-¿Quién eres tu? -pregunté demasiado rápido.
-Un amigo cercado de Nick. Esta en el hospital del centro. Tu número estaba dentro de los frecuentes.
- ¿Como te llamas?
-John.
- Te veo allá.
Pasé las manos por la cara y por el cabello, estaba desesperada. Debía ir al hospital cuanto antes. Me pare rápidamente de la cama, tome la billetera y las llaves y salí del cuarto.
Avery estaba de espadas, preparando un café.
- Avery -lo llame y el volteó con una sonrisa.
Creo que notó mi cara de angustia, porque caminó hacia mi lentamente. Me lancé a sus brazos rápidamente buscando consuelo a mi nerviosismo.
- ¿ Qué pasa, Danielle?
Acarició mi espalda y cabello, mientras susurraba que todo estaría bien en mí oído. Nos separamos y lo miré a los ojos, como podía, ya que mis ojos estaban llorosos. Las lagrimas hacían imposible una visión clara de Avery.
-Ne-necesito ir al verlo, Avery -dije con las mejillas humedecidas por las lagrimas -. Necesito asegurarme de que esta bien.
-¿De que hablas, cariño? -preguntó confundido.
- Nick está en el hospital.
Puso sus manos en mis mejillas y limpió, con su dedo pulgar las lagrimas que mojaran mis acalorados pómulos.
- Estará bien, te lo aseguro -prometió besando mi frente detenidamente.
Desearía congelar el mundo en este instante. Quedarme a solas con Avery, disfrutar el contacto de sus labios sobre mi frente, ajenos a todos los problemas.
Pero la vida no es siempre fácil.
Nos apresuramos en salir. Sin importar que alguien nos viera juntos-ya que en ese momento solo pensábamos en Nick y su estado en el hospital - y salimos rápidamente de la casa.
Dentro de unos minutos, llegamos al hospital del centro. Bajamos del auto, y antes de entrar a urgencias, nos dirigimos una mirada que al parecer ambos supimos interpretar. Seria mejor no ser muy afectivos.
Sin mas preámbulos, entramos en urgencias del hospital. El caos era evidente en muchos aspectos, las enfermeras y paramédicos corrían de un lado a otro, con papeles en manos o camillas. Médicos hablaban con familias en la sala de espera, que lloraban ante las obvias malas noticias. Tan sólo imaginarme en esa situación, recibiendo malas noticias acerca del estado de Nick, me encogía el corazón.
Avery se acercó a mí. Tomó mi brazo y me dirigió poco a poco a la recepción. Estaba tan nerviosa que no sabia que hacer. Tener a una persona que te quiera y reconforte en estos momentos, es tener suerte. Tenía suerte de tener a Avery.
-Buenas noches, ¿podría decirme donde esta el paciente Nick Gates? -preguntó Avery a la recepcionista, que hablaba por teléfono e hizo un gesto para que esperáramos. Después de un momento, tapó con la mano el auricular y respondió.
-Esta en la sección B. Su familia esta esperando noticias -respondió y volvió a lo suyo.
Lance una mirada llena de preocupación a Avery. Aún no sabían nada de Nick, lo que aumentaba mi nerviosismo.
Nos abrimos paso entre las personas. Según un guardia, la sección B quedaba al fondo del pasillo a la derecha. Pasamos por fuera de la cafetería. Choque con un chico que llevaba dos cafés en las manos, los cuales se derramaron sólo un poco por el movimiento abrupto del chico. Tenía el pelo negro, gafas bastante grandes negras que cubrían su ojo morado, tenia una heridas en el labio. Era bastante guapo, tiraba pinta de chico misterioso-intelectual, sin tomar en cuenta sus magulladuras.
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Si esto fuera posible
RomanceAmbos viven en realidades muy diferentes, pero bajo el mismo techo. Danielle es dulce y educada; ha estado viviendo y trabajando en casa de los Bloomberg desde que nació y no tiene mas familia que su tía. Avery Bloomberg es rico, guapo y popular;...