Gun es un joven mesero que trabaja en un restaurante de cinco estrellas de Bangkok. Sus ingresos son bastante bajos y apenas le alcanza para mantenerse él y a su novio de dos años, Boat, quien perdió su trabajo hace tres meses. Esta situación ha pro...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPÍTULO XIV
-¿Iba a algún lado, Khun Mark?-. -No, simplemente iba a la cocina por un vaso de agua. ¿Y tú? ¿Qué haces despierto?-. -Fui a resolver un asunto fuera del horario de trabajo-. Mark quedó un poco pensante. -El señor Jumlongkul ya lo sabe-. Respondió Boat a continuación. -Está bien, puedes irte a dormir-. -Sí, Khun-. En esa corta interacción entre ambos, Mark tenía su furia casi sobresaliendo de su cuerpo, al recordar el estado en el que había encontrado a esa frágil persona, por culpa del hombre que tenía enfrente. Pero aguantó lo mejor que pudo y fingió desinterés. Boat se alejó del lugar consciente que estaba bajo la mirada del hijo de su jefe, pero no le prestó mayor importancia. Al llegar a su cuarto, toma su teléfono y llama a su amigo. La comunicación fue rápidamente conectada. -Boat, ¿sabes la hora que es?-. -Sí, lo sé. Acabo de llegar y no pude encontrar a Gun-. -¿Aún sigues sin encontrarlo?-. -No. No sé dónde está. ¡Mierda! Estoy desesperándome-. Gritó mientras se pasaba la mano por el pelo. -Boat, ya es suficiente. Si no lo encuentras, pues déjalo. Puedes buscarte a otra persona-. -No seas estúpido. ¿Qué harías si Mix te deja?-. -Tal vez estaría igual que tú, pero...-. -¿Lo ves? Gun tampoco me puede dejar. Lo voy a encontrar, sea como sea. Va a pagar muy caro todo lo que me está haciendo. Le demostraré que él es sólo mío-. -Oye, creí que lo estabas buscando porque realmente lo extrañas-. Boat reacción ante las palabras que parecían tener un poco más de coherencia. Su rabia disminuyó considerablemente y soltó un suspiro de calma. -La verdad es que lo extraño y lo necesito a mi lado-. -Entonces cálmate-. -¡No puedo!-. La persona al teléfono no tenía otras palabras para calmar la desesperación de su amigo y que lo tenía casi al borde de la locura. Así que decidió proporcionarle ayuda. -Mañana contactaré con personas que podrían encontrarlo-. -Está bien, haz todo lo que tengas que hacer. Sólo ayúdame-. -Nos vemos-. Después de colgar, Boat se tiró en la cama pensando en aquel chico desaparecido. Y por primera vez, se detuvo a pensar en los errores que había cometido para llegar a esta instancia. Aún así, no llegó a ninguna conclusión negativa para él. "Todo esto es tu culpa, Gun. No debiste probar labios ajenos" ------- Día siguiente y Gun estaba listo para ir a trabajar. Kao llegó a eso de las 7 de la mañana para recogerlo. En el nuevo lugar de trabajo, Gun miraba a su alrededor explorando cada parte del hermoso lugar. Era mucho más amplio, más exclusivo que el restaurante anterior y contenía dos pisos. Al subir por las escaleras, se encontró con tres salas. La primera puerta, era la sala donde los empleados podían tomar su descanso y comer. La segunda contaba con una amplia habitación dividida para hombres y mujeres, con casilleros para el cambio de vestimenta y guardar sus cosas. La tercera sala era la oficina donde se debía manejar la parte financiera del restaurante, es decir, donde estaría el jefe Mark. Kao esperó a que el chico entrara a una de las salas, y se fue a la oficina. Los amigos de Gun estaban en la sala de cambios y lo saludaron con un caluroso abrazo. -¡Bien hecho, amigo!-. Habló Plan. -Nos alegra que estés de vuelta-. Title le dio unas palmaditas en la espalda y le sonrió. Gun correspondió a la cálida bienvenida. -¡Al fin nos hemos reunido nuevamente!-. Habló Plan fuertemente, llamando la atención de los demás compañeros presentes. -Gracias amigos. La verdad es que necesitaba trabajar-. -Bien, entonces vamos a empezar el día con esta nueva compañía-. Dijo Title ya listo para comenzar. La jornada laboral en aquel restaurante funcionaba de la misma manera, por lo que a Gun no le costó desenvolverse. Mientras Gun trabajaba animadamente, era vigilado y monitoreado por Mark a través de las cámaras de seguridad que poseía el lugar. A medida que avanzaba el tiempo, los clientes se hacían menos, eso dio tiempo a Mark para dar inmediatamente una instrucción. -Boun, por favor dile a Gun que suba. Necesito hablar con él-. -Sí, Kun-. Boun fue al gran salón inmediatamente y trajo consigo a Gun. Toc-toc. -¡Adelante!-. Anunció Mark. -Disculpe, Khun Mark. ¿Me necesitaba?-. -Sí, pero... ¿por qué no me tuteas como sueles hacerlo?-. Preguntó mientras hacía señas a Boun y Kao para que salieran de la oficina. -Porque estamos en horario de trabajo. Debo tratarlo con respeto-. -Bien, bien-, se paró de su asiento y se fue directamente hacia Gun, quedando frente a él, luego prosiguió, -¿Cómo dormiste?-. -Tranquilo. Gracias por preguntar-. -Me alegra escuchar eso-. Por un momento, Mark fijó sus pupilas en la mirada de Gun, y lentamente comenzó a perderse a través de ella. Inevitablemente, se sintió atraído hacia él y se acercó a su rostro con intenciones de besarlo. Gun sintió la misma atracción al ver el par de ojos que lo observaban con ternura. Era la primera vez que se fijaba en el bello rostro de su jefe y no pudo evitar pensar lo hermoso que era. Pero bajó inmediatamente la cabeza en señal de vergüenza. -Perdón... Bueno, te llamé para decirte que tendrás un horario más accesible-. Inmediatamente, Gun levantó la cabeza y habló. -Señor, no quiero tratos especiales. Quiero que me trate como a todos los empleados-. -No será un trato especial. De hecho, esta norma irá para todos los empleados. Cada uno escogerá cuál jornada le acomoda más. Pero sólo trabajarán en un turno-. -¿Y no debería llamar a una reunión para todos?-. -Lo haré, pero te llamé a ti primero porque seré yo quien escoja tu turno. No lo harás en la tarde. No quiero que vayas a casa por las noches. Aunque tengas a Kao a tu lado, no puedo fiarme-. -Khun...-. -No acepto una negativa. Es una orden y debes obedecer-. -Sí, Khun-. Al acabar la conversación, Mark llamó a todos sus empleados para proponer el nuevo horario de trabajo de cada uno. La nueva norma fue bien recibida por parte de los trabajadores de la jornada. Y quienes llegarían por la tarde, recibirían la misma información, para que todos comenzaran al día siguiente con su nuevo horario de trabajo permanente. Gun tuvo un día calmado hasta el final de la hora, pero llegaron unos clientes más, haciendo que se quedara un tiempo más. ----- Mark estaba terminando su trabajo matutino en el restaurante cuando le fue enviado un mensaje con una ubicación a través de su celular. Dejó a cargo al supervisor y se fue. Sabía perfectamente de lo que se trataba, así que se apresuró a terminar y salió rápidamente junto a Kao, Boun y Mean, que había llegado hace poco tiempo. Se dirigieron hacia un edificio de construcción abandonada, donde se ocultaba todo tipo de personas. -Aquí debería estar ese tipo-. Dijo Mean. Mirando hacia todos lados en el primer piso, sólo veía restos de material de construcción y basura, pero no encontraba su objetivo. -¿Dónde estará?-. -No lo sé, dijo que tenía el dinero para pagar su deuda-. De unos escombros, oculto se hallaba el hombre de procedencia desconocida, que saltó rápidamente sobre Mark, tirándolo al piso. -¡Ay! ¡Maldito hijo de puta!-. Gritó el chico. El pequeño jefe pudo sentir en su hombro una fuerte punzada y un dolor indescriptible apareció por todo el brazo izquierdo. Kao y Boun lo inmovilizaron de inmediato, luego de haberlo quitado de encima y le quitaron el cuchillo. -¡Miserable! ¡Tu familia no puede dominarnos!-. Gritó el hombre que era de unos cuarenta años. Mark presionó sobre la herida ocasionada intentando cortar la hemorragia. Como pudo se puso de pie y miró al hombre, reconociéndolo inmediatamente. -Eres demasiado estúpido, ¿lo sabías? Tenderme esta trampa, haciéndote pasar por un deudor fue lo más idiota que se te pudo haber ocurrido-. -No vas a poder con el Sr. Watthanasetsiri-. -Eso lo veremos-. -Tú y el maldito de tu padre nos robaron la millonaria mercancía y la exportaron al extranjero-. -Eres simplemente un maldito empleado, así que no serás importante cuando tu jefe se entere de lo que hice contigo-. Sin decir más palabras, sacó de la parte trasera de sus pantalones una pistola. Lo apuntó directamente hacia su frente y sin vacilar apretó el gatillo. -¡Miserable!-. El sonido del arma retumbó en todo el edificio y sus alrededores, llamando la atención de los transeúntes, así que ambos guardaespaldas dejaron caer el cuerpo y lo empujaron hacia unos escombros, para luego socorrer a su jefe, quien no dejaba de sangrar. -No se preocupen por mí. Yo iré con Mean y llamaré a un médico. Ustedes encárguense de este estorbo. Ya saben lo que tienen que hacer-. -Sí, Khun-. Mark fue enviado hacia el hospital donde trabajaba el doctor encargado de su familia. Ingresó al Box donde el profesional atendió su herida. -Es una herida un poco profunda, pero no de gravedad. Tendremos que proceder a suturar-. -De acuerdo-. El médico y una enfermera de turno curaron la herida y procedieron a colocar algunos medicamentos y suero para evitar algún tipo de infección en la zona afectada. Terminado el tratamiento, fue derivado a casa. Desde el automóvil en movimiento, Mark llamó a su padre para contarle las novedades que habían acontecido con el miembro de los Watthanasetsiri. Esta familia es la segunda más poderosa en el mundo oscuro en el que están sumergidos. Desde hace un tiempo que la rivalidad ha ido en aumento, sobre todo cuando el jefe Jumlongkul cobró una deuda arrebatando una de las cargas de éxtasis que fue exportada inteligentemente hacia el extranjero con una recompensa millonaria. Mark colgó la llamada y casualmente observó la hora. -¡Mierda! ¡P'Gun!-. Dijo malhumoradamente. -¿Sucede algo?-. -Nada, Mean. Sólo llévame al departamento de P'Gun-. Mean asintió. En el fondo, estaba muy preocupado, puesto que, para su trabajo, llevó a sus tres guardianes, incluyendo a Kao. Por lo que Gun había quedado sin protección alguna. Calculando la hora mostrada en su aparato, el chico ya debía estar en casa. Mean sabía perfectamente que su jefe tenía algún tipo de prisa, aprovechó que la carretera estaba expedita para acelerar. En aquel departamento, Kao, Boun y las dos empleadas se encontraban esperando impacientes a su jefe. Habían llegado antes que Mark para cuidar a Gun, pero este no se encontraba. Y cuando Siwat llegó, no tuvieron más remedio que hablar con la verdad. -Khun Mark, Khun Gun no ha llegado-. Habló Kao. -¿Qué?-. -Llamé al restaurante, y me dijeron que la jornada de ellos ya había terminado desde hace algunas horas-. Mark comenzó a recorrer por su cuenta el amplio departamento. -¡P'Gun! ¡P'Gun!-. Gritó Mark con desesperación. Sin encontrar nada, furioso se dirigió hacia Kao. -¡Maldito idiota, dejaste solo a P'Gun!-. -Lo lamento, Khun Mark-. Lo tomó del cuello y miró fijamente su rostro con una ira indescriptible. -Si le llega a ocurrir algo a P'Gun, te juro que te mato-. Soltó a Kao y dio un empujón alejándolo de él, luego tomó su celular y llamó. "P'Gun, ¿dónde estás? No quiero que te pase algo malo. Por favor, regresa a mí" _____________________