Capítulo 21

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Lo siento mucho

Había pasado un mes exacto de que trabajaba sola en la misión. Siempre que iba al club evitaba a Bakugo a toda costa, y no había puesto pie en su agencia desde que dije que haría la misión por mi cuenta. Así que hoy por fin volveré a su agencia. Las carreteras estaban tranquilas, y no había ningún villano cerca.

Llegue a la agencia más rápido de lo que esperaba, y apague el auto. Tome mi teléfono el cual me lo habían entregado el mismo día que hablé con la secretaria de la agencia por la noche. Todavía me acuerdo de Kirishima frente a la puerta del apartamento de Mirio. Él no preguntó nada, solo me entregó el teléfono con una pequeña sonrisa y nos despedimos.

Empecé a caminar hacia el edificio, y pude ver de lejos a Mina. Cuando entre por la puerta ella volteó a verme y sonrió enseguida.

— ¡T/n! —se acercó a mi y me abrazo— te extrañé —yo sonreí, y bese su mejilla en forma de saludo.

— Yo también, pero ya estoy aquí de vuelta —ella asintió.

— Sube, los demás estarán contentos de verte de nuevo —asentí y camine hacia el elevador.

Cuando estuve adentro apreté el botón del piso en donde se encontraban todas las oficinas, y espere hasta llegar ahí. Cuando las puertas se abrieron, pude ver al final del pasillo un poco el movimiento que había en la oficina de Bakugo. Parecía que era él caminando de lado a lado mientras atendía una llamada. Yo camine hasta llegar al frente de la puerta de su oficina, y tome aire antes de entrar.

Abrí la puerta con lentitud, y pude ver a Bakugo hablando por teléfono.

— Bruja, no sigas —ese apodo— hablaré con ellos y te avisaré, pero ya deja de fastidiar —sonreí mientras negaba con la cabeza.

Ya sabía con quien él estaba hablando.

Mitsuki...

Hace tantos años que no sé nada de ella.

— Adiós —cuando colgó, soltó un suspiro un poco cansado, y yo no pude evitar soltar una pequeña risa.

Bakugo al escucharme se giró para poder verme.

—Sus ojos parecieron brillar de repente— Hola —alce una de mis manos y la moví de la lado a lado en forma de saludo.

—Bakugo guardó su teléfono en uno de sus bolsillos, y se acercó un poco a mi— Mira quien regresó —sonreí de lado— t/n Aizawa —me encogí de hombros.

— Como le dije a la secretaria, volvería en un mes —sonreí— y aquí estoy —Bakugo asintió.

— ¿Seguirás haciendo la misión por tu cuenta? —preguntó, y yo negué con la cabeza.

— No, volvemos a ser un equipo querido Katsuki Bakugo —él soltó una muy pequeña risa— y, ¿hablabas con tu madre? —pregunte, mientras me sentaba en uno de los sofás.

—Bakugo imitó mi acción y se sentó a un lado mío, manteniendo nuestro espacio— Si, quiere que invite a los extras a una cena —entrecerré mis ojos cuando dijo "extras".

— No les llames extras, son nuestros amigos —reclame.

—Bakugo pareció recordar algo— Parece que estoy viviendo un dejavú, me dijiste algo muy parecido cuando éramos adolescentes —yo reí un poco.

— ¿Como está Mitsuki? —pregunte, y Bakugo suspiro.

— La bruja está bien —yo le di un pequeño golpe en el muslo por llamarla de esa manera, a pesar de que me daba un poco de risa— un poco cansada —note como la expresión de Bakugo se oscureció un poco.

—Mis ojos lo miraban buscando una explicación— ¿Que sucede, Bakugo? —pregunte, y él se quedó callado por un momento.

—Tomó una bocanada de aire— Hace dos años diagnosticaron al viejo con cancer metastizado, lo encontraron tarde, así que dio tiempo a que se regara por la mayor parte de su cuerpo —cuando dijo eso mi respiración falló por un momento.

Yo tome una respiración profunda, y solté el aire de manera lenta para mantener la calma. Sin pensarlo mucho abracé a Bakugo con todas mis fuerzas.

— Lo siento mucho... —mi voz salió un poco quebrada.

Bakugo correspondió mi abrazo con fuerza, como si eso fuera lo que él estuviese esperando por mucho tiempo.

— Perdón por no haber estado ahí cuando me necesitaste... —una lagrima escapó de mi ojo izquierdo.

— No digas estupideces... —refutó, con su voz más ronca de lo normal.

Nos quedamos abrazados por un largo tiempo en el que yo acariciaba el cabello de Bakugo, mientras él lloraba en completo silencio. Cuando nos separamos yo limpie un poco sus lágrimas con mucha delicadeza.

— Deja de llorar —dijo Bakugo, como regaño.

—Yo sonreí mientras aún lágrimas caían por mis mejillas— No lo puedo evitar, disculpa... —me limpié de manera torpe las lágrimas.

— Ven aquí —Bakugo agarró mi rostro y limpio con sus pulgares las gotas que aún quedaban en él— no te preocupes, le dan medicamentos para que no sienta el dolor, pero siempre está cansado —apreté mis ojos con fuerza para intentar que las lágrimas se detuvieran.

Solloce un poco, y luego respire profundo como unas tres veces para poder calmarme.

— Mañana será la cena, y quiero que tú vayas —lo mire sorprendida.

— ¿Estas seguro? —él asintió y despeinó un poco mi cabello.

— Estarán contentos de verte, han pasado muchos años —apreté un poco mis labios.

— Está bien... iré... —dije, intentando sonreír al final.

—Bakugo hizo que yo lo mirara a los ojos— No te quiero ver así, sé que la noticia toma de sorpresa pero lo mejor en estos momentos es mantenernos fuertes, luego tendremos tiempo de llorar —en estos momentos sentía unas ganas inmensas de abrazar a Bakugo durante todo el día.

— Eres demasiado fuerte... yo no podría... —mire al suelo.

Bakugo se quedó en silencio por unos momentos.

— Tú también eres fuerte —mis ojos cayeron en él, y podía ver la sinceridad clavada en su rostro.

Yo me acerqué un poco a él, y recosté mi cabeza en su hombro. Él no dijo nada, solo se quedó quieto en su lugar, para luego subir una de sus manos hacia mi cabello para acariciar lo. Estábamos en silencio, disfrutando la cercanía.

— Pensé que te enojarías conmigo por desaparecer por un mes —comenté bajo para cambiar de tema.

— Entendí por que lo hiciste... —respondió— cuando me lo informaron no me sorprendí —su voz era baja.

— Bakugo... tenemos una conversación pendiente —moví mi cabeza para poder verlo a la cara.

—Él me miro a los ojos— Lo sé, pero por hoy... vamos a pasarlo tranquilo —sonreí.

— Me parece bien. ¿Ya comiste? —pregunte.

— No —respondió.

— ¿Pedimos algo para que llegue a la agencia? —él sonrió un poco y asintió.



Hasta aquí el capítulo de hoy
Espero que les haya gustado :3

Bueno, por fin viene la pregunta: ¿Les gusta la duración de mis capítulos?

¿Ustedes los sienten cortos, largos, o justamente lo necesario?

Ahora si, nos vemos.

Bakugo y tú - Paso a paso ||Segundo libro|| ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora