Capitulo 27

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Para sorpresa de nadie, la partida de Shogi duró horas y horas. Los jugadores parecían estar igualados y la gente se reunió para observar el desarrollo de la partida. Los de Konoha, estaban sorprendidos de que su campeón estuviera luchando tanto. Los Nara estaban sorprendidos de que uno de los suyos estuviera luchando tanto o más.

Y Tobirama sabía que Itachi estaba jugando con todos ellos, igual que jugaba al Shogi.

Por supuesto, se dio cuenta muy pronto de que Itachi no se tomo este juego tan en serio como cada vez que jugaban ellos. Podía ver fácilmente que el joven sin clan estaba concentrado en algo totalmente diferente, pero aún no había descubierto qué era. Lo que sí sabía, era que el oponente de Itachi, un tal Nara Shikasai el más joven de los varones que había venido a representar a los Nara, estaba por debajo del nivel de su rival y ni siquiera parecía darse cuenta. 

Obviamente, pensaba que estaba en su mejor momento mientras jugaban, viendo la cara de póquer que Itachi lucía en ese momento. No tenía la experiencia de Tobirama con Itachi y los juegos de estrategia para entender que la mente de Itachi estaba posiblemente a kilómetros de distancia mientras respondía e igualaba al Nara movimiento por movimiento. Tobirama admitirá que el chico Nara sería un oponente más formidable, si Itachi sólo le prestara atención y lo desafiara con sólo sus ojos para hacerlo mejor . Tal como estaba, el Nara era arrogante y perezoso y no sentía la necesidad de probarse a sí mismo ante Itachi, pensando que era él quien jugaba con el hombre de pelo ceniza, en vez de al revés.

Toda la aldea se había reunido frente a la Torre del Hokage para observar, los niños en las primeras filas, los adolescentes sentados a su lado y los adultos de pie detrás de ellos o colgados de la propia Torre para ver lo que sucedía. Kagami, Hiruzen y Danzo estaban de pie justo detrás de Itachi y vitoreaban por cada pieza que tomaba y hacían pucheros por cada paz que le quitaban, aunque Danzo parecía mas bien mirar con mala cara cuando eso ocurría. Tobirama estaba justo detrás de ellos, observando el partido de Itachi con la misma intensidad que normalmente reservaba para el desarrollo de sus jutsu. No sabía por qué, pero no se fiaba del Nara y su ojo se movía cada tres o cuatro giros que daba el hombre del peinado de piña. 

Podía notar que a Mito y Madara tampoco les gustaba, y supuso que debía ser algo relacionado con los sensores. Estaban allí mismo, a su lado, junto con Hashirama -que se mordía el pelo-, Izuna -que miraba con ojos de muerte a Shikasai-, Toka -que daba vueltas a un kunai con preocupación- y Hikaku -que no podía apartar la mano del mango de su espada-.

En el lado opuesto del tablero se encontraban Shikama y las dos mujeres, así como un buen número de otros Nara, la mitad de los cuales se habían quedado dormidos en el momento en que se realizó el tercer movimiento, sólo para despertarse de forma sobresaltada cuando Itachi penetró en la defensa de su clan y casi se llevó a su Rey. No habían podido volver a su estado "perezoso y somnoliento" desde entonces, ya que, junto con todos los demás, observaban cómo las piezas se comían y volvían al campo, se mejoraban o se dejaban igual, movimiento tras movimiento, dos manos pálidas diferentes moviéndose por el tablero con una velocidad que la mayoría de los jugadores normales calificarían de locura y posiblemente de imposible. Cada estrategia fue pensada en unos pocos segundos y ahora sólo era cuestión de quién había planeado mejor. El campo de batalla parecía igualado hasta ahora.

Excepto que Tobirama no pudo evitar notar cómo, en esas jugadas que lo ponían a él y a sus compañeros bastante nerviosos, ese Shikasai parecía muy engreído . Tobirama no estaba seguro de qué era lo que tenía ese hombre que lo tenía azorado cada vez que hacía esos movimientos, cada vez que parecía tan engreído y cada vez que miraba a su mejor amigo de la forma en que lo hacía. Si no hubiera sido completamente controvertido lo que intentaban transmitir al construir Konoha en primer lugar, Tobirama estaba seguro de que habría estado compitiendo con Madara y Toka sobre quién tenía derecho a romperle el cuello a aquel hombre. Y existía la posibilidad de qué Mito e Izuna también estuvieran en esa carrera.

El Príncipe Comadreja de Konoha (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora