Por favor, leed el final.
𝐓𝐧
—Ponla tú que eres más alto—le dije a Eli mientras le daba una decoración.
—Eres una enana—dijo soltando una pequeña risa.
Lo miré haciéndome la ofendida.
Estábamos terminando de decorar la casa, Navidad es una de mis épocas favoritas del año, los dulces, las decoraciones, las películas...
—Ya está—dijo Eli.
La casa había quedado muy bonita.
—Ya huele a Navidad—dije mientras me sentaba en el sillón.
—¿Qué hora es?—cuestionó Eli mientras miraba su móvil—. Mierda llego tarde, nos vemos luego, amor—se despidió dándome un beso.
Tomó una chaqueta y salió rápidamente por la puerta a la vez que mi padre entraba.
—¿A dónde va tan apresurado?—cuestionó mi padre.
—Creo que llega tarde al entrenamiento—respondí encogiéndome de hombros.
—¿Ya no entrenas tú también?—cuestionó.
—Sí, pero otro sitio—respondí—. Ah por cierto, me tengo que ir, he quedado—tomé mi móvil y algunas cosas más—. Te quiero, papá—dije dándole un abrazo.
—Yo también te quiero—dijo besando mi cabeza.
Salí de la casa y subí al coche, conduje en dirección Miyagui-Do.
Sam nos había invitado a mí y a Miguel, yo creo que solo voy a estar de sujetavelas, pero no puedo poner otra excusa.—Hola Sammy—saludé abrazándola.
Estuvimos un rato hablando, después me distraje observando algunas cosas y cuando volví a atender a la conversación me di cuenta de lo animadamente que hablaban Miguel y Sam, me sentí algo incómoda.
—Me están llamando, ahora vuelvo—dije saliendo de donde estábamos.
Había tanta tensión que creí que hasta yo quedaría embarazada.
Me senté en uno de los escalones de la puerta del dojo y estuve viendo mis redes sociales hasta que el señor LaRusso llegó.
—Oh, hola Tn—saludó—. ¿Sabes dónde esta Sam?
—Hola señor LaRusso, Sam esta ahí dentro—informé—. Deme una caja, le ayudaré.
No me perdería este momento ni loca.
Él asintió y me dio una caja antes de que ambos entrábamos a la caseta caseta dojo, y adivina que...
Sam y Miguel se estaban comiendo, pero comiéndose con ganas.
—Ouh, ouh—dijo el señor LaRusso mientras que yo trataba de no reír.
—Papá—dijo Sam.
—Lo siento, lo siento—dijo el señor LaRusso—. ¿Lo que llevas en el bolsillo es mi tambor?.
—Am...—dijo Miguel.
—Sam, ¿Podemos hablar un momento?—cuestionó Daniel.
Salí con Miguel de allí, y me permití por fin soltar la carcajada que había estado reprimiendo.
—No da risa—dijo Miguel—, fue incómodo.
Después de un rato el señor LaRusso se puso a hablar con nosotros hasta que se dio cuenta de que llegaba tarde a no se donde.
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𝐌𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚 𝐦𝐢 "𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨" || 𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳
FanfictionEres T/n, vives con tu padre ya que tus padres están separados y tu madre vive con su nueva familia sin preocuparse de ti en ningún momento. En uno de sus viajes de trabajo, tu padre conoció a la señora Moskowitz, se enamoraron y os fuisteis a vivir...