Capitulo 2. Celos

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La puerta de atrás sonó y supe que Nick venía a buscarme. Abrí la puerta y me abrazó levantándome del suelo.

-Hola, Dani -me dió un pico en los labios.

-Hola,Nick -miré para atrás y vi a mi tía que lavaba los platos del desayuno -.Adiós tía.

-Adios mi niña, adiós Nick.

Puse mi mochila en mi hombro y salimos por la puerta trasera de la casa de los Bloomberg. La señora de la casa había hablado conmigo seriamente el tema de los chicos. Me dijo que en su casa no podía meter chicos ajenos y que permitía sólo que Nick entrara en la cocina. Pero como yo tengo un historial tan largo con hombres que eso se convierte en problema. En fin, lo mas cómico, es que muchos de mis compañeros vienen a casa, pero yo participo de sus juntas de amigos como empleada y no como una compañera más. Además, en el instituto, me tratan como una sirvienta,he sufrido humillaciones también por el hecho de ser becada. Él único no le importa eso es a Nick, mi mejor amigo.

Llevábamos un buen tramo, cuando Nick habló.

-Ayer hablé con mi mamá -dijo y mi respiración se cortó.

-¿Qué dijo?

-Que me amaba, pero que tenía que darle tiempo para que se acostumbrase.

-Es obvio, tiene que acostumbrarse. Ella es muy conservadora y tener un hijo homosexual quizá es choqueante para ella. Dale tiempo, ella te ama y las cosas serán como antes.

-Nunca serán como antes.

-Lo sé.

Caminamos y caminamos hasta que comencé a hablar.

-Avery me habló ayer - dije.

-Dani, él siempre te habla.

-No, pero fue una conversación larga. Me dijo que no quería que le hiciera más los trabajos del instituto. Además. . .

-¿Además que?

-Hoy lo vi semidesnudo. O sea saliendo del baño con la toalla en las caderas y me preguntó si quería que me llevara.

-¿Te gustó lo que viste?

-A ambos nos hubiera gustado.

Reímos hasta que llegamos al instituto. Entramos y nos encontramos con el mismo panorama de siempre. Fui a mi taquilla en compañía de Nick. Saqué mis cosas y nos pusimos en marcha para nuestra siguiente clase. Pasamos por el lado frgrupo de amigos de Avery, incluyendole.

-¡Eh, oye, por qué no me traes un jugo! -gritó uno. Me detuve y observé a los chicos. Avery cargaba su peso en la taquilla y ni siquiera se digno a mirarme. Idiota.

-Maldito imbécil, ¿por qué no metes en tus asuntos guilipollas? -gritó Nick que se acercó a el chico y le pegó un empujón.

-Nick no pierdas tiempo, esta gente no vale la pena -tomé a Nick del brazo y lo llevo al aula para sentarnos.

-No me gusta que te insulten -dice Nick.

-A mi me da igual, no es un trabajo del que debo avergonzarme-aunque a veces lo haga, quise agregar pero considere que era innecesario.

Avery entró en la sala y me siguió con la mirada. Estaba avergonzado, se le notaba.

Las clases acabaron y al fin había llegado el fin de semana. Caminé hacia la casa Bloomberg con un poco de prisa porque ha esta hora,los patrones llegan a comer después del trabajo. Entré por la puerta trasera y fui derechito a buscar la ropa sucia a las habitaciones. Subí y recogí la ropa de Tracy y de los patrones, luego fui a la de Avery.

Él estaba tendido en la cama escuchando música con audífonos mientras yo sacaba su ropa sucia tirada en el suelo. Apenas se percató de mi presencia se sacó los audífonos y se levantó de la cama.

-Danielle -no lo miré y atiné a salir inmediatamente del cuarto -. Danielle.

-¿Necesita algo señor Avery? -pregunté malhumorado.

-Sí. Que me perdones por lo de esta mañana, son unos idiotas.

-Lo mismo pensé - dije para mis adentros -,pero no debes preocuparte, aquí tu eres mi patrón y allá nada. Está bien, tampoco es que me encerrara a llorar, estoy acostumbrada.

-Sólo perdóname por no haber hecho nada.

-No me debes nada, Avery.

Salí de la habitación, bajé las escaleras y advertí que alguien me seguía.

-Claro que te debo algo -dijo Avery bajando las anchas escaleras conmigo.

-Yo solo hago mi trabajo -dije entrando al cuarto de lavado.

-Oye, cambiando el tema, ¿tu me podrías ayudar con matemáticas?Eso no es mi fuerte. ..

-Claro.

Avery se quedó en el umbral de la puerta, observándome. Ya me estaba poniendo nerviosa, por su mirada fija en mi y porque la lavadora no estaba funcionando.

-¿Por qué me miras tanto? -pregunté y él sonrió. Debo admitir que esa sonrisa me encanta.

-Porque eres preciosa.

-Entiendo -dije en un tono de burla.

Avery se fué y yo pensé en sus palabras. Me había dicho preciosa, a que va eso, no sé. Pero hay que admitir que es raro.

Llamo a servicio técnico y dentro de unos minutos enviarán a alguien para que le echen un vistazo a la lavadora. Tengo que tener la ropa limpia.

Cuando ya han pasado unos treinta minutos llaman a la puerta de servicio y yo abro. Un chico de unos dieciocho años, de ojos azules y cabello rizado y vestido con un overol aparece en la puerta. Lo hago pasar y le muestro la lavadora. Mientras el la arregla, me quedo sentada observando.

-No tiene nada - dijo el chico con su voz ronca y profunda -, era algo mínimo pero ya está arreglado.

-Gracias, me has salvado de una grande. ¿Cuanto te debo?

-No, es gratis. Que accedas a salir conmigo es suficiente -asentí con la cabeza. El chico era guapo y no perdía nada -. Aquí tienes mi tarjeta.

Alguien la arrebató de sus manos y vi a Avery leyendo la tarjeta. El chico y yo quedamos sorprendidos. Avery sacó dinero de su billetera y se la entregó al muchacho de overol.

-Toma, así dejas en paz a Danielle -el chico recibió el dinero -. Ahora vete -ordenó en un tono autoritario.

El chico se marchó.

-¿Por qué le estabas coqueteando? -preguntó Avery.

-Yo no estaba coqueteando.

-No lo niegues, estabas de lo más cariñosa con ese chico y accediste a salir con él.

-¿Por qué tengo que darte explicaciones?

-Bueno...porque. ..yo...tu...emmm...

-Bueno no importa, pero te pido que no te metas en mis cosas. Por favor -señalé la salida -, tengo ropa que lavar.

-Perdona.

Salió y yo comencé a lavar la ropa y luego secarla, la doblé y la puse en el canasto para que mi tía la llevara a los cuartos. No me gustaría ver a Avery nuevamente.

Comencé a hacer la tarea en mi cuarto, pero no podía dejar de pensar en Avery y su ataque de...¿celos? No imposible. A él no le gusto. ¿O sí?

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