Capítulo 34

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- Mierda, mi cabeza va a estallar.

Era sábado por la tarde y desde temprano Chuu estaba siendo molestada por Jungeun quien huyó de su casa para evitar ser los regaños por parte de su madre debido a su estado.

- ¿Te divertiste? - preguntó desde su escritorio, mientras observaba como Kim Lip se retorcía en su cama.

- Si maldición, fue genial - con una sonrisa colocó la palma de su mano sobre la frente, intentando sostener su cabeza - ¿Por qué no fuiste?

- Yo... me quedé dormida.

- Jiwoo, te marqué temprano y Heejin también ¿Algo sucedió?

- No, todo está bien, solo no tenía ganas.

Y eso era totalmente cierto. Después de su plática con Hyeyoon, regresó a su casa llorando. Se sentía tonta y una mala persona por lastimar a la universitaria de esa manera, pero no lo podía controlar. Yves estaba en su corazón y nada parecía alejarlo.

Después de un largo rato llorando desconsoladamente, un escenario de ella junto a Sooyoung apareció en su cabeza. Ya habían pasado por eso antes, y de cierto modo, conocían los sentimientos que tenían. Jiwoo no podía asegurar que Yves la amaba de vuelta, pero sí sabía que la quería y que sentía atracción por las mujeres también, entonces sus posibilidades no estaban tan alejadas.

También pensó en la loca idea de una relación ¿Por qué tenía que ser tan complicado?. Aún tenía miedo, pues no había sido hasta unos meses que descubrió sus verdaderos intereses y todo era nuevo para ella, incluso el amor. Sin embargo, en el fondo deseaba tenerla como novia y todo lo que eso conllevaba. Su estómago revoloteaba al imaginar sus manos unidas y lo que una caricia en sus labios despertaba, ansiosa de volver a probar su boca nuevamente. También los recuerdos de su primera noche de amor llegaron, si bien era una cuestión excitante, las emociones y cálidos pensamientos abrigaban en su mayoría a los recuerdos. Aquella noche se sintió amada, deseada y acompañada.

La probabilidad de que Yves la rechazara también era alta, pero confiaba que algo había cambiado en ella y esos días con Hyeyoon merodeando a su lado, la habían empujado a atreverse a intentar ser feliz siendo ella misma. No obstante Jiwoo sufría, porque cualquier decisión que tomara, traería consigo una repercusión y en la mayoría de las opciones, había un corazón roto de por medio.

Jiwoo era demasiado buena, así que concluyó que el corazón que merecía sufrir, era el suyo.

- Puedes contar conmigo Jiwoo, ya lo hemos hablado - animó Lip, angustiada.

- Gracias Lippie, pero no hay nada que valga la pena mencionar.

- Sabes, estuve hablando con personas.

- ¿Qué clase de personas?

- Te prometí que me esforzaría ¿No es así? - Chuu asintió con una expresión confusa y preocupada en su rostro - Así que eso hice.

- Mmh Lippie...

- Estoy aprendiendo Woo, quiero intentarlo y sabes, creo que lo entendí finalmente.

- Es lindo que te esmeres pero no quiero que le digas al mundo sobre mí. Aún no estoy lista y me gustaría ser yo quien lo diga primero.

- Oh descuida, nunca mencioné tu nombre. Hablé de ti, sin nombrarte.

- Está bien - suspiró - ¿Qué entendiste?

- Que está bien amar sin importar de quién se trata. Jiwoo, siempre estuve tan aterrada pero no me di cuenta que era yo quien podía trabas en tu camino, me arrepiento por eso - bajó la mirada un segundo y retomó - Anoche tuve una conversación, una de verdad, con alguien que me ayudó a abrir los ojos. Siempre te amaré Jiwoo, no importa quien seas.

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