#24 ¡Por nuestros compañeros!

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Una vez cerca de la mesa en donde se encontraba Steven y aquella joven, Lia intenta ocultar la expresión malvada que traía consigo.

- Hola amor... - Saludo Lia, haciendo su mejor esfuerzo para sonar tierna y pacífica, pero siendo aún muy notoria su incomodidad. – Discúlpame si te hice esperar demasiado.

Acto seguido lo tomo del brazo, como una forma nada sutil de marcar su territorio, y dirigió su mirada hacia la señorita que le acompañaba.

- Lia, llegaste en un buen momento. – Dijo Steven, sin darse cuenta de las verdaderas emociones de su pareja. – Quiero presentarte a Lucy, es mi...

Antes que él pudiera terminar, la joven extendió sus manos hacia los hombros de Lia y continuó.

- ¿Eres la novia de mi hermano? ¡Pero que linda eres! – Dijo enérgicamente aquella desconocida. - Dime, dime... ¿Cómo se conocieron? ¿Qué es lo que te gustó de él? ¿Piensan casarse? ¿Puedo ser su madrina de boda?

Lia era bombardeada con numerosas preguntas de la emocionada señorita, quien parecía estar muy feliz por la pronta formalización de esta pareja.

- "Espera... ¿Casarnos? ¿Algo así sería legal?" – Pensó Lia, quien no se habría planteado siquiera si aquello sería posible.

Esto le recordó aquel sueño que tuvo hace unos días, en donde parece ser que su subconsciente había recreado una situación parecida a una boda y ella se sentía muy feliz con eso.

- Basta Lucy, estas asustándola. – Dijo Steven, mientras abrazaba a una confundida Lia.

Lia se encontraba en la estratosfera a causa de recordar ese agradable sueño. Podía visualizar todos los detalles en aquella memoria, desde su vestido hasta la gema que adornaría su anillo de matrimonio.

- "¡Es cierto! ¡la gema!" – Pensó Lia, regresando a la realidad. – "Tengo que llevar lo que me pidió ese Gengar... Solo espero que la información que tenga que darme sea realmente útil."

De pronto ocurrió un corte en la transmisión de los televisores.

- Aviso de seguridad. Debido a oleajes anómalos registrados recientemente en el sur de Kanto se desaconseja por completo adentrarse en el mar o realizar cualquier actividad marítima. Los ferries en Archi7 estará en espera ante futuros novedades, hasta entonces los turistas y residentes deberán permanecer en sus respectivas islas.

Todos los clientes comentaban entre si sobre lo que estaba pasando.

- Que mala suerte. - Dijo Lucy, revisando su teléfono móvil. – Mis padres suelen ser muy paranoicos con estas cosas... será mejor que vaya con ellos y los tranquilice un poco.

Lucy se despide de ambos con un abrazo, diciéndoles que volverán a verse mientras sigan de turistas en las islas.

Sobre la mesa todavía estaba una pequeña rebanada del pastel que ambos habían estado compartiendo antes que llegara Lia, la cual ella devoró con una gran sonrisa en su rostro.

Por su parte, Steven parecía buscar en su teléfono noticias relacionadas con el asunto de aquel comunicado de hace poco. Lia lo miraba con ternura, pues a ella realmente no le importaba si una gran ola inundaba toda la isla, pues creía que sería capaz de contar con las fuerzas suficientes para teletransportarlo hacia otro lugar.

Después de todo, la información recopilada por su reciente amigo Rottom dictaba que su especie emplearía todo su poder psíquico con tal de proteger a su entrenador si este se encontraba en peligro.

- "Ese par de tontos..." – Pensó Lia, recordando con ternura a los amigos que hizo hoy. – "Debo admitir que, por un momento, me sentía tan bien de estar a su lado y de ayudarlos con sus asuntos."

La gente comienza a irse del lugar, dejando a la pareja como los únicos clientes aun por retirarse.

- "¿Será que, finalmente, me estoy convirtiéndome en una mejor persona?"

Lia se acerca lo suficiente a su pareja para besarle suavemente en la mejilla, diciéndole que todo va a estar bien.

Cuando salen del lugar, él planeaba contactar un taxi por aplicativo para que pudieran llevarlos a su hotel.

- Nada de eso, tu solo tómame de la mano. – Dijo Lia, mientras parecía concentrarse.

En un abrir y cerrar de ojos ambos se encontraban frente a su hospedaje.

- Esto es...

- Sip, es lo que te estas imaginando.

A Gardevoir le daba mucha satisfacción notar la cara de entusiasmo de su pareja por haber teletransportados en un instante. Aunque esto terminase por agotar las pocas energías que de por si había gastado a lo largo del día.

- ¿Me dejas apóyame en tu hombro? – Dijo Lia, siendo notorio el cansancio que sentía.

Subieron por el elevador hasta llegar finalmente a su habitación.

Una vez allí, fueron directamente a descansar pues fue un día muy activo para ambos.

- Buenas noches, amor mío.

Tras terminar esas palabras, Lia le dio un beso de despedida a su novio.

Pero aun había algo rondando en la cabeza de Gardevoir con respecto a Lucy ¿Acaso le había parecido oír de ella que iría con sus padres para calmarlos sobre el anuncio que hicieron por la televisión? Eso significaría ¿Qué los padres de Steven también estaban en la isla?

Tras hacer las preguntas necesarias, Steven aclara sus dudas.

- No quería decirlo frente a ella, pero realmente no somos hermanos. Lucy iba de pequeña a nuestra casa, en donde teníamos una granja. Era la amiga de mi hermana menor, es por eso que con el tiempo también comenzó a llamarme hermano.

Gardevoir no hacia ningún juicio, solo se limitaba a escuchar atentamente.

- Es una buena chica. Estuvo con nosotros cuando mi madre murió y cuando padre comenzaba a volverse muy exigente en el negocio familiar. Incluso se involucraba en las tareas de la granja...

Para Lia era la primera vez que una persona se abría por completo ante ella sin que tuviese que utilizar sus poderes psíquicos para hacerlo. Valoraba la confianza que tenía pareja para con ella, lo que la hacía muy feliz.

- "Confianza... que palabra tan complicada". – Pensó Lia.

Ella no podría imaginar una situación en la que confesara a Steven lo que ocurrió el día que se conocieron. Como lo sometió, gracias a su poder psíquico, volviéndolo una simple marioneta.

Ni hablar de las otras personas involucradas en estos retorcidos juegos.

- Siento haber entrado en algunos detalles, creo que debe ser a causa del cansancio. – Se disculpaba Steven, pensando que tal vez hablo de más al contar algunos temas que consideraba privados para él.

Lia se limitó a sonreír y a darle un tierno beso.

- Nada relacionado a tus sentimientos estará demás para mí.

Cuando Steven ya se había dormido ella aún estaba dándoles vueltas a algunas ideas en su cabeza. Estaba emocionada por el mañana, y poder saber por fin que tipo información tiene ese Gengar que podría serle útil para la relación mantenía con su entrenador.

- Mañana todo quedara más claro para nosotros...

Complicada compañeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora