Capítulo 69

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MinHo maldecía por lo bajo, sus pulmones ardían y su cuello dolía pero aún así evitaba mostrar en su cara algún rastro de dolor mientras salía de la empresa

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MinHo maldecía por lo bajo, sus pulmones ardían y su cuello dolía pero aún así evitaba mostrar en su cara algún rastro de dolor mientras salía de la empresa.

Sus ahora excompañeros no dejaban de cuchichear mientras le veían, seguramente ya sabiendo que había sucedido y que él había sido despedido.

Y como no, si el señor Min había gritado diciéndole que no quería volver a verle frente a todos en recepción.

Esto era tan humillante, pues nunca se imagino lo que acababa de pasar y que no conforme con que su plan se fuera a la mierda en unos minutos, también se habia quedado sin trabajo.

Y por otro lado tenía a su conciencia que no dejaba de reprocharle por haber tratado tan mal a Suran pues seguro la rubia habria sido un excelente premio de consolación ahora que sabía que JiMin ya no podría ser más su omega.

Pero había sido tan impulsivo que había terminado cangadola en grande con la chica y ahora no podía ir a buscarla después de todo lo que le dijo.

Porque por supuesto que él no iba a darle el gusto a nadie de verle agachar la cabeza, o de retractarse de sus palabras pidiendo perdón, ni siquiera la loca de su secretaria que venía de familia adinerada.

Una familia muy adinara a decir verdad.

Que por otro lado, si lo pensaba bien, no estaba tan loca y quisas unas flores podrían arreglar el mal entendido fácilmente.

El alfa no pudo evitar que una risa gutural abandonará su garganta cuando tal idea vino a su mente y se imagino cuan feliz se pondría la omega de ver qué le llevaba flores y le daba una oportunidad más de estar juntos, porque se notaba que Suran estaba enamorada de él.

Pero dicho movimiento causo en su garganta un gran dolor que le hizo quejarse y llevar sus manos a su cuello haciendo una mueca adolorida, agradeciendo ya haber salido de la empresa y que nadie conocido le viera.

Maldito sea el pálido cara de malandro que le había arrebatado toda su felicidad y casi estuvo apunto de arrebatarle la vida también. Pues de no ser por qué el señor Min había intercedido ahora seguramente estaría visitando a San Pedro.

Cuando el moreno notó la miradas sobre su persona de algunos curiosos en las afueras de la empresa, bajó la mano de su cuello fingiendo que nada paso y camino lo más recto y digno que pudo por el estacionamiento en busca de su auto.

Dentro de la empresa, los empleados no dejaban de hablar sobre el escándalo que se había armado en el área de recepción.

Muchos habían escuchado del mal carácter que podía llegar a tener el señor Min o lo intimidante que el omega dominante podía ser, pero solo habían sido rumores y nadie recordaba haber presenciado esa parte de su jefe.

Pero ahora ver en persona al mismísimo Min YoonSeok gritar y gruñir descontento al alfa que parecía estar bajo su protección anteriormente, ese que nadie parecía poder tocar, tenía a todos completamente asombrados y obviamente hablando de ello.

ROSAS ANÓNIMAS (Finalizada)   - LasManosde YoonGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora