CAP 41

295 22 0
                                    

𝐓𝐧

Estaba cenando antes de que Eli lo hiciera ya que había llegado hacía poco del parque acuático.
Vi a través del reflejo de la ventana como entraba en la cocina y se me quedaba mirando, pero aunque sé que quería decir muchas cosas se quedaba callado.

-Siempre fui tu segundo plato-hablé antes que él-. Hasta que ella no te dejó no me hiciste caso a mí, y cuando ella volvió a hablarte no dudaste en acostarte con ella.

-Nunca has sido mi segundo plato-dijo él.

-No hace falta que mientas-dije-. Estoy acostumbrada a ser el segundo plato de todo el mundo, por lo que casi no duele-dejé el tenedor sobre el plato-. Y sé que cuando ella te vuelva a dejar o cuando pase algo entre vosotros dos volverás a mí, para echarme un polvo seguramente. Pero lo peor de todo será que yo te estaré esperando con las falsas ilusiones de que quieras volver conmigo, porque estoy enamorada de ti-me levanté para dejar mi plato en el lavadero-. Obviamente siempre soy la idiota que se enamora, porque estoy más que segura de que tú siempre has estado enamorado de ella.

-No estaba enamorado de ella, yo te amo, te lo he dicho muchas veces-respondió mientras se acercaba.

-"Te quiero", "te amo", "te echo de menos". Las mentiras que siempre me dicen y en las que siempre caigo-continué-. Siempre me dicen eso y luego acaba habiendo alguien mejor por el que dejarme, así ha sido siempre mi vida, siempre he sido el "plan b" de todo el mundo, y es una mierda, pero al final aprendes a vivir con ello. Aprendes que realmente solo te tienes a ti mismo, hasta que te pierdes también, entonces estás jodido, es como si corrieras y no avanzaras, o como si te estuvieras ahogando y por más que nades no consigues salir-expliqué-. Lo sé porque eso me pasó a mí hasta que vino una persona a prometerme algo que obviamente luego no cumplió, porque todos prometemos cosas imposibles, al igual que prometiste que nunca me harías daño y mira ahora, me tienes jodida y mucho.

Él me miraba en silencio.

Lo miré con los ojos aguados en lágrimas preguntándome si podría continuar hablando sin que cayeran.

-Me alegro por Moon-dije-. Y espero que a ella no le hagas daño.

Apreté los labios antes de irme en dirección a las escaleras.

-¡Tn, espera!-exclamó.

Pero yo ya había subido las escaleras y me había tirado en mi cama para llorar por alguien que no lo merecía.
Alguien a quien amaba.

No tardé en escuchar unos golpes en mi puerta.

-Déjame en paz, Eli-pedí.

Pensé que me haría caso, pero en cambio escuché la puerta abrirse.

-¡¿Qué te he dicho?!-cuestioné molesta.

-Tn-dijo sentándose a mi lado en la cama-. No salgo con Moon.

-No, claro que no-dije sarcástica-. Por eso no le has regalado el colgante que me ibas a dar, ni la has llamado nena, ¡ni la has besado en mi cara!

-Solo quería celarte-admitió.

Lo miré incrédula.

-¿Para qué? ¡Ya estoy jodidamente celosa! No hace falta que la vayas besand...

Juntó sus labios con los míos.
Me pilló desprevenida por lo que dejé que sus labios se movieran unos segundos sobre los míos los cuales estaban estáticos.
Estuve a punto de seguirle, casi lo hice, pero no fue así.
Lo separé de un empujón.

-¡¿Qué te pasa?!-cuestioné.

-Lo siento, ha sido impulso-respondió.

-¡Todas tus putas acciones son impulsos! ¡¿No sabes controlarte?! ¡Tus impulsos traen consecuencias, Eli!-dije enfadada antes de tomar un reapiro para tranquilizarme-. Deja de intentar acercarte a mí, no quiero tener ningún tipo de vínculo contigo, y sé que es difícil ya que vivimos en la misma casa, pero solo somos dos personas que se ignoran, ¿vale?. Lisa y mi padre llegarán mañana y no quiero tener mal ambiente como la última vez. Así que simplemente ignórame, como si no existiera, por favor.

𝐌𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚 𝐦𝐢 "𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨" || 𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora