– Entonces ¿qué se siente ser libre de nuevo? – preguntó Toka a su primo dos días después, sin que nadie en el recinto Senju supiera a dónde había ido su invitado aquel fatídico día. Todo lo que sabían era que, al parecer, Toka había convencido a Itachi para que prolongara su estancia con ellos un poco más, y nadie se alegró más de estas noticias que los niños y, por supuesto, Hashirama, Tobirama, Mito y Toka, el cuarteto más cercano a Itachi. Dicho cuarteto se encontraba en estos momentos observando cómo dicho hombre se despedía de los niños que se habían empeñado en dar un pequeño espectáculo a su adulto favorito de siempre por haber decidido quedarse, para diversión y placer de Itachi. Habían practicado durante todo un día y luego habían presentado a Itachi una variedad de habilidades y pequeñas actuaciones. El joven no había perdido su sonrisa de apoyo ni el interés por su espectáculo, por muy tonto o por muchos errores que cometieran. Ahora que sus madres les llamaban a casa para comer, se había quedado quince minutos contándoles cómo nunca había visto nada tan maravilloso, para acabar recibiendo pequeños regalos hechos a mano como agradecimiento por quedarse.
La expresión de humildad que mostraba al recibir tales atenciones acabó por consolidar la opinión de Tobirama de que Dare no Ichozoku no Itachi, no era en realidad un espía y era hombre genuinamente bueno. Lástima que Butsuma siguiera creyendo lo contrario y representara una amenaza para Itachi.
Tobirama apartó la mirada del hombre que ahora se dirigía hacia ellos y en su lugar miró a su prima. – Maravilloso. Incluso con los constantes juegos y desafíos de Itachi, nunca me he sentido más atrapado y torturado en toda mi vida. Me siento aliviado de poder caminar y trabajar de nuevo.
– Bueno, eso te pasa por lesionarte. – Hashirama se encorvó desde donde había estado comiendo un poco de la comida casera que Mito había hecho para el picnic que habían preparado para este mismo día, cuando el suelo por fin se había secado y el tiempo se había vuelto lo suficientemente cálido como para sentarse y disfrutar al máximo. – Se supone que los hermanos mayores deben ser prepotentes con sus hermanos menores cuando hacen alguna estupidez. ¿Verdad, Itachi?
El hombre más joven arqueó una ceja divertido mientras se sentaba entre los dos hermanos. – Me temo que debo estar de acuerdo, Tobirama-san. Es el deber de un hermano mayor ser tan molesto como pueda serlo cuando su otouto se lesiona. Suele servir como motivo para que el mas joven no se vuelva a lesionar.
– Traidor. – Murmuró el albino, ganándose unas risitas de la kunoichi, una bofetada de Hashirama y una risita del propio Itachi. Al ver lo relajados que estaban todos, Tobirama no pudo aguantar el ceño fruncido y se limitó a negar con la cabeza. Nunca podría ganar contra su familia cuando estaban tan alegres, algo que le entristecía al darse cuenta de que en realidad sólo había sucedido unas pocas veces antes de que Itachi acabara con todos ellos. Pero en realidad sólo estaba agradecido por haber llevado al chico de vuelta a su campamento y por haber conseguido salvar su vida.
Si no lo hubieran hecho, nunca habrían conocido ese sentimiento de satisfacción que se había extendido por todo el Clan Senju. Por llevar ese sentimiento con él, Itachi era realmente valioso.
– Entonces, ¿qué solías hacer con tu vida antes de terminar aquí con nosotros? – preguntó Hashirama al más joven de su grupo con una sonrisa en el rostro y toda su atención puesta en Itachi. Los demás se callaron y se volvieron para mirar expectantes al extranjero. Tobirma se preguntaba en silencio por qué nunca se le había ocurrido hacerle esa pregunta a Itachi. Había tenido muchas oportunidades, quizá incluso más que el resto, ya que había pasado todos los días en su compañía durante la última semana. semana pasada, durante al menos doce horas seguidas. Aunque las dos primeras semanas apenas hablara con Itachi, al menos debería haberse preguntado en silencio. En lugar de eso, su hermano, que era una bola de mierda, había sido el primero en preguntar.
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El Príncipe Comadreja de Konoha (Traducción)
Hayran KurguItachi nunca llegó a utilizar su Susanoo en su lucha con Sasuke. Tan pronto como el Kirin golpeó, fue enviado a través del tiempo a la era del fundador y todo dependía de él para asegurar un futuro salvo y más seguro para Konoha y el mundo en genera...