- ¡Lo han logrado! ¡Le han capturado! Por fin podremos divertirnos a lo grande con esas asquerosas serpientes. - Celebró Lavender entrando a la sala común de Gryffindor en donde solamente se encontraban Ginny Wesley, las hermanas Parvati y Neville Longbottom quien se había sobresaltado al escuchar los gritos de la chica.
- ¡Por fin! Ginny lograrás que esa maldita serpiente pague todo lo que te ha hecho amiga. - Habló una de las hermanas Parvati viendo como la nombrada le sonreía traviesamente jugando con un mechón de su cabello rojo.
- ¿Qué te ha hecho Malfoy a ti Ginny? Nunca le he visto meterse contigo. - Habló Neville llamando la atención de las cuatro chicas que le habían mirado como si el mismísimo Voldemort se hubiese aparecido a su lado.
- ¡Neville! - Exclamó Lavender con un gesto totalmente indignado, la chica pelirroja se levantó lentamente y caminó hasta llegar al tímido chico que les miraba entre asustado y confundido, la chica sonrió y se acercó hasta abrazarla por los hombros.
-¿Pero qué estupidez estás diciendo cariño? ¿Qué Malfoy no me ha hecho nada? ¡¿Te parece poco haberse burlado de la economía de mi familia por todos estos años?! Y no olvidemos lo más importante cariño, se ha burlado, hechizado y golpeado a mi futuro esposo y eso es algo que yo no voy a permitir Neville. Ese maldito nos la va a pagar. - Prometió la pelirroja sonriendo al ver cómo su amigo temblaba al escuchar sus palabras, sinceramente no sabía cómo habían dejado que Neville entrará a la orden con ellos, el chico era débil, inútil y bruto. Casi todo un squib si pedían su opinión sobre el chico.
- ¡Oh, Ginny! Y no olvidemos lo otro querida, ese es el motivo más grande por el que te tienes que desquitar con ese maldito mortífago amiga. - Habló Lavender haciendo que las demás chicas asintieran completamente de acuerdo.
- No entiendo Lav, recuérdame. - Pidió la chica levantando una de sus cejas en dirección a la castaña.
- ¿Cómo lo olvídate Ginny? ¡Él te robó el amor de Harry! ¿Acaso olvidas cuando le vimos revolcarse como una puta con él? - recordó Brown sonriendo burlonamente al ver cómo la furiosa pelirroja se acercaba a ella mientras la presumida sonrisa desaparecía de sus labios.
- ¡Les he dicho que ese maldito no me ha robado a Harry! - Gritó la chica fulminando con la mirada a su amiga. - Estoy segura que como la asquerosa y rastrera serpiente que es alguna poción o conjuro habrá utilizado con mi Harry, pero les juro queridas amigas mías que Harry Potter es y será mío, me aseguraré de romper lo que sea que le haya hecho a mi chico porque les juro que ese maldito teñido no me quitará el gran futuro que me espera con el elegido.
- Dime querida Lavender ¿Sabes a dónde lo llevarán? - Preguntó Patil.
- Por supuesto que sí amigas, primero debemos esperar que los chicos nos digan que el plan ha salido como debe ser, cuando lleguen le haremos una visita a nuestras serpientes favoritas... - Celebró la castaña sin saber qué al salir de la sala común y caminar por los pasillos en busca de su ro-ro, alguien desconocido le agarra por la espalda impidiéndole gritar al haber tapado su boca con una mano, la chica intentó golpear al individuo que le atacaba pero un pequeño susurró de su atacante y la leona se encontraba inconsciente entre los brazos de una sonriente Hermione.
- Muy buen Nev, ahora ve con los gemelos, asegúrate de que nadie se de cuenta de tu presencia, necesitamos saber qué hará la cabra loca. - Habló la chica sonriendo al ver qué el chico fruncía el ceño en completo desacuerdo.
- ¡No es justo! Yo quería divertirme con ella ¿Sabes la cantidad de estupideces que he tenido que soportar? Mione porfa... - Pedía el pelinegro haciendo un tierno puchero que fue difícilmente ignorado por la castaña.
ESTÁS LEYENDO
Mentiras entre rosas negras
RandomHarry Potter y Draco Malfoy se enfrentaban al destino. El amor que compartían era su mayor fortaleza y su mayor debilidad. Se habían dejado envolver por peligrosas enredaderas de magia oscura que oprimian sus corazones que seguían anhelando el pode...