𝐌𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚 𝐦𝐢 "𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨" || 𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳

CAP 20

𝐓𝐧

Noté como me movían de un lado a otro.

—Tn...—me llamaron.

—¡Qué pasa!—pregunté molesta.

Odiaba que me despertaran.

—Vas a llegar tarde—informó Eli.

Me levanté y miré la hora en mi móvil.

—Mierda—dije.

Me levanté, pero me tuve que sentar de nuevo ya que me mareé.

—¿Estás bien?—cuestionó Eli.

—Sí—dije volviendo a levantarme.

—¿Segura?—volvió a cuestionar.

—¡He dicho que sí!—contesté.

—Vale, vale—dijo saliendo de mi habitación

La verdad si me encontraba un poco mal, pero ya me había despertado.

[...]

Llegué a la escuela donde me encontré con Max.

—Hola—dijo Max, abrazándome.

—Hola—saludé fingiendo que me encontraba bien.

—¿Qué clase tienes?—cuestionó.

—Español, creo—respondí.

—Pues nos vemos luego, cariño—dijo para luego darme un pequeño beso en forma de despedida.

Fui hacia mi clase de Español, en esta solo estaba con Miguel.

—Hola, Miggy—saludé sentándome a su lado.

La clase comenzó, estábamos haciendo un trabajo en parejas cuando, de repente, todo el mundo se giró a mirarme. Yo me incomodé.

El móvil de Miguel sonó.

—¿Por qué todos me miran?—pregunté.

Miguel me miró con una mueca.

—Por esto—dijo enseñándome una publicación.

Miré el teléfono incrédula.

Era una foto en la que Eli y yo nos estábamos besando en la fiesta.
Miré con el ceño fruncido la descripción:

"¿Vas a jugar a dos bandas? Perra"

¿Quién mierdas había publicado eso?

Lo peor de todo es que Max se iba a  enterar.

El timbre sonó marcando el final de la clase, camine rápido por los pasillos buscando a Max.
Cuando me encontré con él, me acerqué.

Mierda, estaba enfadado.

—¿Qué es esto?—cuestionó Max enseñándome el móvil.

—Max, te lo puedo explicar...—empecé, pero él me interrumpió.

—¡Me lo dijeron pero no hice nada! ¡Me dijeron que vosotros teníais una buena relación íntima!—espetó molesto—. ¿Pero yo? Yo no lo creí. Pero es verdad, eres una puta.

Me quedé mirándolo, no sabía qué decir o qué hacer.

—¡Eh!—exclamó Halcón—. ¡No le vuelvas a hablar así!—me puso detrás de él—. ¡No te hagas la víctima cuando tú solo querías acostarte con ella!

Lo miré, confusa y sorprendida a la vez.

—Ja, ¿y cómo lo demuestras?—cuestionó Max, retándolo—. Nadie lo escuchó excepto tú.