Bakugo y tú - Paso a paso ||Segundo libro|| ✔️

Capítulo 61

Confío en ti

Tres meses de embarazo

Pov Bakugo

Eran las siete y media de la mañana, y estaba en el baño con t/n... agarrando su cabello en una coleta mientras ella vomitaba. Estaba agachado, acariciando su espalda, esperando a que terminara. No era común que vomitara, pero a veces por las mañanas las náuseas le ganaban y no podía contener los vómitos. Cuando se detuvo echó su cabeza a un lado, ocultando su rostro de mí.

— Que asco... —murmuró, recuperando el aliento— no me mires —pidió, avergonzada.

Sonreí, sintiendo ternura. Ese sentimiento ya era normal en mí desde que ella había quedado embarazada. Todo lo que hacía me causaba ese sentir y me encantaba consentirla en cada cosa que ella pedía.

— No seas tonta, ven, vamos a echarte agua en el rostro —la ayude a levantarse del suelo.

Abrí la llave del lavamanos y eche agua en el rostro de t/n con cuidado.

— Deberías ir a la agencia —dijo, cerrando la llave del lavamanos.

Negué con la cabeza.

— Me quedaré, hoy no iremos a la agencia —sostuve su rostro y con los pulgares quite el agua que chorreaba por su rostro.

— No, Katsuki, hay que trabajar —discutió.

Bese su frente, acariciando su cabello.

— Tú tienes que descansar, por un día no pasará nada, enana —dejé cortos besos por todo su rostro.

Escuche su suave risa y sentí como sus brazos me abrazaron.

— ¿Puedes hacerme un masaje? —preguntó, tímida.

Reí ronco, dejando un beso en su cuello.

— Claro —respondí.

La guíe hasta la habitación y la recosté en la cama en lo que buscaba en una de las gavetas de la habitación alguna crema. Cuando la encontré volví a la cama, posicionándome atrás de t/n. Con suavidad le quite la camisa, rozando mis dedos con su piel, provocando que ella casi temblara ante la sensación. Sonreí de lado al ver como con cosas tan simples lograba una reacción en ella. Eche crema en mis manos y el olor a coco se expandió por el cuarto. Puse mis manos en los hombros de t/n, haciendo que diera un pequeño brinco.

— Dios, esa crema sí que está fría —soltó una pequeña risa al final.

Masajee sus hombros con lentitud y con la fuerza que hacía falta para relajar esa área. Poco a poco veía como sus hombros se relajaban más y movía su cuello con lentitud a los lados.

— Katsuki... —me llamo en un susurro.

— ¿Hmm? —emití un sonido para que siguiera hablando.

— ¿Que crees que sea? ¿Niño o niña? —preguntó, curiosa.

Me mantuve en silencio por unos minutos pensando en que responder. Nunca me había puesto a pensar en eso, lo único que quería era que ese bebé naciera sano y que t/n saliera viva del parto.

— No lo sé —conteste— ¿tú que crees que será? —pregunte de vuelta.

— No sé, dicen que las embarazadas tienen un sexto sentido y sienten si será niña o niño, pero yo la verdad es que no tengo idea —suspiro cuando mis manos bajaron a su espalda para masajear ahí también.

Su espalda era tan sensible y eso me fascinaba, podía hacer que temblara entre mis brazos con solo una caricia.

— ¿Que te gustaría que fuera? —preguntó, con un tono bajo.