CAPÍTULO XXVII

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CAPÍTULO XXVII


Camino a su nueva casa, Gun aprovechó la instancia para saber de algunas cosas que no pudo preguntar porque Mark estuvo todo el tiempo jugando con los niños como si fuera un infante más.
-¿Por qué vas a ese orfanato?-.
El oyente le dio una sonrisa de satisfacción y respondió.
-Porque voy todos los meses a dejarle una cierta cantidad de dinero para los niños-.
-¿Dinero?-.
-Sí, ayudo a ese hogar desde que salí del colegio. Es una manera de agradecerles el tiempo que me cuidaron, y darles un buen porvenir a esos niños-.
-Entonces, lo que entregas es dinero sucio-.
Mark sacudió su cabeza en negación y respondió la única cosa que le faltaba explicar.
-El lavado de dinero lo soluciona todo-.
Mark se abrió a la honestidad para Gun, pero este no daba crédito a esa verdad.
-¿Lavado de dinero? Pero es peor-.
-Al principio, usaba ese dinero, pero cuando compré los restaurantes, comencé a usar los ingresos de los locales-.
-Ya veo-. Suspiró.
De un momento, su sonrisa desapareció y miró a su acompañante seriamente.
-¿Sabes una cosa, Gun?
-¿Eh?-.
-Desde hace mucho tiempo he estado pensando en adoptar-.
Las palabras del jefe sorprendieron a Gun en demasía.
-¿Hablas en serio? Pero si sólo tienes 21 años-.
-Lo sé. No digo que será ahora, pero sí en un tiempo más. Mi padre sabe que no puedo darle un nieto de mi sangre, pero sí uno adoptivo-.
Gun dio un respiro pausado y luego prosiguió con sus preguntas.
-Lo criarías para que siga los negocios sucios de tu familia, ¿no es así?-.
-No, por supuesto que no. No me involucraría en sus asuntos. Él mismo será quien decida si quiere seguir o no-.
-Entiendo-. Respondió Gun mirando hacia la ventana.
-Además, me encantaría tener una familia. No quiero estar solo el resto de mi vida-.
-Pero ya no estás solo. Me tienes a mí-. Respondió rápidamente volteando su cabeza.
Mark tomó la mano de Gun y la aferró con fuerza.
-Lo sé-.
-Creo que tienes un don con los niños. Te vi muy animado con ellos, como si fueras un bebé más, Ai Nhu-. Rio Gun.
-¿Ai Nhu? No es la primera vez que me llamas así-. Dijo Mark recordando el momento del desastre que ocasionó al intentar lavar los platos.
-Sí-.
-Amo cuando me dices así-.
-Entonces, te llamaré de esa manera-.
Se acercó hacia el mayor y depositó un beso en los labios.
El receptor sentía una opresión en su pecho; la persona que tenía a su lado, fuera de la ley, ilegal y peligroso a simple vista, era alguien que, en el fondo de su corazón, poseía una amabilidad y una nobleza que muy pocos podían ver. Definitivamente era alguien que no pertenecía a ese oscuro mundo y debía buscar la manera de alejarlo de allí.
"No te preocupes, Mark, desde ahora seré yo quien te salve de las garras de esta oscuridad en la que estás metido. Seré yo quien intentará protegerte y te traeré a mi mundo, al lugar donde realmente debes pertenecer".
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Una amplia y lujosa casa se presentó frente a los ojos de Gun, expresando signos de impresión en todo su rostro.
-¿Es en serio? ¿Esta casa es...?-.
-Sí, será tu nuevo hogar-.
No soltó más pregunta, ya que la respuesta era demasiado obvia. No era necesario saber la rapidez con la que obtuvo la casa completamente amoblada.
El mayor miraba perplejo hacia todos lados, revisando cada rincón del lujoso inmueble. El patio con una hermosa piscina alegraba la vista de cualquier persona que pasase por allí. Las habitaciones eran muy amplias y con una gran capacidad para albergar más de tres camas.
-¿Te gusta?-. Le preguntó Mark cuando vio a Gun maravillado con la vista de la habitación principal.
-Ai Nhu, todo esto es hermoso, pero no era necesario. Yo me conformo con una pequeña casa o departamento-.
-Creo que una persona como tú lo amerita-.
-¿Eh?-.
-Sólo digamos que lo mereces-.
Gun sonrió avergonzado y caminó hacia la puerta que dirigía al baño privado con un jacuzzi de lujo.
-Es hermoso-. Dijo Gun.
-¿Quieres probarlo?-.
-¿Ahora?-.
-Sí, nuestras cosas ya están cambiadas. Así que, puedes darte un baño y cambiarte de ropa. El equipo de paramédicos estará aquí en breve para hacer los exámenes-.
-¿Los llamaste?-.
-Sí-.
-¿En qué momento hiciste eso?-.
Mark se apoyó en la puerta y se cruzó de brazos junto con las piernas.
-Pues... cuando estaba hablando con la directora del orfanato-.
-Oh-.
-Bueno, te dejaré solo. Iré a hacer algunas llamadas-.
-¡Espera!-.
Interrumpió Gun.
-¿Sí?-.
Gun caminó hacia el jacuzzi esquinado y abrió la llave para que se llenara.
-¿Me puedes acompañar?-.
Mark mostró una coqueta sonrisa y se acercó cautelosamente a Gun sin despegar sus ojos de él.
-¿Me estás seduciendo?-.
-Pues...-.
Gun quitó su vista enfocándose en el agua que caía del grifo.
-Si, es así, créeme que está resultando-.
Acercó su rostro al chico mayor buscando sus labios capturándolos en un parpadeo. Suavemente pasó su lengua por el labio inferior y dio un pequeño mordisco.
-Ai Nhu...-.
Mark comenzó a desabotonar su camisa revelando su torso trabajado. Gun tragó un poco de saliva cuando vio con más detalle el cuerpo de Mark.
El joven se acercó nuevamente a Gun para robar otro beso, y antes que se diera cuenta, Mark ya lo había terminado, entonces, se dirigió al oído y susurró.
-No puedo hacer nada, lo siento-.
Gun no aceptó la derrota, por lo que tomó al chico del cuello, simuló limpiar su rostro y...
¡Splash!
Ambos cayeron al jacuzzi que tenía la mitad de su capacidad. Gun sonrió y acercó su rostro buscando un beso que fue dado con anticipación por la otra persona.
-Cada vez me sorprendes más-. Respondió Mark con una risita.
Las respiraciones de ambos se agitaron con rapidez mezclando su sonido con la llave del agua corriendo.
Jugando a los toqueteos y besos, Gun dio la iniciativa y abrió el pantalón de Mark, luego añadió unas palabras a medida que bajaba su mano hacia la masculinidad ajena.
-No te pido que me poseas, sólo que me hagas sentir a gusto-.
-Entonces, quítate la ropa-.
Gun obedeció al petitorio e inició coquetamente con la liberación de las prendas. El agua comenzaba a aumentar su nivel hasta llegar al borde, por lo que la llave del grifo fue cerrada. Esto instó a Mark a quitar su ropa para comodidad de ambos.
Acto terminado, Mark tomó a Gun de la cintura y lo trajo a su regazo a horcajadas sintiendo el roce de ambos miembros bajo el agua. La sensación de aquel tacto invadía los sentidos de Mark que estaba al borde del colapso de no poder hacer lo que su cuerpo pedía. Le había dicho a Gun que no lo tomaría hasta asegurar su buen estado de salud, y debía mantener su palabra.
Por su parte, Gun jugaba con lo labios de Mark, cambiando de direcciones como si fuera una flecha giratoria.
-Gun, no me hagas esto, porque te tomaré-.
-¿Qué esperas, entonces?-.
Mark inclinó su cabeza hacia adelante, en la dirección del cuello de Gun depositando en cada rastro pequeños besos hasta subir y llegar a su oído.
-Tu seguridad es muy importante para mí-.
Gun detuvo toda su acción y capturó la atención de Mark con sus ojos seguros.
-Confío en ti. Lo haré siempre-.
El oyente levantó su mano derecha y acarició la mejilla de Gun y habló.
-No es bueno dar todo-.
A partir de esas palabras, el mayor inclinó su cuerpo hacia adelante, apegándose aún más al menor e inició una seguidilla de movimientos eróticos hacia adelante y atrás, rozando el miembro ajeno con su propio trasero.
-Eso es trampa-. Protestó Mark.
-¿Lo crees?-.
En su interior, Gun tenía ese fuego que quemaba sus entrañas necesitando ser apagado rápidamente. Se levantó y colocó el miembro en su propia entrada ingresándolo sin aviso, provocando numerosas olas en el agua y en el corazón de Mark.
-Ahh-. Soltó Mark desde su garganta.
Gun inició sus movimientos provocando el deseo inevitable que se propagaba en el ambiente.
Aferrado al cuello de Mark, apegando su frente con la de él, Gun se dejó llevar por aquel deseo. Sus ojos se mantenían cerrados.
-Mírame-. Pidió Mark sutilmente.
Tenía a su chico aferrado al él y sus manos acariciaban su trasero, posteriormente tomó posesión de su pene, impulsando los gemidos de Gun que salían más fuertes.
-Esto...es...-. Habló el mayor con voz entrecortada.
El tacto de Mark en su virilidad fomentó las mordeduras de sus labios, impulsando que aumentara un poco su velocidad y derramando agua por los bordes.
-No vayas rápido, hazlo lento, Gun-.
-Ah.. ahh... No... lo quiero así-.
El menor tomó a la otra persona y lo acomodó de espaldas a él, interrumpiendo la conexión de ambos, pero el miembro fue nuevamente reubicado por su dueño. Gun alzó su trasero cuando sintió a Mark nuevamente en su interior, luego pidió:
-Hazlo tú, por favor-.
-Como gustes-.
Mark comenzó sus embestidas con un ritmo lento pero seductor, mientras sus manos se paseaban por todo su torso, pellizcando sus pequeños pezones.
Gun no podía seguir sin sentir alguna estimulación en su miembro y bajó su mano para masturbarse.
En aquel instante, tiró su cuello hacia atrás apegando su nuca al hombro de Mark, quien podía sentir su acelerada respiración y las gotas de agua combinadas con sudor que caían en su cuerpo.
-Mark... Ai Nhu... Aumenta, por favor...-.
Sin palabra alguna, el chico aceptó la petición y aceleró sus embestidas generando miles de emociones que recorrían el cuerpo del mayor, que ya estaba al borde del abismo.
-Quiero venirme... quiero hacerlo-. Habló agitadamente el joven que aún recibía las estocadas sin cesar tocando constantemente su punto sensible.
Mark se retiró de Gun y tomó su mano dirigiéndola hacia su miembro.
-Ayúdame-.
Gun aceptó y movió su cuerpo hacia la posición inicial. A horcajadas apegó ambos miembros y comenzó a masturbarlos al mismo tiempo, enloqueciendo a Mark, que acercó su rostro para un beso combinado con los gemidos.
El menor bajó su mano y la posó sobre la de Gun ayudando al impulso de la liberación que no tardó en llegar, mezclándose todo el líquido blanco con el agua.
Gun aferró su mano libre al hombro de la otra persona dejando pequeños rasguños.
Al acabar, el chico cayó en los brazos de Mark con la respiración agitada, apegando su rostro al cuello. Su mano que estaba en los miembros la subió hacia el pecho del muchacho sintiendo aquel corazón latir con fuerza.
-Fue hermoso-. Dijo Gun.
Mark no respondió, simplemente soltó algunas palabras que a nadie nunca se lo dijo.
-Gun... te amo-.
-¿Eh?-.
-Yo realmente... te amo...-.
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