- No. - Respondió el moreno caminando de un lado a otro en la habitación, sus manos apretadas en fuertes puños haciéndole sentir un leve ardor cuando sus uñas se enterraron en la palma de su mano al apretar con fuerza.
- Pero Harry es necesario...
- ¡He dicho que no Draco! - Sentenció el chico alzando un poco el tono de voz, el rubio se sobresaltó viendo como los ojos de su pareja eran completamente rojos carmín y un pequeño rastro de sangre escurría por los bordes de sus dedos.
- No estoy pidiendo tu opinión respecto a una decisión ya tomada, tampoco te estoy pidiendo permiso así que no te sientas con la libertad de prohibirme hacerlo porque créeme que me importa muy poco lo que pienses al respecto.
- Malfoy... - La voz del chico salió tan fría como un hielo, sus ojos rojos se clavaban en los grises del chico que le miraban con una ceja alzada y sus brazos cruzados sobre su pecho dándole un aspecto intimidante, un brillo hermosamente peligroso resplandeció en los ojos mercurio del chico haciendo que el cuerpo del azabache se estremeciera por completo y un rayo de color rojo saliera de sus manos impactando contra un espejo partiéndolo en miles de pedazos que salieron volando por toda la habitación.
- Me importa una mierda que seas el Lord Oscuro, si tengo que pasar por encima de ti para que ese maldito viejo pague todo lo que nos ha hecho y para que pase por todo el maldito infierno por el que tú has pasado lo haré, me importa un bledo si estás de acuerdo o no. - Gruñó el rubio con un tono de voz tan gélido que logró intimidar un poco al azabache, sus ojos mercurio escrutaba al furioso moreno que le miraba fijamente con una silenciosa advertencia brillando en sus ojos, advertencia que el rubio decidió ignorar al ver qué unos colmillos muy afilados aparecían lastimando los labios del moreno causando que un rastro de sangre escurriera por su mentón hasta manchar su camisa.
- ¡Por Merlín Draco, entiende! Te pueden lastimar, te puede pasar algo, estarás en peligro y yo no podré protegerte solo por la maldita fachada de niño inocente, estoy completamente seguro que si esto sale mal te harán algo Draco y te juro que no respondo si algo te pasa. - Gruñó el moreno soltando un largo suspiro al ver que esa hermosa plata fundida volvía a mirarle con calidez al escuchar sus palabras y una sonrisa presumida aparecía en los labios rosados del chico.
- Amor tranquilo, solo le apuntaré con mi varita, diré unas estúpidas palabras y mi padrino hará su gran actuación, no pasará nada. - Como una serpiente el rubio se acercó sigilosamente hasta estar frente al lord y con una sonrisa torcida tocó el pecho del chico logrando que los afilados colmillos y los rayos en las manos de su pareja desaparecieran. El moreno bufó molesto al sentir como la magia furiosa en su interior se apaciguaba ante la cercanía de la serpiente, el rubio se había convertido en su debilidad más grande y eso era algo que absolutamente nadie se debía enterar.
Harry le seguía mirando con el ceño fruncido y con una furiosa preocupación brillando en sus rojos ojos, Draco le sonrió y lo abrazó pasando sus brazos por los hombros del moreno, la serpiente dejó que su magia envolviera al Gryffindor logrando que este soltara un suspiro tranquilo mientras le abrazaba por la cintura hasta esconder su rostro en el pálido cuello.
- Eres mi debilidad más grande Draco Malfoy no puedo permitirme que algo malo te ocurra.
- Se cuidarme Harry, nada malo ocurrirá por favor déjame hacerlo cariño, por los dos. Tu también eres mi debilidad y quiero ayudar a que ese viejo pague con su asquerosa sangre todo lo que te ha hecho mi rey. - Suplico el rubio susurrando en el oído del moreno para después dejar pequeños besos en el cuello de este, Harry se estremeció apretando más la cintura del rubio quien sonrió ampliamente sintiendo al moreno soltar un bufido y dejar una pequeña mordida en su hombro que le hizo soltar un gemido que fue callado por labios del moreno que atacaron a los suyos robándole el aire y causando que la magia en su interior corriera ansiosa por todo su cuerpo haciéndole estremecer entre los brazos del Gryffindor.
- ¡Bien! Ganaste, como siempre...- Gruñó el moreno sonriendo levemente al sentir la magia del rubio abrazarle contenta, Draco sonrió dejando múltiples besos en su rostro dejando uno último más largo en los labios del azabache quien al abrir los ojos hizo que el rubio suspiró aliviado al ver que la hermosa heterocromía había vuelto a los ojos de su pareja.
- Pero te juro Draco Malfoy que si te pasa algo tú la vas a pagar, me importara una mierda si te matan, te juro que te resucitaré y te mataré yo mismo por no haberme hecho caso ¿Entendiste? - Advirtió el moreno envolviendo el cuello de su pareja con la mano, apretó fuerte hasta que Draco sonrió presumido asintiendo con la cabeza.
- Yo también te amo mi rey. - Se burló el Slytherin soltando un leve gemido cuando el moreno volvió a apretarle el cuello fuertemente. - Está bien, está bien, lo prometo Ryddle.
- Más te vale Malfoy, más te vale.
......................
- Derrotaste el diario, tenemos el anillo y el relicario de Slytherin, falta Ravenclaw, Hufflepuff y algo que tenga que relacionarse completamente con Hogwarts, sabemos que la serpiente, Nagini es otro, debemos hallar la forma de destruirlos.
- ¿Pero señor cómo hallaremos la de las demás casas? ¿Y el de Hogwarts? Sabe la cantidad de cosas que se puede esconder entre los muros de este colegio ¡Millones! Será imposible encontrarle. - Suspiró el azabache con decepción, el viejo le miró frunciendo el ceño levemente al parecer el chico no tenía nada de cerebro.
- Vamos mi muchacho, seamos positivos. Conozco a Tom es inteligente y nunca guardaría algo tan importante para él en este colegio, sería muy sencillo destruir pero sé que al menos uno de los siete Horrocruxes está aquí, en cualquier rincón de este colegio. Estoy seguro que cuando estés cerca de los Horrocruxes podrás sentirlos gracias a tu conexión con Voldemort, sentiste al relicario cuando apenas tocamos la cueva así que al igual que este sentirás a los demás y podremos destruir a Tom. - Animó el anciano dándole una palmadita en el hombro al chico, este asintió firme fijando sus esmeraldas en los azules eléctricos del anciano.
- ¿Usted buscará el de Hogwarts? - Preguntó el azabache mirándole seriamente, sabía que ese horrocrux de Hogwarts era tan solo un mentira que cubría el pensamiento del viejo, el supuesto Horrocrux de Hogwarts era él mismo, solo que el maldito viejo lo estaba guardando para el final y hacer que el gran niño que vivió se sacrificara por el bien mayor.
- Ya lo tengo en la mira Harry, se cuál es pero aún no lo tengo en mis manos.
- Y cuando lo hallemos ¿Cómo lo destruiremos? Solo hemos destruido el diario señor y eso tan solo fue suerte...- El chico se interrumpió al ver cómo el anciano le callaba colocando su mano en su boca, el plan iniciaba, no estaba muy de acuerdo pero era algo que debía suceder.
- Han penetrado las barreras del colegio Harry, ellos están aquí. Vamos escóndete debajo, están cerca. - Susurró el anciano empujando al chico debajo de las escaleras.
Harry con gesto asustado obedeció al profesor e hizo lo que se le había pedido bajando rápidamente y logrando esconderse sin ser visto, desde el sitio en donde estaba Harry se dio cuenta que había lugares y rendijas del piso en donde podría ver y escuchar lo que ocurría arriba.
Segundos después de que el ruido se hiciera más cercano, por una de las rendijas Harry vio entrar a Draco Malfoy con gesto preocupado y su varita en alto apuntando al viejo mago.
El plan había iniciado y esperaba por el bien de su pareja que todo saliera como Severus había dicho que estaba planeado.
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Mentiras entre rosas negras
RandomHarry Potter y Draco Malfoy se enfrentaban al destino. El amor que compartían era su mayor fortaleza y su mayor debilidad. Se habían dejado envolver por peligrosas enredaderas de magia oscura que oprimian sus corazones que seguían anhelando el pode...