Complicada compañera

#33 Contigo

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De regreso a su cuarto, Lia abrazaba con mucha ternura a su entrenador. Temía tanto que le llegasen a arrebatar la felicidad que había conseguido con él que todas sus inseguridades se habían hecho aún más grandes.

Ya en el cuarto, ambos se bañan juntos, retomando por un momento lo que habían hecho en la convención. Al terminar y estar listos para descansar Lia cree que este es el momento para decirle a su novio sobre los cambios que sufrirá su cuerpo y de todo lo que esto implica para su relación.

Sin darle más vueltas al asunto, ella comienza.

- Sé que tal vez es demasiado pronto. Pero no quería perder la oportunidad de decirte lo que he descubierto sobre mí. – Dice Lia, mientras ambos están acostados en la cama. - Por favor, solo quiero pedirte que me escuches hasta el final y luego me digas lo que piensas de todo esto ¿te parece bien?

- Lo entiendo. – Responde Steven. - Te escuchare atentamente.

- Veras... esa luz tenue que emitía mi "Heart Piece", que es como se llama ese cuerno que tengo en el pecho, era una señal de que mi cuerpo ha comenzado a cambiar.

Lia no está viendo a los ojos a su novio mientras dice esto, más bien esquiva la mirada a causa de su nerviosismo.

- Por qué yo... al parecer.... nosotros...

Los pensamientos de Lia eran invadidos por las posibles respuestas negativas que podría tener Steven al respecto. Es difícil para ella continuar con lo que tiene que decir, pese a que estuvo planificando cada palabra con anticipación.

Al darse cuenta de lo nerviosa que esta su novia, él la acaricia con ternura, logrando calmar un poco sus preocupaciones.

Entonces, luego de dar un gran suspiro, Lia suelta de golpe todo lo que tenía que decir.

- ¡Cuando mi Heart Piece cambie de color podre tener hijos contigo! Podemos tener una familia si tú quieres ¡O tal vez no! No tengo problemas con eso, pero por favor, no me abandones. No sabes lo mucho que te amo. No podría vivir sin ti...

Lia había hablado tan rápido que Steven todavía estaba procesando lo que acababa de escuchar. Por su parte, Lia continúa con su monologo en donde sus inseguridades salen a reducir, pero también el gran amor que tiene hacia él y como ella está dispuesta a aceptar cualquier decisión que él tome sobre este tema.

Al final, ella se relaja un poco y voltea a ver a su novio, teniendo el corazón a mil por hora.

- Eso suena muy bien. – Responde Steven, luego de un momento de pensarlo. – Realmente no pensé que algo así sería posible, pero si estas en lo correcto, no tendría ningún problema en formar una familia contigo... en el momento apropiado, naturalmente.

Esta respuesta hace llorar a Lia de felicidad, mientras repite una y otra vez cientos de "te amo" a su novio. Aquella reacción no era solo por la respuesta que recibió de él, sino que, gracias a su habilidad de saber lo que sienten las demás personas, puede confirmar que lo que dice su novio no es solo una respuesta agradable para salir de apuro.

Ya calmada, Lia está pregunta algo a Steven que la estuvo inquietando desde que formalizaron su relación.

- ¿Crees que tu familia... estará de acuerdo con esto? – Pregunta tímidamente Lia. – No quisiera ser la causa de algún tipo de problema con ellos.

- No te deberías preocupar por eso. – Responde Steven, acariciando la cabeza de Lia. – La verdad es que en estos años estuve algo alejado de mi familia. Ya habrá momento para hablar de ese tema... por ahora, permitámonos disfrutar de este momento.

Pero Lia ya estaba al tanto de todo lo que había pasado con la familia de su novio.

Fue, de hecho, lo primero que pudo ver al adentrarse en sus memorias. Había perdido a su madre muy joven, y desde ese tiempo su padre cambio mucho su trato con él. Este tuvo una segunda esposa y con esto, otra hija, la cual era la prioridad para aquel matrimonio. Aunque ambos hermanos se llevaban bastante bien, era el quien recibía una responsabilidad mucho más grande que ella y castigos más severos también.

Parecía, más bien, que toda la frustración de su padre la desahogaba solo y exclusivamente con él. A Lia llego a sorprenderle que alguien tan amable y considerado como Steven hubiese sido criado de una forma tan hostil.

En cualquier caso, entiende perfectamente cuando él quiere evitar el tema. Pero quería comentárselo de todas formas para que no pareciere que ella no se compromete lo suficiente en la vida de su novio.

- Ya deberíamos descansar... - Dice Lia, con una sonrisa de felicidad en su rostro. – Prometo cuidar de ti, con mi vida si es necesario.

- Entonces, cuidemos del uno del otro... – Responde Steven, besándola con ternura una última vez.

Durante la noche, el mar es más ruidoso que de costumbre. Pero es lo que menos inquieta a una dormida Lia.

En sus sueños puede verse a sí misma reviviendo algunas de sus perversiones pasadas. La ocasión en la que hizo que Sarah, la madre de su anterior entrenador, terminara haciéndolo con una de sus amigas mientras que su hijo estaba en la escuela.

- "Esta es la primera vez que utilizamos nuestros poderes para hacer que los humanos nos dieran un espectáculo de calidad... ¡Y vaya que lo conseguimos!" – Dice una voz femenina desconocida. – "Antes de eso, solo usábamos la hipnosis para desobedecer a nuestros entrenadores y evitar servirles en el combate."

Al verse a sí misma disfrutando de esto, Lia no puede evitar sentir arrepentimiento por sus acciones.

El ente que hablaba se manifiesta físicamente. No era más que una versión sombría de ella misma, quien se acerca hasta Lia para continuar atormentándola.

- Pero ¿Qué es lo que pasa contigo? – Reclama la sombra. - ¿No disfrutábamos tanto usar a los humanos como marionetas? ¿Y ahora quieres fingir que te importan sus sentimientos? ¿Es en serio?

Lia no respondía, solo se limitaba a mirarla desafiante.

- Tu podrías encargarte de esa horrible Hatterene, que tantos problemas nos ha causado. No necesitas enfrentarla directamente, puesto que en algún momento tendría que dormir ¿No es así? – Continua la sombra, mientras piensa en formas de deshacerse de quienes ve como sus enemigos. - ¡Ya lo tengo! Podrías usar su propio collar en su contra y pedirle a Rottom que amplié su efecto... una vez sometida será muy fácil lidiar con ella.

Alrededor de ambas aparecen los recuerdos en donde interactúan con Melissa, tanto en su premonición como en la realidad.

- Pero que insípida resulto la exnovia de Steven ¿No? – Dice la sombra, con el ceño fruncido. – Luego de terminar con Hanna podríamos pensar en un final creativo para Melissa. 

Lia cierra los ojos y se limitaba a repetir una y otra vez una sola frase.

- Esto es una pesadilla, tengo que despertar...

Al darse cuenta de esto, la sombra toma bruscamente el rostro de Lia.

- ¡Mírame cuando te hablo! – Dijo la sombra, furiosa por su indiferencia.

Concentrándose tanto como pudo, Lia comienza a desvanecer todo lo que le rodeaba, mientras lo único que podía limitarse a hacer aquella sombra era amenazarla.

- ¿Crees que te has librado de mí? No tienes ni idea...