El Oscuro Protector

CAPÍTULO XVII

CAPÍTULO XVII

-¿Qué dijiste?-. Preguntó Mark al ver la reacción preocupante de Gun.
-Ella es la ex novia de P'Boat-.
Mark, inmediatamente apagó el televisor y preguntó.
-¿La conoces?-.
-Fue al antiguo restaurante a decirme que me alejara de él porque me haría mucho daño-.
Mark miró los ojos de Gun que estaban al borde de las lágrimas. Pensó que durante este tiempo que han compartido ya estaba sanando, pero se había equivocado.
Gun continuó.
-En ese momento, no le creí. Pensé que estaba despechada o algo así. Debí escucharla ese mismo día, pero no lo hice-.
-Ya no te tortures-.
La voz de Gun comenzó a temblar y las lágrimas salieron inevitablemente.
-Sí él tiene que ver con esto...-.
-Cálmate, por favor-.
-Tengo miedo, Mark. Él me va a encontrar-.
Mark lo tomó del brazo y lo tiró hacia un abrazo apretado, como si le mostrara que lo aferraría fuertemente a él para impedir algún daño.
-No temas. Ahora estoy yo-.
-¡Protégeme! ¡No dejes que me vuelva a lastimar!-.
-No lo haré-.
Mientras lo abrazaba con fuerza, por su mente paseaban varias preguntas del por qué no sabía esta noticia y si Boat tenía algo que ver con ello.
Gun despegó su cabeza del pecho y la levantó hacia la altura del rostro de Mark.
Lentamente acercó sus labios al del otro chico con la intención de conectar.
El cálido abrazo, la sensación de protección y el ambiente hicieron que ambas personas conectaran en un beso profundo y sincero. Un beso que Gun no podía describir con palabras, pero sin dudar era definitivamente mucho más cálido y dulce que los labios de Boat.
En su corazón no había más que sentimientos profundos, los cuales creía extinto. El temblor en su cuerpo se había disipado y la calma interior había llegado. Los latidos en su interior sonaban con fuerza, pero expeliendo una calma que relajaba su alma.
Por fin había encontrado paz en su corazón.
Mark, por su parte, estaba probando los labios que tanto había anhelado, algo que entregó felicidad en su interior. Aún así, la lucha de la razón con el corazón había comenzado. Si continuaba, era lo más probable que no funcionaría. Pero si lo dejaba, se arrepentiría toda su vida.
Lentamente, Mark separó sus labios y ambos se miraron como si sólo bastara la conexión visual para comunicarse.
-Te aseguro que estás a salvo conmigo. Nadie sabe que estás aquí. Sólo tus dos amigos-. De pronto habló Mark.
-Pero...-.
-Espera un momento...-.
Mark sacó su teléfono celular y mensajeó a uno de sus hombres.
"Boun, ven al departamento de Gun inmediatamente"
"Entendido".
Dejó su celular sobre la mesa, apagó el fuego donde se cocinaba la comida y llevó a Gun a la sala sentándolo en el sofá y él a su lado.
-Escucha. Quiero que te calmes un momento, ¿sí?-.
La mano de Mark pasaba por el rostro de Gun con suavidad, sintiendo cada centímetro de su piel.
-Estoy calmado. Algo pasó que de pronto me sentí en calma. Fue... tu beso-.
-...-.
-No sé por qué el beso calmó mis emociones-.
Gun miraba con seriedad a Mark esperando quizás algún comentario alentador.
-Yo...-.
Suena el timbre.
Mark se levantó inmediatamente de su asiento y abrió la puerta. Boun entra mostrando sus respetos al chico presente y se fue a la oficina.
Mark miró al chico y habló antes de retirarse tras Boun.
-Termina la cena. Yo volveré en un momento-.
-De acuerdo-.
Se alejó de Gun con miles de pensamientos y preguntas en su mente.
¿Qué había pasado? ¿Por qué aceptó ese beso? ¿Por qué Gun no lo rechazó?
Si bien, estaba decidido a no cruzar la línea, aquel acercamiento que tuvieron ambos, cambió drásticamente todo. Ahora no podía seguir conteniendo sus sentimientos, y ya debía aceptarlo.
Mark Siwat Jumlongkul se había enamorado por primera vez en su vida.
-Dígame, Khun Mark. ¿Necesita algo?-. Preguntó Boun apenas Mark cerró la puerta de la oficina.
-Sí. Necesito que averigües lo que sucedió con Apple Lapisara-.
-¿La mujer que estuvo hospitalizada?-.
-Sí-.
-Bien, Khun-.
-Lo importante es que quiero que descubras si Boat Tara Tipa estuvo involucrado en eso. Ahora puedes retirarte-.
-Como usted ordene-.
Boat le dio sus respetos a Mark y se retiró.
Si sus sospechas eran ciertas, entonces eso significaba que Boat es una persona que lastimaría a cualquiera, incluso a los que ama. Si fue capaz de casi matar a su ex novia, a la que un día amó, entonces sería capaz de encontrar a Gun y lastimarlo nuevamente como ya lo hizo una vez.
Si corroboraba su teoría, tendría que extremar medidas.
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En la cena, ambos chicos comían en silencio. Ninguno de los dos insinuaba algo acerca del beso, pero en su interior, Mark tenía la intención de hacerlo. Debía soltar dudas y era ahora o nunca.
-Gun-.
-¿Sí?-. Preguntó el chico con toda calma.
-Lo que pasó antes...-.
-Oh, no te preocupes. Sé que fue cosa del momento y nos dejamos llevar. Estaba acongojado y asustado, pero me sentí cómodo con tu abrazo y me confundí. Eso es todo-.
Mark escuchaba atentamente a Gun, pero su mente quedó completamente vacía. No quedó ningún tipo de pensamientos que tenía planeado decir.
"¿Es así? Todo fue simple confusión de tu parte. Eso quiere decir que no sientes lo mismo que yo. Es probable que tu corazón aún le pertenezca a ese bastardo".
-Sí, tienes razón-. Respondió cabizbajo.
La realidad de lo que quería decir era: "Tú decides lo que quieres que suceda. Yo estoy dispuesto a todo".
De todas maneras, Gun había decidido. Simplemente no eran nada y así tendrían que continuar.
Gun lo observó con curiosidad como si se hubiera dado cuenta que algo pasaba con él.
-¿Estás bien con eso?-.
-Sí, claro. No te preocupes, no es como si estuviéramos enamorados-.
-Es verdad-.
Gun lanzó una sonrisa a Mark que llenaba por completo su corazón. Era demasiado difícil no enamorarse de aquella sonrisa amable y hermosa.
Mark dejó de mirar a Gun y se levantó inmediatamente de la mesa.
-Bien, creo que debemos ir a descansar. Ha sido un largo día-.
-De acuerdo, sólo déjame lavar los platos-.
-Lo haré yo-.
-¿Tú?-.
Una sorpresa para el chico. Su jefe, dueño de una cadena de restaurantes lujosos, que vestía siempre con trajes caros, lavaría los platos de la cena. Pero lo que sorprendió más a Gun fue el hecho de que Boat jamás hizo tal acto que, aunque fuera insignificante, valía mucho para él.
-Por supuesto. No creerás que no puedo hacer estos trabajos-.
Desabotonó las mangas de la camisa y la subió a la altura de los codos.
-Esto tengo que verlo-.
Caminaron juntos hasta la cocina y Gun procedió a explicar los lugares donde encontraría los utensilios de lavar.
-Aquí tienes la esponja, el lavaloza y los guantes-. Dijo Gun entregando los objetos a Mark en sus manos, luego se dirigió hacia un colgador y tomó un delantal.
-Debes ponerte esto antes de comenzar y ocupa agua caliente-.
-Sí, señor-. Respondió Mark divertido.
Gun pasó por sobre la cabeza de Mark el delantal acercando su rostro al del chico. Podía mirar de cerca sus rasgos y grabarlos en su memoria. Rápidamente volteó a Mark y amarró su cintura.
-Ya estás listo. Puedes comenzar-.
Le dio un pequeño empujoncito a Mark acercándolo al lavaplatos.
Mark, lavaba los platos con torpeza a la vista de Gun que estaba parado apoyado en la puerta y mirando divertido las acciones de Mark.
Los platos chochaban si cesar a causa de la poca habilidad de Mark al maniobrar objetos con guantes puesto. Podía hacer otro tipo de cosas con guantes, pero usarlos para lavar loza, definitivamente no era lo suyo.
-¡Oye, no te derrames!-.
El agua en el lavaplatos comenzó a aumentar esparciéndose por todos lados, debido a la obstaculización del paso del agua por la tubería.
-¡Rayos!-.
A causa de querer botar el agua y evitar el derrame, Mark sacó la loza y la colocó a un lado, pero no se dio cuenta que estaban colocados en el borde de la mesa y dos tazones cayeron al piso ocasionando un gran lío.
Gun soltó una carcajada y se acercó a Mark.
-Dios, es un simple lavado de platos, ¿cómo puedes ser tan torpe Ai Nhu?-.
-¿Ai Nhu?-.
-Sí. Mírate, pareces un niño con todo el desastre que has hecho-.
Gun ayudó a Mark a levantar los pedazos de tazones esparcidos por todo el lugar.
-Lo siento, es que yo...-.
-No te preocupes, sólo termina con el resto. Yo me encargo de lo demás-.
-¿Quieres que termine?-.
-Por supuesto. Debes aprender-.
-Sí, tienes razón. Además, me ofrecí a ayudarte y lo haré-.
Ambos rieron y tomaron este momento como una anécdota que iría al lugar de los recuerdos de ambas mentes.
Terminada la labor, ambos chicos se retiraron de la cocina y cada uno se dirigió hacia sus respectivas habitaciones.
-Buenas noches-. Dijo Mark.
-Eh... Antes de que entres, me gustaría preguntarte algo-.
-Sí, dime-.
-Mañana es sábado y Plan con Title me invitaron a un bar por aquí cerca. De verdad me gustaría ir-.
Mark lo miró y sonrió discretamente.
-¿Por qué suena como si me estuvieras pidiendo permiso?-.
Gun se sonrojó ante eso y agachó su cabeza.
-...-.
-Escucha, no estás secuestrado. Puedes ir a cualquier lado que se te antoje. Sólo te pido que siempre vayas con Kao y que seas discreto. Nada más-.
-Sí, pero yo quiero avisarte-.
-¿Por qué?-.
-Porque así sabrás dónde estaré en caso de que te necesite-. Habló seriamente.
La cara de Mark cambió de divertida a sorprendida cuando escuchó a Gun. Evidentemente, Gun lo necesitaba y mucho.
-De acuerdo. Pero vuelvo a repetir que no eres un preso, así que puedes salir cuando desees-.
-Está bien. Buenas noches-.
-Descansa-.
Gun cerró su puerta y se dirigió a la cama con su mente llena de emociones y sentimientos encontrados.
"¿Qué está pasando conmigo? Me sentí tan cómodo al besarlo, que no quería separarme de él. Sus labios son más cálidos que los de P'Boat. Sus besos son diferentes, mucho más comprometedores. Mi corazón latió muy fuerte en todo momento que casi sale de mi pecho. Indudablemente latió con más intensidad que la primera vez que P'Boat me besó... ¿Será acaso que...?"
Acostado en la cama pensando y pensando, intentando entender que lo que había sucedido, lo había anhelado desde la primera vez que besó a Mark.
Entre pensamientos que inundaban su cabeza, finalmente se quedó dormido.
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