Park JiMin es un omega que está locamente enamorado de su alfa pero se da cuenta de la peor manera que éste no era lo que él pensaba descubriendo así que le era infiel.
El omega queda destrozado pero con ayuda de su mejor amigo buscará recuperarse a...
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JiMin al percatarse quién era la persona esperando a que tomarán su pedido no quedó muy felíz con ello, pero a fin de cuentas el alfa era un cliente más y aunque no fuera de su total agrado el chico sentado en la mesa, no podría tratarlo de manera diferente a los demás comensales.
Así que respirando profundo y con una sonrisa en los labios habló --- Bienvenido a VMIN café ¿En qué puedo servirle esta tarde?.
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El alfa maravillado por lo hermoso que se miraba el omega frente a él se quedó unos segundos procesando la pregunta que el castaño le había dicho.
--- ¿Ah? Si, si, digo ¿Qué me recomiendas tú?.
--- Pues, la especialidad que hoy tenemos es café al gusto con una rebanada de pay de piña, pero si gusta puedo ofrecerle algo más de nuestro menú.
--- ¡Oh no! Eso suena delicioso, pero podrías ser tan amable de que mi café sea negro y colocarle un poco de ralladura de coco encima a mi pay por favor --- contestó el alfa en tono amable encantado por el sonido de la voz de su amado.
Mientras el omega asentía y se retiraba para ir por el pedido.
La voz del chico que ocupaba sus sueños era como el canto de los ángeles mismos, seguramente cuando mueres eres recibido por voces tan celestiales como la del lindo omega, eso era lo que creía nuestro apuesto alfa.
Por su parte el omega algo ruborizado por haber tenido al hombre frente a él, que aunque no le agrada sus hábitos, definitivamente era muy guapo y eso no podía negarlo, pero cuando el alfa fue tan específico al pedir un postre que contenía los sabores que contenían su aroma, se ruborizó un poco más, aunque no debía sentirse encantado con eso, su omega si lo hizo.
Pero se recordaba que el pay que el alfa escogió, era parte del paquete que él mismo le ofreció al hombre, y que no debía olvidar que el chico estaba en una relación y múltiple, lo cuál no significaba nada bueno para él, así que se encaminó a la cocina para atender el pedido, regañandose mentalmente por sentirse atraído por un chico que no valía la pena, porque al parecer no aprendía de sus errores y los patanes lo atraían como abejas a la miel.
