El Príncipe Comadreja de Konoha (Traducción)

Capitulo 39

La buena noticia de su relativamente desastrosa misión fue que les pagaron, ya que la familia Wasabi ganó y se desentendieron completamente de que los shinobi que habían contratado han estado demasiado ocupados liberándose para hacer realmente su trabajo, e incluso tienen la confirmación de que Kirigakure estaba completamente formada y lista para comenzar una seria rivalidad con Konoha. Otro punto a favor de la misión era que Tobirama y Madara habían salido de su enfado y volvían a ser un gran equipo, lo que será muy útil para cuando la Mizukage venga a las conversaciones del tratado.

La mala noticia es que Konoha terminó teniendo un primer rival oficial, el Mizukage se ofendió por parte de sus shinobi por la forma en que Itachi los había tratado. Al anciano no le impresionó que el trío se defendiera de que habían sido atacados y amenazados para ser vendidos a esclavistas o cobradores de recompensas primero y en su lugar trató de echar toda la culpa a Itachi, algo que no cayó bien a ninguno de los representantes de Konoha, especialmente a Mito. El Mizukage fue al menos lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que ya no era bienvenido y se marchó apenas dos días después de su llegada.

Sin embargo, ese fracaso diplomático parecía haber provocado una rivalidad activa entre las Cinco Grandes Naciones, los Kage de cada nación persiguiendo a los clientes de su vecino y persiguiéndolos para que se pusieran de su lado o enviando pelotones de shinobi para sabotear o espiar a los demás. No hacía falta ser demasiado inteligente para darse cuenta de que la paz se tambaleaba y que pronto podría estallar otra guerra.

No hace falta decir que Itachi se sentía miserable cuando terminó el año. Todo aquello en lo que había estado trabajando se le escapaba poco a poco de las manos y no había nada que pudiera hacer. No sólo los Kage, sino también los Daimyo de las Naciones Elementales se estaban poniendo nerviosos por culpa de esta guerra y por mucho que intentaran aligerar el ambiente con la gran boda de Izuna y Toka o el anuncio del segundo embarazo de Mito, no parecía funcionar. El Daimyo del Fuego no acudió a la boda y se limitó a enviar una carta de felicitación a Hashirama por haber sido padre de nuevo. Esto sólo hizo que la gente de Konoha fuera más consciente de lo cerca que estaba la guerra. Estaba prácticamente a sus puertas y los cansados guerreros de las guerras Uchiha- Senju ya estaban afilando sus mejores cuchillos. La luz parecía desvanecerse de los ojos de Hashirama cada vez que leía un informe sobre conflictos, ya fuera entre los shinobi ganados por ellos y los ajenos o entre shinobi extranjeros solamente. Madara se puso más nervioso que nunca, y tanto Izuna como Toka empezaron a arremeter contra cualquiera que sugiriera que se estaban volviendo paranoicos.

Tobirama odiaba eso, ver a toda su preciada gente tan estresada, incluso en el día del primer cumpleaños de Nawaki y con la presencia de un gran número de Uzumaki aquí para la ceremonia de aceptación como uno de los suyos. Si no se recomponían, Konoha se autoexplotaría, se caería por dentro, implosionaría sobre sí misma por la tensión y no sobrevivirían al primer ataque cuando finalmente sucediera. Odiaba que sólo él, Hikaku y Mito parecieran seguir aguantando, aunque lo de Mito empezaba a ser cuestionable. Tenía dos hijos que cuidar y ya no podrá pensar tan racionalmente si no se calman todos los demonios.

Las masas entraban en pánico, los clanes se preparaban para la guerra, se miraban unos a otros y sólo esperaban que los otros iniciaran un ataque desde dentro y la Policía perdía miembros cada día, hasta que sólo quedaban mayoritariamente Uchihas. Los Hyuuga se aislaron por completo dentro de los muros de su recinto y sólo el Jefe del Clan y los que estaban en el Consejo salieron de los terrenos que les habían sido asignados. Los guardias de la muralla estaban nerviosos y disparaban jutsus y armas a cada crujido de hojas que oían y tres shinobi han desertado en sólo el último mes. Dos ricas familias de mercaderes han huido de Konoha y se han ido a la capital del Daimyo del Fuego en busca de protección allí.