Bakugo y tú - Paso a paso ||Segundo libro|| ✔️

Capítulo 30

La verdad duele

«Les deje una canción en la portada, pónganla cuando quieran.»

Pov Bakugo

El sol se escondía lentamente, informando que la noche se acercaba. Yo había estado dando vueltas por la ciudad, no quería llegar al apartamento, no aún. Sé que soy pésimo con las palabras, así que he estado durante horas pensando que carajos le dire a Setsuna. ¿Como empiezo la conversación? ¿Que mierda debería hacer? Ella es fuerte, pero también puede tener sus arrebatos de impulsividad. No quiero que nada quede en el limbo, o dejar algo sin aclarar.

Así que sé que debo hablar con calma para que ella no se vaya dejándome con las palabras en la boca. Y eso será un trabajo difícil, por que t/n está relacionada con el tema. Con solo mencionar su nombre, estoy seguro de que Setsuna se pondrá a la defensiva. Por que ella lo sabía, igual que todos; sabía que t/n y yo nunca habíamos dejado de sentir cosas por el uno al otro, pero como quiera le dolerá. Apreté el guié y respiré hondo, girando en una esquina hacia una calle para por fin ir al apartamento.

Tenía tantas cosas en mi cabeza, que siento que me volveré loco. Setsuna, la misión, Dabi, t/n...

"— Sabes que al final... siempre apuesto todo a ti —"

Una pequeña sonrisa por poco se escapa de mis labios, pero la retuve. Pero mi mente no pudo evitar pensar en lo que había pasado antes de ese comentario que t/n me había dicho.

Ese beso.

Cuando t/n me beso, no pensé ni por un momento en detenerla, solo me dejé llevar.

Y no me arrepiento.

La había extrañado; había extrañado sus labios. La manera en que ella besa con tanto cariño y a la misma vez deja salir su lado erótico. Mi pulso se aceleró al volver a tener ese tipo de contacto con ella, como si fuera un maldito adolescente de nuevo. Y aunque nunca lo diré en voz alta, es algo que me fascina. Cuando mi corazón se acelera, puedo sentir que estoy vivo, y que no solo soy el Katsuki Bakugo frío y serio que todos conocen.

T/n logra sacar cada faceta mía sin esfuerzo alguno, como si tuviera control de mi. Como si le perteneciera y me pudiera controlar a su antojo, y debo decir que eso me vuelve loco. Nadie más que ella logra hacer que mis emociones se descontrolen, y provoca que deje de pensar con claridad. Amo como ríe cuando yo demuestro estar avergonzado por algo, por que sus ojos se entrecierran, y sus labios forman una hermosa forma en ellos, haciéndolos lucir más apetecibles.

Detuve mis pensamientos sin control sobre t/n, por que si empezaba a decir todo lo que me gustaba de ella, estaría toda una vida hablando sin parar. Mi vista cayó a los apartamentos en donde Setsuna y yo vivíamos, ya que había llegado sin darme cuenta. Me estacione, y apague el auto, respirando hondo al final. Me baje del carro, y comencé a caminar hacia mi apartamento, demostraba estar tranquilo, pero era todo lo contrario. Las llaves resonaron cuando las saqué de uno de los bolsillos de mi pantalón para poder abrir la puerta.

El sonido de la puerta abriéndose se escuchó como eco en el apartamento que parecía estar vacío, pero sé que no lo estaba. Cerré la puerta cuando por fin entre, y lleve mis pasos a la sala, dejando las llaves en la mesa que se usaba como comedor. Pude sentir pasos acercándose, y ya sabía lo que se venía. Setsuna salió del pasillo, y se detuvo quedando frente a mi. Así es ella, le gusta enfrentar a las personas de esa manera, con la cabeza en alto.