CAPÍTULO XXVIII

112 21 3
                                    

CAPÍTULO XXVIII

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO XXVIII


El desayuno estaba listo y preparado para ser servido por las dos personas que habitaban la nueva casa.
Gun estaba muy animado y con una sonrisa muy grande. Prácticamente, la tiene desde que escuchó de la voz de Mark decirle "te amo", aunque no pudo dar una respuesta.
Ese momento sigue palpitante dentro de su corazón.
Mark se dirigió a la cocina donde estaba Gun y lo abraza por la cintura.
-Buenos días-.
-Buen día, Ai Nhu. El desayuno ya está listo. Puedes sentarte-. Se giró alzando la mano e indicó el lugar donde tenía que sentarse.
-No puedo. Tengo que irme-.
-¿Otra vez? Ayer después de los exámenes saliste de nuevo y no llegaste hasta la madrugada-.
Mark lo aprisionó contra el borde del lavaplatos y tomó sus mejillas pellizcando suavemente una de ellas.
-¿Eso quiere decir que estás preocupado por mí?-.
-Por supuesto que no. Simplemente tenía curiosidad-.
-Ya veo-.
Mark jugó un momento con él fingiendo tristeza y decepción. Retrocedió unos pasos y le dio la espalda al mayor. Prontamente, Gun se sintió culpable, por lo que se apresuró a tomarlo de la cintura por la espalda.
-Temo que te enfermes si no descansas lo suficiente-.
Mark tiró la cabeza hacia atrás apegándola al hombro de Gun y lo besó en la mejilla.
-No te preocupes por mí, no me enfermo tan fácilmente-.
-Eso espero-.
Mark soltó el agarre de Gun y lo tomó de la mano.
-Estaré bien. Ahora ve a desayunar, yo ya me tengo que ir. Mean y Boun ya están esperándome en el automóvil-.
-¿Irás al restaurante?-.
La sonrisa de Mark en su rostro se desvaneció.
-No. Tengo que ir a atender algunos asuntos del negocio-.
Gun, desanimado, bajó sus ojos hacia el piso y caminó hacia la mesa sentándose en uno de los lugares.
-¿Por qué te pusiste así?-. Preguntó Mark extrañado.
-¿No puedes simplemente no ir? Deja que tu padre se encargue de todo, por favor. Quédate hoy conmigo, en casa-.
Bastaron unos segundos para que el lugar se tornara silencioso y el ambiente se sintiera incómodo.
-Ya me voy. Te veo en la noche-.
En un parpadeo, desapareció la silueta de aquella persona. Aquel que pidió ser acompañado, se sintió frustrado al comenzar su hermoso plan.
"Sé que será difícil alejarte de eso, pero debo ser paciente. No me rendiré". Pensó.
Debía ser sutil, intentando mostrarle lo que otras personas no pudieron. Hacerle ver que, a su lado, podía tener mucho más que dinero: Amor, atención, compañía, apoyo, diversión, armonía, y lo más importante; una familia.
Pero todo a su debido tiempo, las cosas saldrían como espera y para ello debía tener paciencia. Más ahora que Boat estaba lejos de su vida, no había nada de qué temer.
Tomó un poco de desayuno y llamó a Kao para que lo llevase hacia Siam.
Los tres trabajadores se fueron a vivir a la casa contigua donde vivía su jefe, así que no se les hacía problema llegar temprano para atender a Mark y a Gun.
-----
Mark llegó a su oficina como de costumbre, acompañado sólo de Boun y perseguido por la vista de su padre quien llegó sólo para verlo entrar en el lugar.
-Debemos viajar a Chiang Mai. Hay una exportación de mercancía y necesito que la revises mientras hago las gestiones para su traslado-. Dijo el padre cerrando la puerta por dentro.
-¿Cuándo sería eso?-.
-Mañana-.
-¿Cuánto tiempo?-.
-Una semana-.
La idea no le agradó en lo absoluto, sin mencionar que ya se le tornaba desagradable continuar con este tipo de obligaciones, pero no tenía alternativa.
-De acuerdo, ¿Y Boat? ¿Acaso no está contigo?-.
-Aún no sale del hospital-.
Mark dio un suspiro y se sentó en el escritorio tomando algunas carpetas con información. Con respecto a Boat, no soltó ninguna palabra.
-Me voy, tengo una reunión-. Apresuró el padre.
-Ve-.
El mayor dejó la oficina sin decir más palabras que las necesarias, dejando solo a Mark con sus pensamientos y preocupaciones.
-Boun, necesito que hagas algo-. Le dijo a su empleado parado a su lado.
-Usted dirá-.
-Mañana iré solo con mi padre. Quiero que Mean, Kao y tú se queden con Gun, y lo cuiden mientras no estoy-.
-¿Debemos mudarnos a su casa, Khun Mark?-.
-Sí, aunque sé que viven cerca de él, pero me sentiré más tranquilo si están con él-.
-Bien, señor. Iré a comunicar a Mean-.
El joven de pelo rubio salió de la oficina rápidamente en busca del otro empleado que estaría haciendo algunas mantenciones en los automóviles.
Mark se sintió más relajado con respecto a la seguridad de Gun. Era lo que más le importaba, más allá de todo trabajo con su familia, y debía hacerlo bien.
En ese instante, mientras tecleaba en su computadora unos mensajes de e-mails, llamaron a la puerta.
-¡Adelante!-.
Mark no levantó la vista aunque escuchó la puerta abrirse y unos pasos acercarse. No le tomó importancia, hasta que escuchó la voz.
-Buenos días, Khun Mark-.
Mark se levantó inmediatamente con miles de sentimientos en su interior.
-¿Qué haces aquí, Boat?-.
-Buen día, Khun Mark-. Dijo el hombre irónicamente.
Por el tono de la voz, Mark no tuvo ninguna duda de que aquella persona no venía en plan de una visita de cortesía. Se acercó a él con una sonrisa en su rostro.
-Creí que estabas en el hospital-.
-Pues, sí. Salí hace un par de días, pero no avisé a nadie-, miró hacia el piso soltando una risita, luego la levantó con su cara totalmente sombría y prosiguió, -por cierto, su truco para deshacerse de mí no funcionó en lo absoluto-.
-No sé de qué estás hablando, pero es mejor que te vayas a servir a mi padre-.
-No te hagas el estúpido conmigo. ¿Acaso crees que no sé que fuiste tú quien envió a esos matones a golpearme?-.
Mark sonreía burlonamente ante Boat, mostrando desinterés en su altanería. Dio su espalda y caminó de vuelta a su escritorio, pero...
¡Bam!
-¡Ay!-.
El cuerpo de Mark chocó fuertemente contra el librero botando algunos objetos que cayeron en su cabeza.
Boat se acercó a Mark y lo tomó del cuello de su camisa.
-¡Maldito hijo de puta! ¡Vas a pagar por todo!-.
-¡Suéltame!-.
El menor golpeó el antebrazo de Mark y se liberó rápidamente colocándose de pie.
-Ahora sí haré lo que tanto he deseado hacerte-.
-¿Realmente crees que puedes conmigo?-.
Boat se echó a reír ante la vista furiosa de un Mark dominado por sus pensamientos remotos, ocupando gran parte de su cerebro.
"Sá... sácame de aquí", recordó.
El chico que ahora estaba bajo su cuidado, yacía seminconsciente sobre la cama en condiciones infrahumanas.
Empuñó su mano con fuerza conteniendo su ira, pero se acercó a él con mucha autoridad y lo encaró.
-Nunca vas a tener a Gun de vuelta-.
-¿Eso crees?-. Reía Boat.
-Vas a pagar una por una todo lo que le has hecho a Gun-.
-¿Piensas que te tengo miedo? Lamento mucho defraudarte, pero no temo a tu imperio. Pelearé para que Gun vuelva con quien le pertenece-.
Mark no pudo seguir soportando el cinismo inigualable del hombre sin escrúpulos y lanzó su puño estrellándolo en la comisura de la boca de Boat, cayendo al piso.
Aprovechando la pequeña vulnerabilidad del hombre, Mark se abalanzó sobre él, tomándolo de la polera.
-¡Escúchame bien, maldito idiota! ¡No vas a volver a ver a Gun nunca más! ¡No volverás a hacerle daño!-.
-Si está contigo, debe haberte dado su traserito. Ese hermoso lugar donde solía invadirlo con mi pene haciéndolo gemir como una perra en celo-. Dijo riendo.
-¡Cállate!-.
Boat sólo reía con la intención de provocar a su rival para estudiar el nivel de ira en su interior.
-¿Sabes cómo se comporta en la cama? ¿Ya lo has probado? Se mueve como toda una putita cuando estoy dentro de él-.
-¡Cierra la boca!-. Gritó con furia zarandeando a Boat.
-Pero viene la mejor parte. Esa pequeña zorrita volverá a ser mía, y volveré a ser su dueño-.
Mark se descontroló completamente tirando su mano contra el rostro de Boat una y otra vez. Golpeaba sin cesar hasta tratar de dejar a la persona inconsciente.
-¡Bastardo! ¡No volverás a hablar así de Gun!-.
Aunque seguía golpeando, las fuerzas de Mark comenzaron a decaer, junto a ello, el cansancio en su cuerpo. Boat aprovechó esta situación como ventaja y dio una fuerte patada al estómago de Mark, retrocediéndolo en varios pasos desvaneciéndose en el piso.
Desde el bolsillo trasero de su pantalón, Boat saca un cuchillo y se acercó al menor tomándolo del cuello para levantarlo. Lo arrojó contra el escritorio botando todo lo que estaba encima.
-¡Me cansé de jugar, maldito idiota! ¡Pagarás por haberme arrebatado todo lo que amaba!-.
Aunque tenía un fuerte dolor en el estómago y en su cuerpo entero, Mark aún tenía fuerzas para continuar. Ahora, era su turno de jugar.
-¿Amabas? Tú no amas a nadie, no sabes lo que se siente-. Habló con una risa sarcástica.
Los papeles se cambiaron y Boat ahora estaba en la posición de descontrol. Tomó de la camisa del chico tirado sobre el escritorio y puso el cuchillo en su cuello.
-¡Dime dónde está Gun!-.
-¿En serio piensas que te lo diré?-.
-¡Contéstame si no quieres que te rebane aquí mismo!-.
Mark parecía estar desinteresado por las amenazas de Boat y no prestaba demasiada atención a las palabras de su enemigo.
-Hazlo. De todas formas, jamás te diré dónde está Gun. La única manera de que puedas volver a tenerlo es matándome-.
Boat apretó el cuchillo al cuello logrando provocar un corte superficial. En el momento que se dispuso a poner más presión en el cuchillo, la puerta de la oficina se abrió de un golpe.
-¡N'Boat! ¡Aléjate de mi hijo!-.
El mayor ingresó junto a Boun, quien no dudó en lanzarse encima de Boat y apartarlo rápidamente.
Mark tosió un par de veces y colocó su mano en la herida que sangraba levemente.
-Te dije que mi hijo es intocable. Has roto esa regla, así que estás despedido-.
A Boat poco le importó las palabras del mayor. Ahora tenía una venganza hacia la otra persona, a la cuál se dirigió antes de irse.
-Esto no termina aquí. Nos volveremos a encontrar-.
-¡Vete!-.
Boat se fue rápidamente de la mansión sin tomar nada de sus pertenencia, salvo sus documentos personales donde tenía un poco de dinero.
Al salir de la mansión, tomó una decisión muy importante, así que sacó su celular y habló a su amigo.
-Hola, Earth-.
-Hola, amigo-.
-Necesito que me des el número de contacto de tu padre. Tengo que hablar con él-.
-Él está de viaje en estos momentos. ¿Por qué lo quieres?-.
-Tengo una buena oferta que proponer. Dile que estoy dispuesto a ayudarle a acabar con los Jumlongkul-.
_________________________

El Oscuro ProtectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora