Capítulo 25. Tenemos que hablar

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Si duda mi torpeza había llegado al máximo.
Derrame la copa de vino en su vestido amarillo. Ya sumaba otro a la lista de vestidos sucios.

-¿Pero que demonios? -dijo Luck exaltado.
-¡Eres una inútil, no ves que has arruinado un vestido de más de novecientos dólares!

Tracy estaba desquiciada. Yo estaba en shock. No sabia que hace. Tomé rápidamente la servilleta de Tracy y comencé a secar.

-¿Qué haces? -gritó Tracy.

-Secar -respondí con la garganta seca.

-¡Joder!No hagas eso -chilló.

- Tracy, no le grites -me defendió Avery.

- Lo lamento -susurré.

- Vete de aquí -dijo firme pero calmada la señora Bloomberg. -Que Miriam termine de servir.

Asentí con la cabeza. Tracy se levantó de la silla, más que indignada. Corrió escaleras arriba, diciendo improperios no aptos para una dama de su clase. Su títere, perdón, prometido, corrió tras ella gritando su nombre. Algunos invitados reprimían la risa, como el señor Bloomberg, otros estaban horrorizados por mi conducta, como la señora Bloomberg.

-No te preocupes, Danielle. Esto pudo pasarle a cualquiera -dijo el señor Bloomberg con cortesía -. Vete antes de que mi hija te atrape.

-¡Ross! -chilló la señora Bloomberg.

Salí rápido de la sala. Me detuve en la cocina, miré hacia atrás. Mi mirada se cruzó fujasmente con la de Avery, que sonrió cálidamente, dándome fuerzas para no rendirme.

Llegué a la cocina, me saqué el delantal blanco que estrangulaba mi cintura y lo tire lejos. Dejé caer mi cuerpo en una de las sillas, agotada por el escándalo. Mi tía, al verme, abandono sus tareas y se sentó en la silla de enfrente. Envolvió mis manos entre las suyas.

-¿Qué pasó ahí fuera cariño?

- Soy una estúpida, seguro que me gané otro castigo. -Pasé la mano por mi frente -. Tía, debe ir a servir la cena, ya yo me ocupo de lo que estába haciendo usted.

Me pare de una salto y fui a trabajar. Mi tía seguio atendiendo a los invitados toda la jornada, y no podía evitar sentirme culpable por hacerla trabajar el doble de lo que le correspondía. Yo mientras tanto, lavaba vasos o hacia cualquier cosa para ayudar, pero ni imaginar cruzarme por la sala, tenia estrictamente prohibido respirar en esa habitación.

Mientras fregaba los platos que habian utilizado en la cena, mi telefono, que yacia en el bolsillo tracero de mi pantalon, vibro. Un mensaje. Me sequé las manos con el paño y lo tomé. Carter. Sonreí sin dudarlo.

Mensaje de Carter 22:05

Hola guapa!! ¿Como estan las cosas por la mansion?

Mensaje para Carter 22:07

Hola guapo!! Horribles :/ Derrame vino en el vestido de Tracy.

Mensaje de Carter 22:09

Otro mas?? Ojala pudiera hacer algo por ti :(

Mensaje para Carter 22:10

Ya has hecho bastante.

Mensaje de Carter 22:13

En dos minutos salgo a tocar, Danielle. Te quiero.

Mensaje para Carter 22:21

Adios. Que estes bien.

Suspiré. Volvi a guardar el telefono en el bolsillo de mi pantalon. Segui lavando los platos, tratado de no pensar en todos los problemas que tenia.

Si esto fuera posibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora