CAPÍTULO VII

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CAPÍTULO VII

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CAPÍTULO VII

Mark estuvo viajando con sus guardaespaldas hacia Phuket, Chiang Mai y Chiang Rai para encontrarse con 3 diferentes bandas que venían del extranjero para una venta millonaria. Eran negocios que debía atender en reemplazo de su padre que viajó hacia Sudamérica para atender negocios de exportación.
Al final del día, con regreso hacia su mansión, Mark pasó cerca del restaurante donde había conocido al garzón hace poco más de un mes, así que sintió curiosidad por verlo una vez más.
-Mean, estaciónate en ese restaurante. Iré a comer algo-.
-Sí, Khun. Aunque usted sabe que yo no puedo entrar ahí-.
-Lo sé, y puedes salir a comer a cualquier otro lado. Te llamaré cuando termine.
-Sí, Khun-.
Mark se bajó del automóvil junto a Boun y Kao, sus dos fieles guardaespaldas.
-Esperen ustedes aquí o acompañen a comer a Mean a otro lado. Quiero entrar solo-.
-Como ordene-. Dijeron ambos chicos a coro.
Mark entró con la esperanza de ver aquel rostro hermoso que desde ese día no ha podido olvidar en absoluto.
Miró hacia su alrededor, no lo divisó por ningún lado. Sólo había tres chicas trabajando en el lugar. Una de ella se acerca hacia él.
-Buenas tarde, señor ¿Desea una mesa para una persona?-.
-No. ¿Sabes? Estoy buscando a una persona que trabaja aquí-.
-¿Quién es?-.
En ese momento, Mark había olvidado el nombre de aquella persona, y no pudo entregar más datos exactos.
-Es un chico, un garzón que trabaja aquí-.
-Ah, bueno. Aquí la jornada se divide entre chicas y chicos. El turno de los hombres comienza en un par de horas más-.
-Oh, de acuerdo. Entonces me iré-.
Mark dio media vuelta y se marchó del lugar. Sorpresivamente, sus tres trabajadores estaban esperando dentro del auto.
-¿Pasó algo, Khun Mark?-. Dijo Boun.
-La persona que quería ver no estaba-. Dijo Mark disgustado mientras subía al auto. Seguido por sus guardaespaldas y el chofer.
-¿Está hablando de aquel garzón?-. Preguntó Mean colocando su cinturón de seguridad.
-Sí, y lo peor de todo es que no recuerdo su nombre-.
Mean volteó hacia su jefe y respondió.
-Si está hablando del novio de Boat, se llama Gun-.
-¿Cómo sabes eso?-.
-Pues no olvide que mi novio también trabaja aquí y es amigo de él. Siempre habla de sus amigos Title y Gun-.
-Ya veo-.
Con esta información, Mark aprovechó para intentar obtener un poco más de noticias sobre aquel chico a través de su chofer e inició una ronda de pequeñas preguntas.
-Dime, ¿qué más te ha contado tu novio de él?-.
-Realmente, no mucho. Sólo me cuenta de sus travesuras cuando trabajan o si tuvieron algún disgusto con los clientes o su jefe, pero detalles íntimos sobre él... pues no mucho. Salvo un día que me contó que estaban preocupados por él porque había llegado a trabajar con un moretón en su rostro. Pensaron que tal vez Boat lo estaba golpeando-.
Mark ya había observado el trato de Boat hacia el chico, y no pudo evitar sentir preocupación frente a la información que le estaban proporcionando.
-¿Es así?-. Preguntó sorprendido.
-Si me disculpa señor, mi opinión es que Gun es un hombre y sería ridículo que sufriera de violencia intrafamiliar. Eso solamente suele ocurrir a las mujeres que son violentadas por los hombres. Tal vez Boat es un poco duro al hablar con él, pero nada más-.
-Yo no estaría tan seguro de eso, Mean-.
-Mean, recuerda que la violencia no solamente es física, también puede ser verbal en la pareja. Y nosotros escuchamos cómo fue de duro cuando le habló Boat en ese momento-.
Concretó Boun, que había estado callado escuchando la conversación.
-¡Suficiente! Mejor vamos a casa-. Ordenó el chico.
Mean asintió y puso en marcha el automóvil con dirección hacia su lujosa mansión.
Mark sentía cómo se frustraba su corazón al no haber visto al chico, y aunque sabía su lugar de residencia, simplemente no podía ir. Esperaba que fuera un encuentro casual.
Tenía la esperanza de que él llamaría y tuvo siempre a mano su celular, pero lamentablemente, esa llamada no llegó.
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Aquella misma tarde, Gun estaba preparando sus cosas para salir del trabajo e ir con sus amigos a beber una cerveza y divertirse en algún bar.
Su novio estaba de viaje en el extranjero con el Sr. Jumlongkul, desde hace una semana y Gun se sintió de cierta forma, aliviado para poder realizar este tipo de actividades.
-Vamos, chicos. La noche es joven aún-. Dijo Title.
-Espera, llamaré a Mean-.
-¿Por qué? ¿Necesitas pedirle permiso?-.
-No, sólo le quiero avisar para que no se preocupe-.
Después de haber respondido, dirigió su camino hacia la puerta de entrada para alejarse de los amigos y hablar tranquilamente.
Title pensó graciosamente en la posibilidad de que su novio fuera una persona alta pero con un temor hacia el carácter de su pequeño, quien era de estatura baja.
Luego de risas, se dirigió hacia Gun y habló.
-¿Y tú? ¿No le avisarás a tu novio?-.
-No, él está en un viaje de trabajo, así que no es necesario-.
-Bien, entonces vamos-.
Salieron del restaurante y se dirigieron al automóvil de Title. Era una noche calurosa e ideal para refrescarse tomando unos tragos. Habían terminado su jornada temprano y compartir un tiempo más no les haría daño.
Llegaron a un bar tranquilo y cercano donde podían conversar a gusto. Encontraron una mesa centrada y cercana a la barra donde se les hacía más cómodo pedir sus tragos.
Los tres chicos ordenaron cervezas y un poco de snacks para acompañar. Gun reía olvidando todo tipo de problemas y preocupaciones que tenía en su mente y con los que no podía lidiar fácilmente.
En una esquina cerca de la barra del bar, un chico de aspecto atractivo, posó sus ojos en la sonrisa de esos labios abultados, cuyo dueño era precisamente el hombre que pensaba a diario cómo debía lidiar con los problemas con su novio.
No demoró ningún momento y se acercó hacia la mesa donde estaban aquellos chicos.
-Disculpen, ¿puedo sentarme a beber con ustedes?-.
-Por supuesto que sí. Mientras más amigos seamos, mejor es la fiesta-. Respondió Title.
-Gracias-.
La mesa era de esas pequeñas con dos asientos de sofá a los costados. Title estaba sentado junto a Plan y Gun estaba solo al frente de ellos, así que el nuevo amigo aprovechó la instancia para sentarse junto a él.
-Me llamo Third-.
-Yo soy Gun-.
-Me llamo Plan-.
-Soy Title-.
Todos se presentaron e iniciaron una conversación sobre la vida cotidiana de cada uno, algo natural para el inicio de una buena amistad.
-Bueno, ¿y ustedes tienen novia? Si la tienen, me imagino que serán de esas novias permisivas que dejan salir a sus chicos sin problema alguno-.
Los tres amigos se quedaron mirando unos a otros sin saber qué responder. No sabían cómo podía reaccionar cuando le contaran acerca de ello.
A decir verdad, no eran personas que se escondieran ni ocultaran lo que realmente son, pero sí temían a las reacciones que pudieran tener las personas.
El primero en hablar fue Title.
-Bueno, yo estoy completamente soltero, así que no me preocupo por eso-.
-Ya veo. Eres muy suertudo. ¿Y ustedes?-. Preguntó Third volteando hacia Gun.
-Bueno, aquí mi amigo y yo no tenemos novias, tenemos novios-. Respondió Plan.
La mirada sorpresa de Third no era de disgusto, más bien parecía como si hubiera recibido una buena noticia.
-¿Es así? ¿Entonces ustedes son...?-.
-No, yo soy bisexual y Gun es gay-.
-Entiendo-.
Gun volteó hacia Third y le soltó la misma pregunta dando palmaditas a su espalda.
-¿Y tú? ¿También eres gay?-.
-Sí, lo soy, pero no tengo novio. En realidad, me gusta la libertad, pero hay ocasiones en los que me gustaría tener una persona en quien pensar. Aunque creo haber encontrado la indicada-. Sonrió Third lanzando una mirada coqueta hacia Gun y que fue totalmente percibida por este.
-Disculpen, voy al baño-. Dijo Gun.
-Yo también iré. Necesito orinar-.
Title se levantó de la mesa junto a Gun y se dirigieron al cuarto de baño. Hicieron sus necesidades y se reunieron en el lavamanos.
-Amigo, ese chico ha estado coqueteando contigo toda la noche-. Inició Title.
-No lo creo-.
-¿Acaso estás ciego, Gun? ¿No has visto que ha estado lanzando indirectas prácticamente desde que se sentó a nuestra mesa?-.
-Title, no tengo ningún interés en prestar atención a ese tipo de cosas. Además, ya tengo novio que es Boat y tengo que respetarlo-.
-Ya lo sé, pero él no está. Nadie se va a enterar de nada. Todo lo que se haga aquí, quedará entre nosotros-.
Gun hizo oídos sordos a su amigo. Era una idea bastante descabellada meterse con alguien que había conocido hace aproximadamente una hora. Y tampoco era de las personas que cometían ese tipo de actos. Si ya estaba con alguien, no tiene la necesidad de ir a buscar por otros lados lo que puede obtener de esta persona.
-Deja de decir tonterías y mejor volvamos. No quiero dejar mucho tiempo a Plan solo con ese chico-.
Gun sintió un poco de desconfianza y nerviosismo con respecto al chico nuevo. Por su mente cruzó que si Third fue capaz de coquetear con él, no le sería tan difícil comenzar a coquetear con Plan.
Tiltle miró a su acompañante con el ceño fruncido y golpeó su frente con los dedos.
-¡Ay!-. Exclamó Gun acariciando el lugar afectado.
-¿Crees que Plan se dejaría engatusar por cualquiera?-.
-Creo que tienes razón-.
-Bien, vamos-.
Title habló dando por terminada la conversación entre ambos. Salieron del baño para integrarse a los demás jóvenes que esperaban.
Al volver se fijaron que el ambiente en la mesa se tornó de plena confianza y las dos personas parecían como si fueran unos verdaderos amigos que se conocían de por vida.
Ambos se unieron a tal ambiente hasta que el reloj les anunciaba que ya eran las doce de la noche.
-Bien chicos, tenemos que retirarnos. Mañana iniciamos la jornada a las ocho-.
Luego de hablar, Gun se levantó de su asiento e inmediatamente fue perseguido por Third.
-Oye, ¿puedo llevarte a casa?-.
Title y Plan asintieron al mismo tiempo frente a la mirada de Gun.
-Sí, nosotros nos quedaremos un rato más-.
Sin otra alternativa, Gun asintió y caminaron hacia el estacionamiento donde estaba el automóvil del amigo nuevo. Third puso en marcha en vehículo y emprendieron el viaje hacia el departamento destinado.
Gun estuvo todo el camino en silencio mirando sólo la ventana. Third, por su parte, intentaba hacer algunas preguntas para iniciar una conversación, pero sólo conseguía un "sí" o "no" por respuesta.
Una hora después, llegaron al condominio de Gun.
-Bueno, muchas gracias por traerme-.
-Espera, déjame abrir tu puerta-. Dijo Third con toda atención.
Se bajó del auto y abrió la puerta para que Gun pudiera bajar.
-Bien, gracias por traerme a casa-.
-Fue un placer-.
Al irse, Third tiró de su brazo y lo tomó fuertemente de la cintura. Entonces, acercó su cara hacia Gun y asaltó su boca.
Gun se sorprendió completamente con esta acción y no pudo reaccionar o alejar a Third. Simplemente dejó que aquella lengua entrara por su cavidad bucal.
El beso duró no más de un minuto, cuando Third se alejó rápidamente.
-Lo siento. Debo irme-. Dijo Third marchándose rápidamente dejando solo a Gun.
A lo lejos una figura familiar observaba tal escena con las manos completamente empuñadas y con unos ojos que se tornaron rojos por la ira. Unos ojos que nunca antes se habían mostrado en él y que provocaban un verdadero miedo.
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