#44 Inevitable

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Lia continua en la sala de interrogatorios.

Su soledad es interrumpida por Hanna, quien llega para decirle que el plan ya estaba listo.

- Iré con Pretty a buscar a los voluntarios en la isla – Dice Hanna, un poco más calmada a diferencia de como se encontraba cuando llegaron a la comisaria. - ¿No vienes?

Gardevoir no parece escucharla, esta absorta en sus pensamientos.

- ¿Lia? ¿Me escuchaste?

Gardevoir se da cuenta de la presencia de su amiga.

- Oh... Lo siento. Estaba algo distraída...

Hanna noto que la tranquilidad con la que se encontraba Lia se había visto alterada. No por completo, pero si era algo que no podía ignorar.

- ¿Dónde está Steven? Creí que iba a ayudarnos a reclutar civiles.

- Eso no podrá ser. - Dice Lia, mientras niega con la cabeza. - Tienen que seguir el plan sin él...

Hanna sospecha sobre lo que pudo haber sucedido y la decisión que tomo Lia al respecto. Siente lastima por ello, sabiendo perfectamente el amor que sentía hacia su novio.

- Lia... lo siento mucho...

- No hay tiempo para esto. – Dice Gardevoir, cambiando el tono de su voz a uno más optimista. - Ve con Pretty y pon en alerta a todos en la isla. Cuando llegue el momento de la evacuación me trasladaran con ellos, así que no tienes que preocuparte por mí.

Repentinamente, Hanna le da un fuerte abrazo a una sorprendida Lia.

Ninguna de las dos dijo nada, no hacían falta las palabras para explicar lo que Hanna quería expresarle a su amiga. Simplemente estaba allí, intentando aliviar su espíritu.

Gardevoir sonríe, esta vez no se había forzado a hacerlo.

- No sé si volveremos a vernos. Solo espero que....

Hanna silencia a Lia con uno de los dedos de su mano.

- Nada de eso, señorita. Buscaré la forma de que puedas quedarte con nosotros en el Café. Después de todo, ahora nos juntamos con una agente de la Policía Internacional. Todo saldrá bien, lo prometo.

Sintiéndose mucho mejor sobre su futuro, Lia continuará esperando mientras ellos realizan los preparativos.

Hanna se teletransporta al Café Pokemon, donde precisamente se encontraban sus subordinadas con un visitante inesperado.

- Hanna-San, que bueno verla. - Dice Harry, quien había llegado hace un momento con su montura de Charizard. – Los pokemons marinos están muy alterados, parece que algo va a...

Antes de que pudiera terminar, Hanna silencio a su amante clandestino con un apasionado beso, mientras sus compañeras de trabajo se quedaban con la boca abierta.

- Sabia que estar mucho tiempo con esa Gardevoir lasciva iba a volverla puerca también... - Dice Floragato, mientras mueve la cabeza.

Al terminar, Harry estaba tan sorprendido por aquel recibimiento.

- Si, sé lo que viniste a decirme. – Dice Hanna, con una gran sonrisa de felicidad.

Una vez explicada la situación, Harry se prepara para unirse al grupo de voluntarios.

- Tu beso me tomo por sorpresa, muñeca. No pensé que tendrías el valor de hacer esto algún día.

- Eso es porque pensar no es lo tuyo, tonto. Ahora ve con los demás voluntarios y sigue las instrucciones de la agente a cargo. Cuando vuelvas, haremos todas esas cosas sucias que tanto te encantan.

Harry se sube sin perder el tiempo a su montura voladora y se prepara para irse.

- ¡A eso le llamo motivación, preciosa!

Ya han pasado un par de horas desde que los voluntarios partieron. Las alarmas estaban listas para recibir el desastre que ocurrirá en aproximadamente cinco horas.

De pronto, un temblor que va escalando en intensidad se presenta en toda la isla.

La propia Lia se sorprende por lo anticipado de este fenómeno, el cual no había sido pronosticado para este momento. Un fuerte dolor de cabeza la aqueja mientras presencia nuevas visiones sobre el futuro.

Puede ver como la destrucción parecía haberse maximizado y ningún plan de evacuación podía hacer algo para evitarlo.

Solo le queda ver, con impotencia, como el futuro volvió a reescribirse ante sus ojos.

"Hay fuerzas más allá de nuestra compresión. Seres que pueden cambiar la realidad y las leyes de la naturaleza a voluntad. Si por alguna razón, uno de ellos es el responsable de esta catástrofe, podría existir la posibilidad de que intente impedir cualquier tipo de plan de contingencia. Pero, ya que tu solo ayudaras a los habitantes de este conjunto de islas, puede que esa preocupación sea infundada."

Las palabras de su maestro Xatu, al momento de prepararse para la meditación, habían regresado a su mente.

- Ha ocurrido... el futuro ha cambiado de nuevo...

Todo el lugar se mueve con fuerza, haciendo que todos en la comisaria salgan de inmediato. Un agente va en su búsqueda y le dice que tiene que tiene que acompañarla. Pero es asustado por un espectro fantasmal, haciendo que salga rápidamente del lugar.

- Creo que las cosas no deberían ser de esta forma. - Dice Misdreavus, recuperando su forma normal. - ¿Necesitas ayuda con tu collar nuevo?

Lia la mira con sorpresa.

Realmente pensó que todo estaba perdido, pero Misdreavus podría conseguir la forma de liberarla del collar supresor. Si no puede ser capaz de salvar a la gente de la isla, por lo menos intentara con todas sus fuerzas salva a Steven.

Misdreavus posee el cuerpo de un policía y desactiva el collar.

En cuanto este cae del cuello de Lia esta busca rápidamente a la presencia de Steven en la Isla, encontrándolo mientras se dirigía al hotel donde se habían hospedado.

- Tengo que irme.... - Dice Lia, dirigiéndose a la fantasma.

Ella aparece frente de Steven y sin darle una oportunidad a reaccionar lo abraza para teletransportarse a una cueva en la parte alta de la isla.

En el lugar apenas puede verse lo que se tiene al frente, pues la poca luz presente proviene de algunas grietas que dan al exterior. Cuando Steven reacciona, aparta bruscamente a Lia, creyendo que ella tomo la primera oportunidad que tuvo para escapar y volver a manipularlo con sus poderes.

- Espera, no lo entiendes. - Dice Lia, recuperándose de la caída. – Nadie está seguro.... No puedo... no puedo...

A Gardevoir le costaba respirar. Sus ojos se comenzaban a llenar de lágrimas, las cuales comenzaban a caer por sus mejillas.

Luego de un momento mira a Steven y sin poder contenerlo más rompe a llorar.

- Lo siento... realmente lo siento. – Dice Lia, mientras se cubre el rostro entre sollozos. – No sirvo para nada... no pude hacer nada...

Steven se percata de las sirenas de evacuación que comienzan a escucharse a lo lejos. En ellas indican las zonas donde la población debía dirigirse para evitar los derrumbes y la pronta llegada del tsunami.

El entrenador deja a un lado la ira que se apodero de él al hablar con Lia hace unas horas e intenta consolarla. Todo esto mientras el terremoto todavía continuaba.

Desde su perspectiva, estos parecían ser los últimos momentos que compartiría con su aun compañera.

Complicada compañeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora