CAP 50

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𝐓𝐧

—Espera... ¿El sensei Targaryen sobornó al árbitro del All Valley y cargó a Kreese con un delito que no cometió?—cuestionó Demetri—. No dejéis que me pierda otra fiesta nunca más.

—Los senseis deben saberlo—opinó Miguel.

—¿Y qué harán?—cuestionó Sam—. Mira lo que le pasó a mí padre cuando se enfrentó a Silver. No quiero que le hagan más daño.

—Si Silver le paga al árbitro y a Stingray, no lo admitirán—continuó Demetri.

—Yo no lo tengo tan claro—habló Bert—. Ya sé que yo estoy en Colmillo de Águila y él en Cobra Kai, pero Stingray es mi amigo. No me mentiría. O eso espero.

—¿Podrás hacerle hablar?—cuestionó Eli.

Bert asintió.

—Hay que averiguar dónde vive—dije.

—Vamos—dijo Eli haciendo que todos lo acompañemos excepto Miguel y Sam quienes se quedaron en el dojo.

[...]

Finalmente pudimos encontrar la dirección de Stingray y pues allí estábamos, frente a la puerta de su casa.

—Deberíamos entrar directamente—sugirió Eli.

—Podría llamar a la policía por allanamiento, así que será mejor que entre Bert—respondí.

El rubio se puso delante de la puerta y llamó.

—¡Bert!—exclamó Stingray cuando abrió la puerta—. ¿Qué hay? ¿Quieres jugar a D&D? Estos... Anda, aquí están. Estos son novatos.

Se pudieron ver a unos hombres salir de la casa.

》Se adentraban en la luz y salían de la noche...

Aparecimos detrás de Bert interrumpiendo a Stingray.

—¿Colmillos Miyagi?—cuestionó Stingray—. ¡Ah, que es una trampa! ¡Me has hecho un almirante Ackbar! ¿Tú también, Bert?

—Corta el rollo—interrumpí.

—Sabemos que Kreese no te pegó—continuó Eli.

—Según mi declaración en un tribunal sí que me pegó—respondió—. Así que leed el acta.

Iba a cerrar la puerta, pero Sam fue más rápida y puso la mano deteniéndolo.

—Le mentiste al tribunal, y a mi padre—habló Sam—. Pero a nosotros no nos mentirás.

Sam entró, así que yo la seguí.

—¿Vais a dejarles...? Ah, entráis todos—escuché a Stingray.

[...]

—Vale, a ver... Vamos a intentarlo otra vez—dijo Demetri mientras que mi paciencia comenzaba a llegar a su límite—. ¿Qué pasó esa noche? ¿Quién te pegó?

—Oye, Bert. ¿Qué se siente...—trató de desviar el tema.

—Oye. Mírame, mírame—dijo Demetri.

—... al apuñalar por la espalda a un hombre entre los omóplatos y ver como se desangra?

—¡Joder, ya basta!—exclamó Eli perdiendo la paciencia—. Basta de juegos.

Joder, ¿es un problema que me guste que esté enfadado?

Stingray lo miró y tragó saliva mientras que el silencio inundaba la habitación.

—Mi padre sufrió muchísimo por culpa tuya y de Silver—Sam rompió el silencio—. Y más gente sufrirá si te quedas parado y no dices nada.

—Pero, si os digo lo que pasó realmente—comenzó Stingray—, acabará enterándose. No puedo. No es tan fácil, chicos.

El silencio volvió a ocupar la habitación.

—Aunque, bueno—habló de nuevo—. Esperad. He estado trabajando esta campaña de D&D...

—No tenemos tiempo para eso—dije.

—Un momento—lo detuvo Eli—. ¿Qué pasa en la campaña?

Stingray suspiró antes de empezar a hablar.

—Bueno, érase una vez un monje enano—nos mostró una figurita—, que formaba parte del clan más chungo del reino. Lo desterraron una temporada, ya sabéis, corrección política, pero, una vez pagó su penitencia, regresó. Pero entonces, el clan tenía un nuevo líder. Y al monje le prohibieron volver al clan. Y de muy malas maneras, la verdad. ¿Y qué hizo el monje? Hacer un pacto, con un rey de pelo canoso, que pretendía reemplazar al líder.

》Y una mañana temprano antes de que llegara ningún guerrero resulta que ese rey golpeó al monje. Una vez, y otra, y otra. Después, acusaron al líder de la agresión, y lo encadenaron, y el rey canoso. Se hizo con el clan.

—¿Y te...?—Demetri se dio cuenta de su error y rectificó—. ¿Y al monje enano le dejaron volver al clan?

Stingray asintió.

—Sí, con recompensas—habló Eli mirando a su alrededor.

—Sí. Con recompensas, sí—continuó Stingray.

—¿Y por qué no puedes contar lo que pasó?—cuestioné.

—Porque no quiere perder sus recompensas—dijo Sam levantándose.

—No—respondió Stingray—. Yo... El monje lo devolvería todo si pudiera, pero el rey canoso, por poco mata al monje. ¡Pudo haberlo matado! Solo para obtener poder.

》Así que, sí. El monje teme lo que le haría el rey para conservar ese poder. Y creo que el monje... el monje solo quería volver al clan porque quería ser, un guerrero respetado y honorable.
Como todos vosotros.

》Pero no es un guerrero ni respetado ni  honorable. Y para nada es un guerrero, se pasa el día jugando con ellos. El monje tiene miedo—vi como se le aguaban los ojos—. Y no puedo. Lo siento.

—Pues vale. Gracias por nada—dijo Sam antes de irse.

Miguel siguió a Sam a la vez que Stingray se limpiaba las lágrimas de los ojos.

Tengo que confesar que me dio pena.

—Vamos, os llevaremos a casa—les dije a Demetri y a Bert.

[...]

Después de hacer una parada en la casa de Bert y otra en la de Demetri fuimos a la nuestra.

—Oye, Tn—dijo Eli cuando bajamos del coche—. La otra noche casi nos besamos y...

—Mira, Eli. Con todo lo que está pasando con el kárate prefiero estar centrada en eso—dije.

—Ah, vale... te entiendo—dijo con una pequeña sonrisa.

—Pues me alegra que lo hagas—mencioné.

—Bueno, vamos dentro.

Se está acercando el final de temporada.

04•02•2023

𝐌𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚 𝐦𝐢 "𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨" || 𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora