#7 La amenaza y lo fortuito

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Nota: Este capitulo presenta ediciones en su contenido para poder alinearse con los parámetros de la plataforma. Para acceder a la versión completa debería continuar con los pasos establecidos en el aviso publicado al inicio de esta historia o revisar el perfil del autor.

– Se acabó, ladronzuelo. – Dijo uno de los Gastlys, acercándose peligrosamente a su víctima. – Nunca desviste tomar lo que es nuestro.

Cuando los pokemon de tipo fantasma estaban a punto de atacar al pequeño fueron detenidos en seco por una gran presión psíquica.

– ¡¿Q..qué?! ¡¿Quién?! – Exclamo uno de ellos.

Cuando observo al Spoink que había estado persiguiendo vio que detrás de él se encontraba una Gardevoir vestida con una casaca. 

– ¡Idiotas! ¡No quiero volver a ver a ninguno de ustedes en mi territorio! ¡¿Me escucharon?! – Grito ella.

Afectados notablemente por el poder psíquico no les quedo de otra que hacer lo que le ordenaban.

– ¡Bien! ¡Bien! ¡Tú ganas! – Respondieron todos ellos.

Gardevoir deshizo su habilidad haciendo que todos ellos se fueran de vuelta por donde vinieron, no sin antes gritarle una cosa.

– ¡Esto no se va a quedar así!– Amenazó quien parecía ser el Gastly más grande. 

Spoink mira con alegría a su salvadora y le agradece por haber intervenido. Pero en cuanto se disponía a contarle lo que le había llevado a esa situación ella solo le dijo: "A casa, niño. Tengo cosas que hacer." Luego de decir estas palabras se teletransporto al piso de su cuidador.

Al día siguiente el sonido del timbre despierta a Steven muy temprano.

Él se levanta y ve por la mirilla que se trataba de Sarah, la madre de Tommy, quien se veía algo nerviosa.

– Hola Sarah ¿En qué puedo ayudarte?

– Steven, siento molestarte tan temprano, pero... ¿Crees que puedas permitirme pasar? Necesito hablar de algo muy importante contigo.

La pudo notar bastante ansiosa, por lo que pensó que debió haber ocurrido algo grave.

– Claro, adelante.

Sarah entro y acepto la invitación de sentarse en un sofá del living.

Allí le dijo a Steven que sabía que su hijo le había dejado al cuidado de su pokemon y que necesitaba que se lo regrese para deshacerse de él, pues lo consideraba muy peligroso para Tommy.

– ¿Hizo algo malo? – Pregunto él.

– No realmente. – Contesto temerosa Sarah. – Pero siento algo dentro de mí me dice que ese pokemon es peligroso...

Al terminar estas palabras, Gardevoir ingresa al living y al ver a Sarah dibuja una sonrisa maliciosa.

– Oh, no sabía que tenías un Gardevoir. – Dijo Sarah, sorprendida al ver al pokemon.

Steven pensó que estas palabras no tenían sentido ¿Acaso Sarah no sabía de qué tipo de pokemon era el que tenía su hijo y aun así sentía que era una amenaza?

Gardevoir uso su poder psíquico para hacer que Sarah la pudiera recordar. Cuando esto paso, la atractiva joven madre comenzó a tartamudear.

– ¡T..tu! ¡Monstruo! – Dijo Sarah, levantándose de su asiento.

Gardevoir comenzó a reír delicadamente, cubriéndose la boca. En un parpadeo ella se teletransporto al lado de Sarah y con un movimiento en sus manos la hipnotizo.

– "Tus pechos siguen tan exuberantes como siempre". – Dijo Gardevoir mientras desabotonaba la blusa y retiraba el brassier que los contenían.

El pokemon levanto su mano en dirección de Steven haciendo que este también sea afectado por su influencia psíquica.

– "¿Sabes? Sarah ha tenido un niño hace casi un mes, por lo que está produciendo leche." – Dijo Gardevoir, mientras tocaba el cuerpo de la visita. – "Tú no has venido hasta aquí solo para hablar de mi ¿verdad Sarah?"

Sarah se cubrió el rostro con sus manos. Estaba resistiéndose al poder psíquico del pokemon con toda su voluntad, pero era evidente que perdería esta batalla, tal como perdió anteriormente.

– "¿Qué tal si eres un poco más honesta contigo misma?" – Agrego Gardevoir, apartando las manos del rostro de Sarah. – "Anda, dile lo que sientes por él".

La verdad sea, Sarah conocía ya desde hace unos años a Steven. Y aunque le pareció una maravillosa persona nunca intento nada más con él, no por falta de motivación, sino porque sentía que destruiría su familia si se dejaba llevar por esos deseos. Continuo con su vida pacifica muy felizmente, pero la idea de lograr algo con su vecino estaba eventualmente allí limitándose a una simple fantasía.

– Steven... nosotros... – Decía Sarah, quien tenía la respiración agitada. – Tenemos una oportunidad ahora mismo.

Ambos sintieron como la pasión les nublaba el juicio, haciéndolos amarse con intensidad en el acto. Gardevoir miraba complacida su obra. 

[Contenido recortado]

– "¿Estas muy cómoda en tu lugar?" – Pregunto Gardevoir a Sarah, mientras acomodaba su largo cabello agitado por sus movimientos. –"Creo que para ti ese es el mejor asiento de la casa."

De improviso Steven tomo del brazo a Gardevoir y la acerco hasta él para poder besarla.

Ella quedo atónita, no pensó que él podía tomar decisiones propias en ese estado. Imagino que haber ayudado a Spoink el otro día pudo haberla debilitado. Sin embargo, Gardevoir no ponía mucho esfuerzo en liberarse, pues también comenzaba a sentir placer de sus besos.

Con la otra mano, Steven comenzó a adentrarse entre la ropa de Gardevoir, buscando estimularla. Ella solo se retorcía suavemente de placer. 

Sarah aceleraba su ritmo y finalmente ellas sueltan un dulce gemido.

– "Esto no debió suceder de esta forma..." – Pensó Gardevoir mientras separaba suavemente sus labios de los de su cuidador.

Ella se tomó un respiro para recuperarse, mientras que Steven y Sarah se habían quedado dormidos juntos. Después de eso no le quedo poder psíquico ni mental para continuar, por lo que preparo todo para que ambos no recuerden lo ocurrido y continúen con su día.

Sin embargo, Tal vez debido tanto al cansancio como a su distracción, no se dio cuenta que alguien había observado todo lo ocurrido. 

Complicada compañeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora