Capitulo 32

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- Debes acompañarme.

- Draco estás demente ¿Acaso perdiste la cabeza? Todo esto puede ser una trampa, una emboscada para hacernos caer. - Exclamó Hermione sobandose las sien mientras a sus lados Blaise y Pansy observaban a los dos rubios que les miraba de manera insistente y emocionada.

- Hermione es una gran oportunidad, tenemos una probabilidad de 55% de que todo salga como lo planeamos. - Agregó Luna juntando sus manos y haciendo un puchero en dirección a la castaña que empezaba a tener jaqueca de tanto estrés que tenía por esos días.

- Por millonésima vez entiendan, Ronald Wesley no es de fiar, nos traicionó mucho antes de que nos conociéramos y muchas veces intentó matar a Harry en cada una de las misiones de Dumbledore, él quería apropiarse de la vida de Harry y unirme a ellos para acabar con tu pareja Draco, no debemos confiar en él y eso lo sabes, se lo has dicho muchas veces a Harry. - Respondió la castaña golpeando la mesa con la palma de su mano para después levantarse y caminar hacia el rubio que de un momento a otro se encontraba flotando con dos inmensas alas en su espalda.

- Todo esto puede ser una trampa, repentinamente él encontró la forma de saber dónde está la mansión de Dumbledore y te convenció a ti de acompañarte para buscarlo. Es lógico que es una estrategia Drac, nos está engañando. - Termino de hablar hasta estar frente a frente al veela que le miraba de manera intimidante.

- Oigan estoy aquí, por si no lo recuerdas Hermione tengo la misma marca que tú sí, esa la que me va a matar instantáneamente si llego pensar en escapar, obviamente no es un plan, ni una emboscada ya que estoy aquí en este sitio solo y siendo torturado por ustedes, recordé una de las posibles maneras de acabar con su enemigo y están aquí dudando de lo que digo. Dumbledore los derrotará y no será porque yo los traicione.

- ¿Cómo te atreves a dirigirle la palabra a Hermione, maldito imbécil? ¿Quieres más tortura acaso? ¿Ah? Pedazo de mierda. - Se oyó decir a Blaise que de un momento a otro estaba pateando el rostro de Wesley cortándole una ceja y un pómulo al pelirrojo.

- Draco solo piénsalo, además Harry te tiene terminantemente prohibido tocar Hogwarts y me hizo jurar que haría todo lo posible para evitar que pises el colegio, por favor Draco piensa razonablemente.

- ¡No les estoy pidiendo permiso a ninguno de los dos! - Exclamó el rubio con un tono de voz tan alto que hizo sobresaltar a los dos Slytherin detrás de la castaña. - Solo quiero que vayas conmigo porque eres mi amiga, mi mano derecha y confío tanto en ti como para dejar mi vida en tus manos, se que me cuidaras la espalda así como yo a ti, pero si está es tu opinión es mejor que te calles y me dejes pensar quién reemplazará tu lugar. Nada evitará que yo vaya a ese lugar, ni el mismísimo Harry James Riddle. - Exclamó el rubio mientras agitaba sus alas de manera furiosa y sus ojos empezaban a cambiar de color a la vez en que fulminaban a la castaña que le miraba fijamente tratando de no caer de rodillas al sentir la magia del rubio intimidandole a su alrededor.

- Bien, iré contigo con la condición de que cuando Harry se entere de esto asumirás toda la responsabilidad, con esto quiero decir que le dirás qué fuiste tú quien me obligó a acompañarte sin importarte que yo tuviera que pasar por encima de sus órdenes y del juramento que le hice a él. - Sentenció la morena observando como las alas del rubio desaparecen y todos a su alrededor cayeran de repente en un profundo sueño dejando solamente a ellos dos despiertos.

- No puedes hacerme esto Hermione, se enfurecerá conmigo.

- Oh creeme que su rabia contigo será mínima a lo furioso que estará si después de esto llego contigo sin vida. Draco se que no quieres tratarme como mi Lord, me quieres como a una hermana y yo a ti pero debes entender que me preocupo por ti, Wesley no es de fiar y tú quieres ir a ese lugar en donde al ver aunque sea un mínimo mechón rubio tuyo te querrán secuestrar o asesinar y no solo Harry sufrirá perderte, tus padres, los chicos, yo, solo piénsalo Drac.

Mentiras entre rosas negrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora