#8 Ensueño

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El bello y esperanzador mañana estaba justo en frente de ellos, invitándolos a compartir sus vidas sin ninguna clase de miedo o prejuicio. Pokemon o humano, eso ya no significaba nada. Gardevoir se sentía colmada de inmensa felicidad, pues había encontrado a esa persona que la comprendía a la perfección y con quien podría pasar toda una vida llenando del amor que tanto se había negado a dar.

La pareja cruzo sus miradas y ella, muy emocionada y con lágrimas de felicidad en los ojos, le dijo: – "¡No sabes cuánto he esperado este día!"

Al haberse movido, cayó del sofá donde dormía golpeándose contra el piso. Había sido solo un sueño.

Ella se había lastimado el brazo, nada realmente grave. Lo que la inquietaba más era el motivo por el que había tenido un sueño así. Se levantó del suelo y fue a tomar una ducha. Mientras el agua recorría su blanco cuerpo, sus manos acariciaban la reciente herida, haciéndola pensar en esas otras clases de heridas que, aunque parecían haber sanado, todavía estaban presentes.

Gardevoir tuvo una mezcla de emociones por haberse ido planteando ideas que no eran propias de su naturaleza. Alguna vez fue un pokemon vulnerable que haría lo que fuera por el agrado de su entrenadora, pero ahora ¿En que se había convertido?

El teléfono celular de Steven comienza a sonar, despertándolo de su descanso. El indicador registraba la llamada entrante del número de Tommy.

– Hola. – Contestó, bostezando.

– Steven, soy Sarah ¿Tienes algo de tiempo para hablar conmigo?

– Claro. – Contestó, algo sorprendido de que sea ella.

– Platique con mi hijo sobre el entrenamiento que estás haciendo con el pokemon que intercambio hace unos días. Bueno, quería pedirte por favor, si tal vez, te sería posible que cuidases de él por unos cuantos días más. – Preguntó tímidamente Sarah, esperando tal vez una respuesta negativa.

Steven pensó esto por un momento. Ciertamente no había tenido mayores problemas con Gardevoir, y aunque logro un pequeño avance, esto no sería suficiente para mejorar su problema de obediencia. Si de verdad quería ayudarla debía de comprometerse más con el tiempo que le dedica.

– Pediré a mi jefe que me permita enviar un reemplazo por este mes. Después de todo ya me tocaba tomarme un descanso.

– Muchas gracias Steven. – Dijo más relajada la joven madre. – Normalmente esto es algo que te pediría en persona, pero por alguna razón siento que las horas del día pasaron muy rápido. Apenas me di cuenta hasta ahora, que ya es de noche.

Al escuchar esto Steven observo el reloj, el cual marcaba las veinte horas. Nuevamente sintió la extraña sensación de haberse saltado una parte del día, tiempo que no recordaba haber vivido. Dejo ese pensamiento de lado y continuo.

– No te preocupes, me paso algo parecido. Te pondré al tanto de mis avances. Nos vemos.

Gardevoir salió de la ducha ya cambiada, con una toalla en la cabeza.

– Hola. Lamento que hayas tenido que estar sola mientras dormía. – Saludo Steven mientras se sentaba en su cama.

– "Me levante hace veinte minutos y tome una ducha, no hay problema".

– Que bueno. – Dijo él, casi de forma automática.

Steven tardo un breve lapso de tiempo en asimilar que aquel pokémon había hablado. Al mismo tiempo, ella sintió pánico por haberse delatado, comenzando a reír nerviosamente con una expresión de sorpresa en su rostro.

Steven entendió como la situación podía haberla alterado y prosiguió calmadamente.

– Es genial que pueda escucharte. Gracias por confiar en mí.

Ella le sonrió, aun con timidez.

– Tranquila, no te voy a presionar. Sé libre de hablar conmigo cuando gustes.

Gardevoir se calma un poco y hace una señal de afirmación con la mano, mientras se dirigía al living.

Pensó que tal vez no sería tan malo haber expuesto esta habilidad. No era algo que la perjudicara de algún modo y, teniendo en cuenta lo comprensiva de la respuesta de Steven, puede que incluso sea algo positivo.

Por su parte, él tenía tantas preguntas para ella, pero consideraba que planteárselas seria presionarla innecesariamente. Si ella es un pokemon con evidente desconfianza en otros lo único que se puede hacer es actuar con mucho cuidado y sin precipitarse.

Al acercarse a la sala vio que ella veía la televisión, así que pensó en hacer unas viandas y llevárselas.

Steven coloco una bandeja con comida y bebida en la mesita de centro.

– Espero que te guste. – Le dijo, sonriéndole.

Steven iba a regresar a su cuarto para dejarla ver la televisión tranquila, pero ella lo detuvo tomándolo de su manga.

– "¿No quisieras... quedarte conmigo?"

Él miro el rostro de su compañera, no pudiéndose negar ante esa tierna mirada.

– Me encantaría.

Tomó un refresco y se sentó a su lado. Estaba viendo un programa llamado "El reto de Riolu", el cual consiste en que pokémons y entrenadores deben superar diversos tipos de obstáculos para intentar ganarse el premio principal.

La pareja compartió un momento agradable riéndose, como es común, por las situaciones graciosas ocurridas durante los desafíos. El programara era producido por un canal en Teselia, aunque la mayoría de retadores eran de distintas regiones.

Esto le había dado la idea a Steven de realizar un viaje, para ayudarla con su problema de confianza. Tenía el tiempo y los recursos para hacer esto posible.

Mientras él pensaba, Gardevoir se recostó en su hombro, no sintiendo ninguna objeción por ello en su compañero. 

Final del primer arco.

Complicada compañeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora