Capítulo 30

253 37 16
                                    


- ¿Qué tal el trabajo en la biblioteca? Te ves feliz.

- ¡Lo estoy!

Choerry caminaba tímidamente junto a Yeojin cerca de las gradas. Era su hora libre y por primera vez, se sentían con libertad de caminar una a lado de la otra.

- Y... ¿cómo estás?

- Sobre eso... - Yerim tragó fuerte - El bullying ha disminuido un poco ¡No totalmente! Pero parecen estar ocupados.

- Se rumora que a Kim Jiwoo, la miembro del coro, pues... tú sabes.

- Oh Jiwoo - sonrió - Mi vida se llenó de colores desde que ella llegó - Yeojin sonrió cómplice, encantada de ver la felicidad dibujada en el rostro de su mejor amiga - Tal vez ella no lo sabe pero es un ángel.

Sin embargo, aquel ángel estaba convertida de demonio en ese momento.

Jiwoo caminaba apresuradamente molesta rumbo al baño. Su día había comenzado mal y avanzaba de la peor manera. Tras su discusión con Kim Lip, su madre pagó su mal humor y se enfureció aún más al no escuchar su despertador, llegando tarde a su primera clase. Su primera opción fue llamar a Hyeyoon, pero era demasiado tarde incluso para ella, quien no contestó su llamaba probablemente por estar en clases. Se marchó sin desayunar y después de llegar torpemente con éxito a la escuela y tomar sus primeras materias, se dirigió a la cafetería para desayunar. Fue entonces que su mirada se cruzó con la de Jungeun y de manera apresurada se puso de pie, manchando su blusa con jugo de arándano consecuencia del derrame de un compañero que acababa de comprar la bebida. No solo estaba furiosa por el espectáculo que acababa de hacer, sino también porque era una de sus blusas favoritas y por desgracia, era blanca.

Así que salió de ahí tan rápido como le fue posible y subió hasta el segundo piso con la esperanza de encontrar el baño desocupado. Tristemente, y por alguna razón desconocida, la puerta estaba cerrada. Con las mejillas aún sonrojadas, se dirigió al baño más cercano, pero como si de una broma se tratase, lo estaban limpiando, así que un letrero de no pasar le hizo querer gritar.

Entonces fue que sus opciones se fueron agotando, y ausentandose en su siguiente clase, fue al único baño que sabía que estaría a su disposición.

- Oh, lo siento, pensé que estaba vacío.

Park Chaewon alzó la mirada y detuvo su lápiz labial.

- Hey Jiwoo - saludó casual y continuó con su tarea, llenando de tonalidad roja sus carnosos labios.

Por alguna extraña razón, Jiwoo se puso nerviosa ante la escena. No es que no encontrara atractiva a Chaewon ¡Claro que lo hacía! La animadora era por lejos la creación más perfecta del universo. No obstante, no tenía sentimientos hacia ella de ese modo.

La mayor se acercó al lavabo junto a Chaewon y abrió la llave mojando sus manos torpemente.

- Nunca había visto a alguien aquí, creí que solo yo conocía este lugar - mencionó la más baja tratando de romper la incomodidad del silencio.

- Sí, yo también bien lo pensé...

- ¿Te... conozco? - Jiwoo la escuchó preguntar, como si estuviera susurrando sobre su oído y su corazón latio - ¡Oh! Choqué contigo el primer día, ¿cierto?

- ¡Sí! Kim Jiwoo ¡un placer! - extendió nuevamente el brazo pero esta vez, la más alta no la rechazó, tomándolo en forma de saludo, acelerando su corazón.

- Ha Sooyoung. 

- ¿Entonces?

El chasquido de unos dedos hicieron que Jiwoo saliera de su viaje.

First GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora