Capítulo 30. Suegras y cuñadas

313 16 4
                                    

Cerró la puerta detrás de ella. Me dejé caer en la cama, rendida, con las manos sobre el regazo. Mi tía se puso en frente de mi, con las brazos cruzados sobre el pecho. Comenzó a negar con la cabeza lentamente.

-Explícame, Danielle -dijo enfadada -, sin mentiras.

Tragué saliva. Estaba nerviosa -. Yo...me encontraba en la habitación de Avery, no quería que nadie me viera y...

-¿Pasaste la noche con Avery?-dijo mi tía espantada. Sus ojos parecían salir de sus órbitas.

-Si, pero te juro que no pasó nada que no debería, lo juro -dije atropelladamente, con miedo que mi tía pensara algo que no era cierto.

-Te creo -dijo algo más tranquila -. ¿Pero tenían que hacer tanto alboroto? Casi matan a todos de un susto. Además, si me hubieras dicho, yo les hubiera ayudado a pasar inadvertidos.

- Lo siento -dije en voz baja.

Mi tía se sentó a mi lado -. Me imagino que tu relación con Carter...

La miré, suplicando que no continuara -.No le he dicho nada, pero esta tarde le diré que no puedo estar con él porque amo a otra persona.

-Te voy a preguntar por última vez. ¿Estás segura de lo que estas haciendo?

-Sí - dije asintiendo con la cabeza -. Espero que las cosas no salgan tan mal como esperaba.

-Así Dios lo quiera - dijo mi tía, dejandome sola en el cuarto.

Carter es tan dulce, que no quiero herir sus sentimientos. Nuestra última conversación no había sido nada agradable. Avery había tenido el descaro de hablar con él sobre mi y nuestra relación, y Carter, de manera justificable, se enfado. Lo peor, es que en el momento en que termine con Carter, él sabrá, o al menos sospechara las razones.

Nick vendría buscarme hoy, asi que preparé rapidamente. No queria cometer el error de que me vieran llegar al instituto con Avery, eso seria la gota que revalse el vaso.

Salgo a la cocina para comer algo. El señor Bloomberg llega a la cocina, con pasos firmes y decididos. Al juzgar por la dureza de su mirada, sospecho que lo que pasó ahí arriba no es nada bueno. Cuando nuestras miradas se encuentran, él me sonrie, y yo hago lo mismo en modo de respuesta.

Me concentro en beber mi zumo de naranja. Mi tia se pone a preparar la cena, y veo, como al partir las verduras, hay un pequeño temblor en su mano.

La señora Bloomberg me saca de mis observaciones en el momento en que llega a la cocina para dar unas instrucciones a mi tia. Luego se va, dejando el ratro de su perfume.

Unos minutos mas tarde, llaman a la puerta. Tal como esperaba, Nick estaba sonriente en la puerta.

Ayer le habia pedido que me cubriera, y él habia accedido a hacerlo sin objeciones. Precisamente en este momento, necesitaba hablar con alguien que no juzgara mis acciones, solo que oyera sin interrupciones.

Despues de habernos despedido de mi tia, y tomar algo para el almuerzo, salimos por la puerta de servicio.

El silencio que habia en el trayecto al instituto era bastante incomodo. Pero ya hubo un momento en que no podia callar mas, y debia soltar todo.

-Nick. -Tomé la maga de su chaqueta, deteniendolo junto a mi-.Necesito hablar con alguien.

Él me quedó mirando sin comprender nada, pero luego su mirada fue suavisandose.

-Soy todo oidos.

Caminamos juntos hasta llegar a una banca solitaria. Nos quedamos en silencio un momento antes de ponerme a hablar.

Si esto fuera posibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora