#31 Darlo todo

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- Y bien... ¿Qué te pareció la experiencia? – Pregunto una entusiasmada Melissa, quien ya se mostraba completamente recuperada. - ¿Creíste que alguna vez tomarías el contenido del huevo de un Blissey? ¿Sabías de sus propiedades curativas?

- Pues fue algo interesante... – Responde Steven. – Tenia mis dudas sobre el sabor, pero no fue tan malo como creí que podría ser.

- Y no te preocupes, el huevo que nos dio Blissey no era como los huevos con los que se reproducen los pokemons. - Agrego Melissa, con una graciosa forma de hablar parecida a una linda sabelotodo. – Estos huevos son muy diferentes, ya que no cuentan con patrones en su cascara, siendo estos blancos en su totalidad. Los Blissey pueden elaborarlos en poco tiempo y hasta usarlos como movimientos para defenderse.

Lia miraba algo irritada la explicación de Melissa.

- "¿Habrá algún momento en que esta tonta cierre la boca?" – Pensó Lia, mientras recordaba el molesto collar que llevaba en el cuello, el cual anulaba sus poderes psíquicos. – "Tengo que buscar la forma de quitarme esta cosa... tal vez el Rottom de Carol podría desactivarlo. "

Lia mira hacia adelante todo el camino que les falta recorrer. Habían tenido que subir caminando por una senda no muy empinada hacia la casa de la dueña de aquel Blissey, así que era necesario volver por el mismo camino.

- "No lo entiendo ¿Cómo se supone que me encontró esa Hatterene? ¿me habrá estado siguiendo desde que salimos del café Pokemon?" – Se preguntó Lia, tratando de entender las motivaciones por la que Hanna intervino cuando intento hipnotizar a Melissa. – "No. Seguramente ha enviado a alguien detrás de mí. Lo cual significa..."

Gardevoir comienza a ver discretamente a su alrededor, tratando de encontrar a alguien que pareciera seguirla. Pero entre tanta vegetación y arboles era difícil para ella ubicar a un posible cómplice.

- "Si ese es el caso, entonces tendré que ser más discreta con la forma en la que le pida ayuda a Rottom"

De pronto, la tierra comenzó a moverse con fuerza. Era difícil para todos mantenerse de pie y peor aún, intentar caminar. Los pokemons voladores salían de las copas de los árboles en bandadas pues estos se movían de un lado a otro.

El movimiento telúrico no duro mucho, pero si fue lo suficientemente fuerte como para darle un buen susto a todos en la isla.

- Menos mal que fue solo un susto. – Dijo Melissa, aliviada de que no pasara a mayores.

Algo parece moverse entre la maleza.

De ella sale un Granbull, quien al verlos se dirige hacia su ubicación a toda velocidad.

- Parece asustado por el temblor... - Dice Melissa, algo preocupada por la situación actual. – Puede que haya salido huyendo y dejando atrás a su entrenador.

Sin pensarlo por un instante, aquel Granbull va directamente a atacar a Lia. Justo antes de que la llegase a embestir Steven le detiene sujetándolo de los dos grandes colmillos que sobresalen de su boca.

- Tranquilo, nadie quiere hacerte daño. – Le dice Steven a Granbull, en un intento por calmar su furia.

Steven no parece tener grandes problemas al sujetarlo, sin embargo, el pokemon no hace más que enfurecerse mientras intenta superar al humano que detuvo su ataque. La ira hace que Granbull vaya consiguiendo más fuerza y poco a poco hace retroceder a Steven.

Melissa saca de una pokeball e invoca a un Butterfree.

- Hare que Butterfree utilice somnífero en Granbull. – Dice Melissa, lista para enviar a su pokemon a detener este enfrentamiento. - Por favor, contén la respiración por un momento.

Esto parece funcionar, los ojos de Granbull comienzan a dormirse. Sin embargo, este hace un último esfuerzo en zafarse del agarre de Steven y luego empujarlo con toda su fuerza. Al ver a su amigo vulnerable, Melissa no dudo en acercarse al Granbull e intentar distraerlo para que no volviera a atacarlo. Sin embargo, recibió también un empujón de aquel pokemon el cual logro derribarla.

Lia miraba la escena sin poder hacer nada, solo limitándose a retroceder unos pasos.

Finalmente, el Granbull cayó dormido.

Detrás de él, apareció su entrenador, quien venía corriendo junto con otros dos entrenadores. Granbull se había asustado por el movimiento sísmico y había salido huyendo del lugar en donde se encontraba con su entrenador. Debido a su naturaleza iracunda, pensó que Lia tuvo algo que ver con el temblor y por eso decidió atacarla.

Ellos se disculparon por lo que había sucedido y llevaron a Melissa y Steven a un centro médico.

En el trayecto, Lia pensaba en lo inútil que había sido ante esta situación. Este sentimiento la acompañaría en todo el camino.

Ya en el centro médico, Steven recupero el conocimiento.

Lia estaba a su lado y le explico lo que había sucedido, incluyendo la parte en donde Melissa intento distraer al enfurecido pokemon.

- ¿Cómo esta ella? ¿Sabes cuál es su estado? – Pregunto Steven.

- Sufrió algunas lesiones, pero se encuentra estable. Ahora está descansando en otra habitación.

Lia ve las manos de Steven, con cortes y heridas por el forcejeo de hace un rato. Sin mencionar los moretones que tiene en todo su cuerpo, casi lo mismo que ha sufrido Melissa.

- "No lo entiendo... ¿Por qué ella se arriesgó tanto por él? Pudo haber perdido su propia vida" – Pensó Gardevoir, todavía conmocionada por lo que había sucedido. – "Mientras que yo... fui incapaz de hacer algo, lo que sea. Se supone que mi especie cuida de su entrenador con su vida si de ser necesario... ¿Qué es lo que pasa conmigo?"

Steven pone su mano sobre la de Lia, al notarla alterada.

- ¿Te encuentras bien? ¿Llego a lastimarte a ti también ese pokemon? – Pregunto su novio.

Ella solo negó con la cabeza

En la televisión las noticias tampoco resultaban alentadoras.

"Un gran movimiento sísmico sacudió diferentes regiones hace unos minutos. Los expertos todavía no pueden identificar el origen de este suceso con exactitud. ¿tendrá alguna relación con el fallo en las comunicaciones entre diferentes regiones? Nuestros invitados nos expresan su punto de vista..."


Complicada compañeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora