Mentiras entre rosas negras

Capitulo 35

— Veo que ya has despertado ¿Cómo estuvo tu sueño?

La chica miraba de un lado a otro tratando de reconocer el lugar, nada parecía conocido, no sentía nada de magia familiar y en sus muñecas había dos esposas que aparentemente le amarraban al suelo y bloqueaba su magia.

— Realmente me tiene muy sorprendido esta reunión, nunca pensé que estaríamos en una situación parecida a esta señorita Hermione.

— ¿Profesor Dumbledore? ¿Qué hago aquí? ¿Qué ocurrió? — La voz rasposa y confundida de la chica hizo reír al viejo quien se acercó a la celda mostrando una gran sonrisa.

— No juegues esta carta Hermione, no trates de jugar conmigo y empieza a hablar.

— ¿Hablar sobre qué director? No lo estoy entendiendo ¿Podría ayudarme con estás esposas? Realmente me están lastimando.

— ¡Te dije que dejaras de jugar maldita sangre sucia! — Gritó con furia el viejo lanzando la maldición cruciatus en dirección a la chica quien seguía observando atentamente con su cabeza inclinada y la confusión reflejada en su rostro sin ninguna mueca de dolor.

— ¿Usted acaba de insultarme y maldecirme director? Explíqueme ya que es lo que ocurre.

— ¿Cómo es que...? Déjate de juegos, sé de tu traición y tu nueva lealtad hacia este nuevo Lord así que si quieres una oportunidad de vida, empieza a hablar Hermione.

— ¿Nuevo Lord? Director, realmente no se que ocurre y porque me está tratando de esta manera ¿Usted trato de maldecirme? ¿Por qué no me afectó? Profesor ¿Podría sacarme de aquí? Soy claustrofobica y está celda me está empezando a afectar. — El viejo le miraba atentamente, parecía que decía la verdad y realmente no sabía lo que estaba pasando ¿Manipulación? ¿Perdió la memoria debido a los maltratos? ¿O realmente nunca fue una traidora y la mentirosa fue Wesley? Claro, si fuese traidora Ronald no hubiese dado la vida por ella ¿Cierto? Sus ojos azules brillantes inspeccionan cada centímetro del rostro de la chica buscando cualquier gesto que delatara que estaba mintiendo.

— Legeremens. — Atacó el mago logrando entrar en la mente de Granger, una barrera se interpuso pero dentro de unos segundos tenía acceso a todos los recuerdos de la chica.

No había nada, absolutamente nada.

La chica odiaba de sobremanera a Harry Potter y Draco Malfoy, vio Miles de recuerdos en dónde los maldecía mientras se asquea de la relación de estos dos, odiaba ser la sombra de Potter y se alegró cuando esté falleció, su grandioso futuro estaría cerca, sería millonaria y pareja del héroe del mundo Mágico, Ronald Wesley. Realmente estaba enamorada de este, ella junto al pelirrojo habían descubierto a los intrusos y los persiguieron por todo Hogwarts pero gracias a una confusa maldición por parte de los Slytherin, Ginny y Finnigan pensaron en Hermione como una traidora y así se lo dijeron a los patriarcas Wesley, estos lo creyeron y le atacaron hasta que Granger siendo la inteligente bruja que es los derrumbó para después empezar a luchar contra Malfoy quien le lanzó la maldición asesina la cuál recibió Ronald al interponerse en el camino del rayo asesino, después de ésto observó como el rubio recibía la maldición asesina por parte de Ginny y segundos después cayó inconsciente en el suelo.

— ¿Profesor? — Murmuró la chica en un tono débil haciendo que el viejo saliera de su mente totalmente confundido, podría jurar que Hermione Granger era una traidora pero sus recuerdos no lo confirmaban, revisó su núcleo mágico y este era el mismo de siempre, sin ninguna pizca de oscuridad, revisó el cuerpo de la chica cuando estaba inconsciente y no encontró marca alguna, no había rastro que expresará una traición.

¿Ginny le había mentido? ¿Los Wesley mintieron? ¿Qué ganarían con eso?

— Profesor, explíqueme lo que está pasando ¿Qué hago aquí?