𝐌𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚 𝐦𝐢 "𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨" || 𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳

CAP 43

𝐓𝐧

Estaba tirada en mi cama con mi móvil, y para qué mentir, estaba stalkeando a Cobra Kai.
Ellos seguían entrenando y yo me había quedado sin dojo. Es una opción algo disparatada, pero sigue siendo una opción.

Todos mis pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de algo deslizándose bajo mi puerta.

Me levanté y tomé el papel en el que ponía "Tn, léelo, por favor".
Encaré una ceja al ver de quien era la letra, pero igualmente leí lo que ponía

Hola, Tn.

Bueno supongo que por la letra ya sabrás quién soy, y sé que no quieres escucharme; por eso te lo escribo, para que no tengas que hacerlo.

Qué detalle.

Sé que la he cagado algunas veces, bueno, muchas veces. Pero lo siento, te lo juro. No sé en qué estaba pensando. Ella no significa nada para mí. En cambio tú lo eres todo. Te amo. Pero, si lo que quieres es ser feliz con él, yo ya no me meteré más. Al fin y al cabo me lo merezco, pero si me dieras otra oportunidad, una última oportunidad, te juro que todo sería distinto, mi amor. Por fav...

No terminé de leer porque su propia voz me interrumpió.

-Ahora no puedo, Moon-escuché que decía al otro lado de la pared.

Increíble.

Salí de mi habitación y entré a la suya sin llamar viendo que estaba tirado en la cama con su teléfono.

-Hola, Tn-dijo.

Arrugué el papel que tenía entre mis manos y se lo lancé.

-¡Eres un hipócrita!-exclamé-. ¿Te diviertes jugando con mis sentimientos? Dices que me amas, pero luego estás hablando con ella.

-Tn, no es lo que piensas...

-No, nunca lo es según tú, pero siempre acabo acertando-respondí-. Ahora sí, no quiero que me hables más en tu vida, ni siquiera quiero que te acerques a mí. Te odio, te lo juro.

Salí de su habitación dando un portazo tras de mí después fui a mi habitación para posteriormente tirarme a llorar en mi cama una vez más por el mismo idiota.

¿Cómo puedo ser tan idiota y siempre creerle?

Escuché unos pequeños golpes en mi puerta.

—¡Vete a la mierda, Eli! ¡No quiero oírte!—espeté.

La puerta se abrió igualmente.

—No soy Eli—escuché la voz de Lisa.

Me senté en la cama rápidamente y limpié mis lágrimas.

—No sabía que habías llegado—hablé fingiendo estar normal.

—Pues sí. He escuchado un portazo y he decidido subir—explicó.

—No pasa nada si es lo que crees—dije.

—Noto la tensión que hay entre vosotros dos desde que llegamos. Se os nota bastante cuando os enfadais—dijo ella.

—Pues no pasa nada—dije.

—Vamos, cuéntamelo. Sabes que no pasará nada aunque digas unas cuantas cosas sobre Eli—añadió.

Me quedé en silencio. Habíamos quedado en no decir nada, y por mucho rencor que le tuviera ahora no iba a decir nada.

—Lo he vuelto a hacer, mamá—escuché la voz de Eli—. He vuelto a hacerle daño, y he vuelto a ser un idiota.