- Estará bien amigo, tranquilo. Solo debe permanecer unos días en cama sin hacer ningún esfuerzo ¡No pongas esa cara, tienes que dejar de ser tan terco por una vez en tu vida! Ni se te ocurra sentarte me ha costado mucho cerrar tus heridas y si haces algún movimiento brusco se volverán a abrir y será más difícil cerrarlas, no hagas magia por dos semana, trataron de bloquear tu magia y por ello está muy débil así que ni te atrevas a hacer un simple Lumos. ¿Entendido?- Ordenó el pelinegro con voz dura haciendo que el oji marron le miraba con fastidio disimulando un leve temblor al sentir el tono amenazante en las palabras del pelinegro.
- Entendido Sev...- Sonrió al ver que su amigo volvía darle un abrazo diciéndole silenciosamente lo mucho que le había hecho falta durante esos años.
- Muy bien, hay dos personas que están ansiosas por verte, solo mantente relajado y no te aceleres ¿si? - Dijo el profesor antes de salir de la habitación viendo como varios pares de ojos le miraban atentamente. - Él estará bien chicos, solo debe guardar reposo, no hacer ningún esfuerzo y no hacer nada de magia, por lo menos durante dos o una semana. Ahora entren y traten de no hacerle acelerar o moverse.
- ¡Muchas gracias Sev! Vamos serpiente, tu padre nos espera. - Habló Tom avanzando por el pasillo sin percatarse que su hijo se había quedado en el pasillo con su espalda apoyada en la pared y sus manos envueltos en puños mientras su mirada se encontraba perdida en algún punto del suelo, al lado de este estaban los Malfoy viéndole con preocupación.
- Amor ¿Qué ocurre? ¿Por qué no entras? - Preguntó el rubio acercándose un poco a su novio que se encontraba con la mandíbula tensa y sus dientes mordiendo su labio inferior.
- ¿Que...qué sentirías si...si durante toda tu vida dicen que tus padres están muerto y de un día para otro...tienes a tus padres frente a ti diciéndote que si...siempre han estado aquí?
- Estoy seguro que iría corriendo a abrazarlos y decirles lo mucho que les extrañe, lo importante sería sentir sus brazos dándome esa protección paterna que no tuve mientras no estaban, las explicaciones las dejaría para después mi rey.
- Estoy segura que tu padre está ansioso por verte querido, ven y abrázale como no lo hiciste por once años de tu vida. - Animó Narcissa dejando un suave beso en la mejilla del pelinegro haciéndole sonreír levemente, con cariño acaricio su cabello en un débil intento de peinarle y soltó un suspiro cansado al ver que el cabello azabache volvía a desordenarse como siempre.
El joven asintió y sintiendo un leve apretón en su hombro por parte del mayor de los Malfoy suspiró y avanzó por el pasillo viendo como su padre le esperaba mientras apretaba sus manos de manera ansiosa.
- ¿Listo hijo? - Preguntó el castaño abrazando al chico por los hombros mientras dejaba un beso en su cabello dejando una caricia en el desordenado cabello.
- Estoy listo papá. - Asintió el chico viendo con felicidad como los ojos de su padre brillaban de alegría, los dos asintieron y con sus manos temblando entraron a la habitación con paso firme.
En la cama se encontraba su padre con vendas alrededor de su abdomen, pecho y cabeza, este movió la cabeza bruscamente al sentir la esencia de dos magias llamarle ansiosas, lágrimas empezaron a salir de sus ojos al ver a los dos hombres más importantes de su vida entrar a la habitación, Tom había entrado con toda su postura elegante y una encantadora sonrisa en sus labios mientras sus ojos se cristalizaron tratando de detener las lágrimas y detrás de este estaba Harry tomándole de la mano y escondiéndose detrás de la espalda de su padre, estaba comportándose como un niño pero enserio estaba nervioso y no sabía cómo controlarse.
- Hola mi león. - Saludó el castaño viendo con una sonrisa como las lágrimas empezaban a resbalar por las mejillas de su esposo, su pecho empezaba a subir y bajar aceleradamente haciendo que el hombre soltara un jadeo de dolor. - Tranquilo amor, no te aceleres.
- Tom...¿Ha...harry? ¿Eres tu hijo? - Preguntó en un sollozo viendo como el chico salía de su escondite poco a poco, James soltó un suspiro tembloroso al ver los hermosos ojos de su hijo mirándole con nerviosismo, esos ojos color esmeralda y rojo carmín que recordó con adoración por once años. - Por Merlin, mis dos serpientes están aquí.
- Ho...Hola pa...pa- Tartamudeó el azabache sin dejar de tomar la mano de su padre, a su lado Tom rodó los ojos y una sonrisa burlona adorna su labios al empujar a su hijo haciendo que este cayera cerca de la cama de su esposo, sonrió más cuando su hijo se volteo para fulminar con la mirada.
- Dios mi niño, esta...estas grande, no sabe...no sabes lo mucho que...que les he extraña...extrañado mis amo...amores, mi niño.- El azabache sin importar el dolor punzante que sintió en cada una de las heridas se levantó y enrollo al joven entre sus brazos, viendo con ternura como este empezaba a llorar escondiendo su rostro en su pecho. - Te amo mucho mi niño, los amo mucho. - Sollozó el azabache al sentir los brazos de su esposo abrazándose con cariño, las magias de los tres reconociéndose como familia solo que algo extraño ocurrió, Tom y Harry no sintieron su magia completa, sintieron que algo faltaba y James había soltado un jadeo de dolor antes de que su respiración volviera a acelerarse mientras balbuceos incoherentes salían de sus labios, los Malfoy junto con Snape entraron rápidamente a la habitación y el pocionista inmediatamente se acercó a su amigo asegurándose de que ninguna herida se abriera.
- ¿Don...dónde está? ¿Dónde está ella? - Fue lo único que lograron entender entre los miles de balbuceos que salían de la boca del desesperado azabache.
- ¿Dónde está quien, James? ¿De quien hablas? - Preguntó el mayor de los Riddle tomando por los hombros a su hijo, quien también le miraba completamente confundido.
- ¡Lily! ¿Dón...dónde demonios está Lily?
- ¿Lily Evans? ¿Qué tiene que ver esa sangre sucia contigo? - Preguntó Lucius ganando que James volteara a mirarle mientras pequeñas manchas de color rojo brillaban en sus castaños ojos que le miraban de manera amenazante.
- ¿Cómo que...qué sangre suc...sucia Lucius? ¡Es mi esposa, obvio que tiene que ver mucho conmigo idiota! ¿Dónde dem...demonios está ella? - Exclamó el azabache tratando de contener el quejido de dolor que quería salir de sus labios al sentir un horrible ardor en las heridas de su estómago, era como si estuvieran quemándole por dentro.
- ¿Esposa? James, yo soy tu esposo amor ¿Severus estás seguro que el medimago dijo que no tenía nada en la cabeza? ¿Tal vez una maldición de Dumbledore? - Preguntó el castaño con preocupación logrando que su esposo le mirara con los ojos completamente rojos, un escalofrío le recorrió desde su cabello hasta sus pies al sentir la mirada asesina de su esposo fijo en su persona.
- ¡No estoy loco Riddle! Y obviam...obviamente se que eres mi esposo por...por amor a merlín, tú no has estado encerrado durante once años así que dime ¿Dónde demonios está nuestra esposa y madre de nuestro hijo?
- ¡¿Qué?! - Fué lo único que pudieron decir todas las personas que se encontraban en la habitación, ahora el único confundido era James ¿Qué les pasaba a todos?
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Yo déjare esto y me iré muy lentamente...
Hasta que ya sabemos el papel de nuestra pelirroja pero que onda? Que paso con ella?
Les gusta este chip?
Porque a mí en encantaaaaaaQue secretos revelará nuestro James?
Tom le creerá o recordara almenos?
Cuál será la reacción de Harry?
Teorías?
Nos vemos en el próximo cap bombones!!!
Los amuuuuu
Chauuuu
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Mentiras entre rosas negras
RandomHarry Potter y Draco Malfoy se enfrentaban al destino. El amor que compartían era su mayor fortaleza y su mayor debilidad. Se habían dejado envolver por peligrosas enredaderas de magia oscura que oprimian sus corazones que seguían anhelando el pode...