Capítulo 62

2.2K 138 51
                                    

Siempre estarían con nosotros

Estaba acostada en una camilla y mi ginecóloga estaba justo frente a mí.

— Bien, antes de comenzar quiero saber si quieren saber el sexo del bebé o prefieren que el día del parto sea sorpresa —comentó.

— Queremos saberlo —respondí por los dos.

Ella asintió, sonriendo.

— Entonces, comencemos —dijo.

Empezó a preparar todo para hacerme la ecografía.

— Puede que sientas que esté fría la crema, pero es soportable —aviso.

Yo asentí, mordiendo mi labio inferior ansiosa. Katsuki estaba a mi lado, igual de expectante que yo. Ella esparció la crema por todo mi vientre y cuando terminó, colocó un aparato encima que mostraba el ultrasonido en una pantalla.

— Vamos a escuchar el latido del pequeñín —animo, mi ginecóloga.

Toco algunos botones en la máquina y unos latidos calmados comenzaron a oírse. La ternura se apoderó de mí y agarre una de las manos de Katsuki con fuerza. Veíamos a la pantalla que mostraba el interior de mi vientre y apreciábamos un pequeño bebé en curso. Aún le faltaba crecer, pero ya estaba tomando forma.

— Todo va muy bien, al parecer lo consienten mucho —ella sonrió, mirándome.

Yo reí bajo, aún con mis ojos en la pantalla.

— Ahora veamos que será este pequeño —movió a diferentes lados el aparato sobre mi vientre.

Sus ojos se entrecerraron para forzar su vista y parecía muy concentrada en lo que hacía. El bebé parecía moverse, pero al lado contrario de donde necesitábamos.

— Al parecer es tímido, está escondiéndose —hablaba calmada.

Estaba nerviosa, en verdad quería saber si era niña o niño, esperaba a que escuchara mis súplicas mentales y se moviera aunque fuera un poco. El bebé volvió a removerse inquieto, dejando que viéramos su rostro. Las caricias de Katsuki al dorso de mi mano me mantenían tranquila dentro de lo que cabe. El pequeño se siguió girando a nuestra dirección con lentitud, tomándose su tiempo.

— Eso es —motivo, Hayashi.

El bebé se dejó ver por completo y con mis ojos intenté descifrar que había entre sus piernas, pero la verdad es que fallé...

No soy una experta.

La sonrisa de Hayashi creció, victoriosa.

— Es... —susurro, Katsuki, pero no termino de hablar.

Sus ojos rojos brillaban con intensidad.

— ¿Es que? —pregunte, curiosa.

— Algo me dice que Bakugo ya lo descubrió —bromeó, Hayashi.

Alce una ceja, manteniendo mis ojos en Katsuki.

— Felicidades, es una niña —informó, feliz.

Mi boca y mis ojos se abrieron a más no poder, casi faltándome el aire.

— ¿En serio? —pregunte, sin poder creerlo.

Ella asintió.

— Sí —respondió.

Mire a Katsuki, apretando la mano que le tenía agarrada.

— ¿Como lo supiste? —pregunte.

Él se quedó embobado viendo la pantalla.

Bakugo y tú - Paso a paso ||Segundo libro|| ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora