Capítulo 1

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Revuelo

Un nuevo día, lo que significaba que hoy pasarían muchas cosas. No era un día normal y corriente, ya que hoy iríamos a una agencia para reunirnos con otros héroes.

— ¡Amor! llegaremos tarde —grite desde la sala.

Escuche unas pisadas acercándose a donde mi.

—Él me sonreía muy tranquilo— Sabes que son las siete y media de la mañana, y la reunión es a las diez, ¿verdad? —él me abrazo sonriéndome un poco.

—Él siempre me mantenía en calma— No importa, puede haber tráfico, así que es mejor irnos ahora —bese su mejilla.

—Acercó su rostro a mi, y me dio un cálido beso en los labios— Ya estoy listo, nos podemos ir —asentí, alejándome de él.

Tome mi pequeño bulto que usaba como bolso, y lo coloqué atrás de mi espalda. Salimos de nuestro departamento, y bajamos por un ascensor al primer piso. Pasamos por la recepción, y seguimos caminando para ir al estacionamiento, ya que ahí estaba el auto de mi pareja.

Él quito el seguro del auto, y nos adentramos a él. Nos pusimos los cinturones de seguridad, y él prendió el auto para por fin irnos a esa reunión. Encendió la música, no estaba muy alta, pero era relajante para el camino.

Él tomó mi mano, y yo apreté el agarre sonriéndole. El camino era silencioso, pero no nos molestaba. Pasaron unos veinte minutos hasta que por fin llegamos a esa agencia, la cual yo nunca había visto. O por lo menos nunca la había visto en persona, por que sabía perfectamente quienes eran los dueños.

Salimos del auto, y caminamos los dos juntos hacia adentro de ese gran edificio. Hablamos con la secretaria y nos dijo que subiéramos al noveno piso, ya que ahí estarían todos esperando por la reunión. Entramos al elevador y presionamos el botón del piso que nos indicaron.

— ¿Estas nerviosa? —preguntó Mirio, tomándome una poco por sorpresa.

—Yo mordí un poco mi labio inferior— Solo un poco, hace mucho no los veo —suspire— hace siete años con exactitud... —yo había perdido toda comunicación con mis amigos.

Después de la graduación, no volví a hablar con Mina, ni con Denki, ni Kyoka... con ningún de ellos. Me fijé completamente en mi carrera como héroe. Trabajaba hoy en día en la agencia de Hawks, él ya era más adulto pero estaba lejos de retirarse... o eso creo. Y la comunicación que nunca perdí fue con mi padre, Shota Aizawa.

Había estado viviendo en su apartamento por unos cuatro años. Y durante ese tiempo nos fuimos tomando más confianza, hasta al punto de que ya cuando nos preguntan sobre qué es lo que somos, respondemos que somos padre e hija.

Mirio y yo seguimos hablando también. Estuvimos unos tres años como novios, sin convivir en un mismo hogar, ya que necesitábamos nuestro tiempo para eso. Hasta que llegamos a cuatro años de estar juntos, queríamos formalizar un poco más, y yo me mude a su departamento.

El elevador se detuvo, y sus puertas se abrieron. Comenzamos a caminar, y vimos una sala en donde estaban las luces prendidas.

— Creo que es ahí... —comentó Mirio, acercándose a las puertas para abrirlas.

Íbamos a entrar sino fuera por que una voz nos detuvo.

Bakugo y tú - Paso a paso ||Segundo libro|| ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora