CAP 44

336 26 1
                                    

Comentad, me encanta leeros♡.

𝐓𝐧

—¿Qué coño haces aquí?

—¿Sorpresa?—dudó mi madre.

Sí, la cara dura de mi madre se había presentado aquí.

—Sí, ha sido una sorpresa, pero no en el buen sentido—respondí—. Ahora respóndeme, ¿qué haces aquí, Juliette?

—Venir a verte—respondió sonriendo como si nada de lo que hizo hubiera pasado.

—Bien, pues si has venido solo a eso ya puedes dar la vuelta y salir por donde has entrado porque yo no quiero verte—dije.

—Pensé que te haría ilusión—dijo ya con la sonrisa borrada.

Solté una risa agria.

—Ilusión—murmuré—. ¿Esperabas qué te estuviera esperando como una idiota después de dejarme por otros niños que  ni siquiera son tuyos?

—Nunca dejaste de importarme.

—Claro, por eso supiste que estaba en coma y viniste rápidamente a ver como está tu hija—recalqué las dos últimas palabras.

—No podía venir—se excusó.

—Ya... ¿Qué podría ser más importante esta vez? ¿Ir a un spa? ¿O ir a hacerte las uñas?—cuestioné fríamente.

—Estaba en la cárcel—respondió.

Alcé mis cejas sorprendida.

>> Fui cleptomana, no sé ni como pasó, pero un día ya me salía solo el coger las cosas sin pagar. Cuando salí tuve que ir a rehabilitación.

—Y ahora no tienes donde ir porque tu marido no quiere a una ladrona en su casa, y por eso has venido aquí; para quedarte con la excusa de que querías verme—deduje—. Ya tengo suficientes problemas para que ahora vengas tú a joderme la vida de nuevo.

—Tn, por fav...

—Vete de aquí—hablé.

—Tn—interrumpió mi padre—, se va a quedar unos días.

—¿Qué?—cuestioné incrédula—. ¿Tú ya lo sabías?

Él asintióm

>> A ti también te abandonó. ¿Qué opina Lisa sobre esto?

—Ella está de acuerdo también—respondió.

No quería estar con ella.

Sentía tanta impotencia.

—Genial—dije sarcástica con los ojos cristalizados antes de subir a mi habitación.

Entré a la habitación y cerré con pestillo.

No quería hablar con nadie.

Cuando me giré vi como Eli estaba en mi cama sentado, parecía estar pensado hasta que fue interrumpido por mi presencia.

—¿Qué ha pasado?—cuestionó.

—Mi madre está aquí—respondí.

Unas lágrimas bajaron por mis mejillas y él se acercó a abrazarme haciendo que me olvide de que estábamos peleados.
Me separé del abrazó para mirarle a la cara.
Él llevó sus manos a mis mejillas y limpió mis lágrimas con sus pulgares.

Lo seguía viendo tan guapo.

Entonces pensé en una cosa de la que posiblemente me arrepentiría después.

𝐌𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚 𝐦𝐢 "𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨" || 𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora