#48 Nos volvemos a ver

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El extraño e intimidante ser se acerca lentamente hacia ambos.

Lia no se muestra temerosa pues solo se limita a aceptar, con una sonrisa en su rostro, sus últimos momentos al lado de la persona que ama. Cuando ella dirige su mirada a Steven, este no parece tener ni el más mínimo temor hacia lo que tiene en frente.

- Ahora esto... - Dice el humano, con una voz algo desganada, mientras se levanta del sofá y deja sola a Lia.

Esta se sorprende bastante por la actitud de su novio, simplemente no puede creerlo. Lo único que la hacía mantener la calma en ese momento acaba de irse, mientras se pregunta si acaso él le está guardando algún tipo de rencor por el resiente resurgir de sus memorias.

Steven toma un repelente en aerosol de uno de los cajones y comienza a agitarlo.

- Ehh.... Steven... No creo que algo así funcione... - Dice Lia, con la voz temblorosa. – Él es un ser más allá de nuestro entendimiento. Un simple repelente no podría...

Entonces, el humano rocía con el aerosol directamente al Rey Unown, lo cual hace que este emita un gruñido desgarrador. Lentamente, la imagen del gran terrorífico ser comienza a desaparecer, dejando en el lugar a un grupo de Gastlys retorciéndose a causa del repelente.

- ¡Maldito! ¡Cómo te atreves! – Dice uno los fantasmas afectados. - ¡Y justo en los ojos!

Lia mira, extrañada, como su mayor miedo era, en realidad, una ilusión producida por estos pokemons.

- Esto ya comienza a ser muy molesto. – Habla Steven, dirigiéndose a los Gastlys. – Sobretodo hoy, que tengo una invitada muy especial...

Steven mira con una sonrisa a Gardevoir, de la forma en que ella lo tenía en su memoria. Era el mismo que había conocido en su anterior vida, y ahora, finalmente, había regresado.

- No, no vamos a terminar... - Dice uno de los Gastlys. – No hasta que ese Spoink nos devuelva la perla que nos robó.

Entonces, Lia lo recuerda.

Estos son los pokemons que perseguían al Spoink que ella ayudo en su momento. Solo que, al no encontrarse en la casa de Steven, fue él quien lo hizo.

- Creo que tengo una solución... – Dice Lia, mientras busca en su bolso.

Lia saca una estatuilla rara y se la entrega a los Gastlys.

- Es un objeto muy valioso y único, proveniente de la región de Alola. Está tallado en madera y tiene un rubí y un zafiro en sus ojos.

Los fantasmas miran el objeto y también a Lia, bastante extrañados por la forma en que les entrego algo tan valioso.

- Ustedes nos son extraños para mí, ya que conozco a Gengar. – Dice Lia, muy segura de sus palabras. - Estoy segura que él estará más que de acuerdo con este intercambio.

- Bien... - Dicen los fantasmas, extrañados pero conformes con la transacción. – Se lo informaremos al jefe.

Es así como los fantasmas se retirar del departamento, dejándolos solos.

Steven se acerca a Lia y ambos se dan un fuerte abrazo. Ella no puede evitar soltar algunas lágrimas y dejar salir todas las emociones que se había estado guardando durante estos veinticinco años lejos de él.

Luego de rato, y ya más calmados, continúan hablando sobre lo extraño que se había tornado su mundo en su antigua realidad.

- Es aterrador pensar que un ser como ese siquiera exista. – Dice Lia, mientras toma una taza de café que su pareja le había preparado. – Incluso, en los últimos segundos de su enfrentamiento con Jirachi, ese monstruo buscaba la forma de borrar cualquier elemento que pudiera frustrar sus planes.

Complicada compañeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora