Capítulo 1

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Sentía como una gota de sudor resbalaba por su mejilla.

10:56 am.

Observó el reloj colgado arriba del pizarrón con la boca entreabierta. Solo unos minutos más, se dijo a sí misma.

Suspiró, concentrándose en el movimiento de las manecillas.

- Kim Jiwoo ¿podría contestar esta oración...?

Pero la campana sonó, librando a la inocente Jiwoo de su más terrible tortura: Química.

El profesor dio algunas instrucciones que no escuchó, estaba demasiado ocupada apresurándose en guardar sus cosas. Ya tendría tiempo de preocuparse por los pendientes.

Salió del salón, brincado con su habitual energía que tanto la caracterizaba. En días normales, tendría dos horas seguidas de literatura, una de sus materias favoritas, pero su maestra estaba a punto de dar a luz, así que eso solo significaba una cosa: tiempo libre.

Caminó apresurada hacia la cafetería, dando saltitos cada dos pasos, tarareando una canción que acababa de inventar y que posiblemente no recordaría más tarde.

- Oh perdón.

Si bien emitir energía luminosa era lo suyo, también era bastante torpe para algunas cosas.

Sin intención golpeó el hombro de una chica que avanzaba por el pasillo al rumbo contrario que ella lo hacía.

- No, no, discúlpame a mí, no debería estar corriendo en primer lugar - alzó la mirada para toparse con la estudiante un poco más alta que ella.

Fue entonces que la vió.

- Está bien, descuida - la chica sonrió y acomodó su bolso sobre su hombro.

- Lo... lo siento - Jiwoo murmuró.

Conocía prácticamente a toda la escuela. No era tan difícil en realidad, era un colegio algo pequeño, y como en todo, estaba dividido por grupos sociales. Los populares, los nerds, los deportistas e incluso personas con las que no era recomendable cruzarse.

Pero a ella, a ella nunca la había visto.

Tenía el cabello largo y castaño junto a un broche dorado que sujetaba una parte de éste. Uniforme gris perfectamente planchado y una sonrisa como si se tratase del primer amor.

Fue cuestión de segundos para que Jiwoo se preguntara ¿Quién era esa chica? ¿y por qué nunca antes la había visto?

Sus dudas fueron aclaradas cuando tan pronto dio la vuelta para retirarse, volvió a girar, dando un paso cerca de ella.

- ¿Podrías... ayudarme con algo? - Jiwoo asintió apresuradamente. Le encantaba ayudar - ¿Sabes dónde está el salón L12? Estoy algo perdida y... - su voz disminuyó cuando se dio cuenta que no era necesario explicarle porque buscaba el salón. Jugó un poco con su cabello y esperó la respuesta.

- ¡Claro! - chilló, sorprendiendo un poco a la más alta - El salón L12 se encuentra en el segundo piso, por allá - señaló unas escaleras al final del pasillo - Eres de último grado - más que una pregunta, afirmó.

- Bien, gracias - sonrió, ignorándola y desapareciendo de su vista.

Jiwoo agitó la cabeza al verla irse y continuó su camino hacia la cafetería, olvidando por completo la canción que había inventado momentos atrás.

- Al fin llegas ¿Dónde está mi limonada pingüino?

- ¿Qué? ¡Oh sí! la olvidé - alzó los hombros, sin un mínimo de importancia.

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