Park JiMin es un omega que está locamente enamorado de su alfa pero se da cuenta de la peor manera que éste no era lo que él pensaba descubriendo así que le era infiel.
El omega queda destrozado pero con ayuda de su mejor amigo buscará recuperarse a...
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Lee MinHo amaba cuando su jefe el señor Min, entraba en celo y es que eran los mejores tres días de su vida desde hace un año atrás.
La razón era simple, cuando Min YoonSeok no estaba en su oficina, el hacia lo que quería.
Empezando por hacer correr el rumor que sus órdenes debían ser obedecidas pues él se auto nombró la mano derecha del señor Min. Por lo que todos debían obedecerle al ser casi el segundo al mando.
Y al parecer parecían ser tan cercanos que nadie se atrevía a desmentir al alfa de piel canela pues MinHo sin duda parecía ser uno de los consentidos del jefe, si no que el único consentido.
Y no es que lo fuera en realidad, porque el señor Min solo era un poco más condescendiente con los buenos empleados, esos que trabajaban de manera eficiente sin dar problemas, y hasta el momento, Lee MinHo era uno de ellos, es por eso que la mayoría de los empleados creía en dicho rumor.
Y aunque en un principio se decía que seguramente el alfa se había metido entre las piernas de tan respetable hombre para obtener esos privilegios y que por alguna razón que nadie comprendía MinHo había terminado siendo amante del dueño de la empresa, fue el mismo Lee quien desmintió todo rumor inmediatamente, pues si YoonSeok se enteraba de ellos no solo rodarían las cabezas de quién esparcieron el absurdo rumor, si no que la suya también rodaría por no desmentirlos y por tomarse atribuciones que no le correspondían, ya que seguramente el señor Min terminaría descubriendo esos que no le convenía que el omega supiera y de los que sacaba provecho.
Es por eso que de alguna manera buscaba permanecer en bajo perfil y desmentir ese tipo de rumores tontos que no le beneficiaban en lo absoluto pues no solo ponía en riesgo su trabajo si no que también ahuyentaban sus conquistas.
Y si Lee MinHo quería que todo siguiera marchando sobre ruedas como hasta ahora, lo mejor era seguir siendo el perfecto empleado ante los ojos del dueño de la empresa y su jefe Min YoonSeok.
Es por esa razón que el alfa se apresuraba terminando su trabajo lo antes posible y de manera eficiente, tanto, que era casi como si leyera los pensamientos del empresario omega haciéndolo quedar bien frente al señor Min quien siempre le ponía como ejemplo con los demás en todas las juntas de la oficina a las que asistía.
Pero la razón tras todo el esfuerzo del alfa, era que Lee amaba tener tiempo libre para coquetear con los omegas de dicha empresa.
Mientras los demás trabajan, Lee se paseaba por los pasillos sin preocupación cuando su jefe se ausentaba con la excusa de ayudar y supervisar el trabajo de sus compañeros los cuales casualmente siempre eran omegas.
Es por eso que el moreno se encontraba en la cafetería en estos momentos visualizando a su nueva presa mientras fingía escuchar a su secretaria que no dejaba de hablar sobre los pendientes que debía realizar para antes de fin de mes.
"Genial, está loca estará ocupada hasta tarde, y podré librarme de ella un buen rato" pensó el alfa sonriendo de medio lado hacia la nueva chica que preparaba los cafés en la barra de la cafetería de la empresa cuando Suran hablaba de organizar su agenda y resolver unos pendientes que el mismo Lee le había pedido.
