Capitulo 36

483 45 1
                                    

– Ese niño se va a echar a perder si alguien no se lo quita de los brazos a Hashirama, pronto. – Observó Uchiha Izuna, viendo a dicho hombre revolotear por el mercado de Konoha con una linda niña rubia en brazos. La niña tenía dos pequeñas colas de cerdo bajas y actualmente sólo tenía dos años, pero con lo que estaba pasando, iba a coger todas las peores costumbres de Hashirama. Nadie podía creer hasta el día de hoy que Mito permitiera que su hija fuera llevada a un maldito casino de vez en cuando, pero supusieron que lo había declarado una batalla perdida y lo había dejado pasar para mantener su cordura. Uno simplemente no podía discutir con Hashirama sin que le diera una gran migraña.

– Es de esperar que intente conquistarla mimándola. – Senju Toka, que estaba sentado con él en un bar de sushi para su cita de almuerzo, resopló en el sake que había pedido para acompañar sus platos. – Tobi es su favorito absoluto y Madara e Itachi están en la carrera por el segundo lugar, seguidos por Mito y sólo después Hashirama. Es la mejor alternativa, creo.

El hermano menor de los Uchiha hizo una mueca a su prometida. – Toka, por mucho que te quiera y quiera estar de acuerdo contigo en que cualquier cosa es mejor que las espeluznantes miradas que les echaba a Tobirama y Madara (e incluso a Itachi, a veces), sigo pensando que sería mejor hacer algo con su hijo antes de que sea irreversible. Ella es una especie de parte del futuro de Konoha y todo eso.

Fue el turno del Senju de resoplar. – Sabes que será imposible detenerlo ahora, cuando tanto Madara como Itachi están en esa misión en el País del Hierro y Tobirama está demasiado ocupado con sus alumnos como para molestarse realmente. Yo lo intenté y Mito lo intentó y tú puedes ir a intentarlo si quieres, pero no servirá de nada. Sólo espero que no le deje probar el alcohol. Eso es todo lo que podemos rezar.

El Jefe de la Policía de Konoha hizo una mueca ante eso. – Debería hacerse una ley para que esos tres no puedan estar tan ocupados al mismo tiempo. La mierda pasa cuando no están cerca para ayudar a Mito a cuidar a nuestro estimado Hokage y asegurarse de que no lleve a esta aldea a la ruina.

La kunoichi tuvo que estar de acuerdo con eso. Todavía podían recordar aquella vez que Madara y Tobirama fueron enviados al Templo del Fuego para ofrecer algo de ayuda en el refuerzo de sus defensas a causa de una terrible incursión, la misma semana que Itachi había sido enviado para ayudar en la formación de un Consejo Asesor en la recién creada Uzushiogakure y Hashirama había aprovechado para añadir tres nuevos puestos completamente inútiles en el mercado sin hacer que los comerciantes de dichos puestos pagaran los impuestos, sacó la clase de Historia del horario habitual de la Academia y casi consiguió enemistarse con el diplomático de Sunagakure que había venido a discutir un posible tratado y rutas comerciales. Si Tobirama y Madara hubieran llegado sólo un día después, habría habido guerra con Sunagakura y quién sabe qué más habría pasado con el sistema de aprendizaje establecido en la Academia. Hashirama tuvo la suerte de que Itachi nunca se enterara de lo de la clase de Historia, o de lo contrario el joven sin clan le habría puesto el culo en bandeja en medio de las calles de Konoha para que todos lo vieran. También se lo habría merecido totalmente.

– Con suerte, Madara e Itachi volverán en cinco días, así que creo que Konoha sobrevivirá ese tiempo.

– Sólo podemos esperar. Izuna estuvo de acuerdo. Ambos tenían la sensación de que toda la aldea también lo hacía.

0000000000

Senju Tsunade realmente amaba a sus tíos. Eran sus personas favoritas en el mundo. Excepto Izuna, que era demasiado chillón para el gusto de Tsunade, pero aun así le gustaba.

Ahora, por supuesto, su favorito absoluto era su tío biológico, Tobirama, y podía pasarse días persiguiéndolo como un cachorrito y no aburrirse nunca. ¿Cómo podía aburrirse cuando hacía tantas cosas increíbles a diario? Por un lado, era el sensei de un equipo de genin y de unos cuantos chicos que querían aprender de él, uno de los cuales era ese espeluznante chico Danzo y otro el chico Sarutobi al que le había cogido cariño. Era simpático. Si se quedaba sentada a un lado mientras él les enseñaba cosas nuevas, estaría entretenida toda una tarde y además aprendería algo. Puede que sea pequeña, pero su tío era bueno explicando cosas. Ya sabía lo que era el chakra, así que eso era una ventaja.

El Príncipe Comadreja de Konoha (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora