Capítulo 42

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Listos

{☆☆☆}

Mi cuerpo lo sentía pesado. No había movimiento cerca de mi, o por lo menos yo no era capaz de escuchar nada. Tenía mis manos amarradas, haciendo imposible que yo hiciera algo.

— T/n —me sobresalte al escuchar mi nombre— tranquila, soy yo, Katsuki —Katsuki...

— ¿Donde estamos? —pregunte, desorientada aún.

— No lo sé... lo único que sé es que no puedo usar mi poder —me alerte al escuchar eso.

Mire a mi alrededor, estaba oscuro, pero se podía ver lo que estaba cerca de ti gracias a una muy pequeña luz que había en el lugar. A mi alrededor se encontraban todos los demás: Mina, Kirishima, Denki, Deku, Todoroki, Uraraka y Kyoka. Intente usar mi segundo poder: teletransporte. Pero no funciono, tal y como había dicho Katsuki. Éramos los únicos despiertos, los demás seguían inconscientes.

— Katsuki, ¿como se supone que vamos a salir de aquí? —pregunte, alzando mi voz.

— Ey, cálmate —¿como mierda me pedía que me calmara?— hay que confiar en que nos van a encontrar —lo mire, frunciendo mis cejas.

— Bueno, pues esperemos que no estemos muertos para ese entonces —mis nervios se notaban.

¿Como podías asimilar que te habían secuestrado con casi todos tus amigos más cercanos? No había manera de aceptar esa realidad. El miedo que sentía no era nada comparado a uno que había sentido antes. Hacía que mi cuerpo temblara, y todos mis sentidos se agudizaban más, sobretodo el auditivo.

— T/n —me llamo, y yo solo espere a que terminara de hablar— vamos a salir de aquí, te lo prometo —por primera vez no le creía a Katsuki.

No podía, era imposible para mi creerle.

{☆☆☆}

El sábado había llegado, y eso sólo significaba una cosa: la misión iba a comenzar. Nos encontrábamos en la agencia de Katsuki, esperando a Hawks.

Siempre llega tarde.

Estaba afuera del edificio, recargada en una de las paredes, fumando un cigarro. Quería alivianar los nervios, y creo que esa era la única manera de hacerlo.

— No sabía que fumabas —Mina se posicionó a un lado de mi, recargándose en la pared igual que yo.

— Tampoco es que lo haga mucho, y esto empezó hace un mes y medio atrás más o menos —ella asintió.

— ¿Nerviosa? —preguntó, y yo suspire.

— Si, siempre me pongo igual —respondí, dándole otra calada al cigarro.

Su brazo izquierdo pasó por encima de mis hombros, dándome un medio abrazo.

— Todo saldrá bien —aseguró.

Solo asentí, sonriendo con levedad. Seguía fumando, hasta que el cigarro llegó a su final, en ese momento lo tiré al suelo para apagarlo por completo, y luego lo tomé del piso para botarlo en un basurero. El auto de Hawks llegó, y yo me crucé de brazos viendo como se bajaba del carro.

Bakugo y tú - Paso a paso ||Segundo libro|| ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora