―dijo Jungkook intentando quitar las rebanadas de pepino de sus ojos, lo que hubiera sido un éxito si Chaewon no hubiera golpeado su mano―. Auch.

―Quieto, estoy intentando hacerte ver renovado ―amenazó la chica.

―Aún si estás peleado con Jimin, no podemos permitir que vayas con los ojos hinchados por la vida ―añadió Ryujin.

Jungkook rio entredientes solo porque era imposible para su corazón discutir con ellas. Luego de mencionarle a sus amigas que llevaba más de 48 horas desde que tuvo un intercambio real de palabras con su novio, estas aparecieron frente a la puerta de su departamento queriendo hacerle compañía. Las chicas no solo se conformaron con blasfemar en contra de la ex de Jimin, quien aparecía después de más de un año queriendo hacer las cosas a su manera, sino que incluso obligaron a Jungkook a sentarse y recibir sus cuidados mientras lo mimaban. O eso se suponía que era, pero Jungkook se sentía más como el hermano menor aka conejillo de indias de dos niñas malcriadas.

―En serio, entiendo que quieras esperar a que Jimin solucione las cosas con su novia, pero, si eres tan importante para él, ¡no debería de tardar tanto! ―se quejó Chaewon pintando las uñas de las manos de su amigo―. Ya es martes, ¡martes!

―En tu lugar, yo estaría encerrada en mi cuarto llorando ahora ―murmuró Ryujin haciendo reír al menor―. ¡No te muevas, Jungkook! ¡Estoy intentando ponerte la mascarilla!

―Jesús ―el joven suspiró―. Chicas, las adoro tanto que puedo permitir que me pongan comida encima, sin embargo, como las quiero, también debo decirles esto: Jamás intenten consolar a alguien siendo cizañeras. No deben instar a alguien a pensar mal de su pareja, no cuando esta ni siquiera les ha dado una razón para pensar mal de él. ¿O es que Jimin hizo algo por lo que debería desconfiar de él?

―No lo hizo ―respondieron ambas como niñas regañadas―. Sin embargo, odio admitir lo inquietante que es para mí verte tan tranquilo ―añadió Chaewon. Jungkook tomó la rebanada de pepino de su ojo, dándole un vistazo a su amiga―. Kookie, ¿no es normal preocuparse por este tipo de situaciones?

―Creo que lo es ―admitió―. ¿Honestamente? Cuando vi a Sonyuh frente a él, estaba asustado como la mierda; solo fingí que no me afectaba ―sonrió apenado, volviendo a cubrir su ojo―. Y, ciertamente, me pone ansioso que Jimin no me llame, porque eso significa que Sonyuh aún es un tema para él. No obstante, aún con todo eso jugando en contra en mi mente, conozco al chico del que me enamoré ―suspiró―. Y eso es todo. Sé lo que ella significó para él. Sé cuánto le dolió esa ruptura y lo mucho que ha trabajado para salir del agujero en que ella lo dejó. Me gustaría decir que no hay nada que me haga más feliz en el mundo que el hecho de que Jimin me quiera, sin embargo, no es así. Hay algo que me haría más feliz y eso sería que él sea capaz de ser feliz también, conmigo o sin mí, con Sonyuh o sin ella; simplemente, teniendo la vida que merece.

―Diablos ―Ryujin se apoyó contra su hombro, avergonzada de sí misma―. No soporto escucharte. Tu amor es demasiado puro y maduro para mí. Me gustaría algún día ver esa evolución en mí ―admitió.

―Lo mismo digo ―Chaewon se apoyó contra el otro hombro de su amigo, pensativa―. Pero, aún diciendo todo eso, planeas luchar de ser necesario, ¿cierto? ―preguntó―. Porque mereces ser tan feliz como otros, Kook.

―Por supuesto ―Jungkook sonrió―. Todos debemos luchar. No hay nada más amargo que perder sin haberlo intentado.

Las chicas asintieron inclusos si Jungkook no podía verlas. Este quitó las rebanadas de pepino de sus ojos, aburrido de limitar su visión con ellas. Mirando sus uñas prolijamente pintadas de negro, le lanzó una sonrisa a sus amigas, quienes le sonrieron de regreso.

Espero que seas feliz [JiKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora