Capitulo 17

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- ¡No! Porfa...porfavor pa...para...para me duele...parkinson...basta yo...yo no sé nada. -Lloriqueo la chica sintiendo como con cada movimiento de la mano de la pelinegra un nuevo corte aparecía en cualquier parte de su cuerpo.

- ¡Habla! ¿Qué tanto sabes del plan de Albus Dumbledore? ¿Dónde se encuentra él? ¿Cuál es el objetivo de fingir su muerte? - Pidió Hermione elevando su tono de voz al sentir como empezaba a desesperarse de tanto escuchar los gritos de la chica, le estaban aturdiendo.

- ¡Tu no me dirijas la palabra!¡E...eres una mal...maldita traidora Granger! Ro...ron y todo del bando de la luz sabrán de esto...se...se darán cuenta que...que eres una mal...maldita sangre sucia traidora. - Habló en un lastimero quejido que después se convirtió en un grito desgarrador cuando un furioso Zabini le apuntó con su varita haciendo que el fuego maldito saliera de su punta para después empezar a consumir la piel de los pies de una llorosa y gritona Lavender.

- ¡Nadie insulta a nuestra chica! - Exclamó la pelinegra sonriendo ampliamente al ver qué más lágrimas empezaban a salir de los ojos de su prisionera mientras la piel de sus pies empezaba a derretirse y la sangre comenzaba a hacer pequeños charco a lo ancho del piso de la celda.

- Ya paren mis amores, necesitamos que esté viva. - Pidió Hermione sonriendo ladinamente al escuchar los bufidos fastidiados de los Slytherin.

- ¡Todos saben de esto Granger! Tu...tú serás odiada por...por todos...Ro-Ro y Potter te despreciaran como la...basura traidora que eres. Ha...Harry Potter se dará cuen... cuenta de que su mejor amiga no era tan...santa como la pintaba ¡Ellos...no, todo el mundo mágico te odiara y yo estaré riéndome por ti! Ocuparé tu...tu lugar y...y todos se...se olvidarán de...de la sangre sucia que traicionó al bando...de la luz y al héroe del...del mundo mágico. - Dijo la chica sonriendo burlonamente al imaginarse a la Granger arrodillada a los pies de su Ro-Ro y de ella pidiendo clemencia, unas carcajadas interrumpieron su fantasías y aguantando un grito de dolor al sentir que el fuego subía a sus rodillas volteo la cabeza viendo como Zabini, Parkinson y Granger se reían a carcajadas mientras sostenían su abdomen y lágrimas salían de sus ojos.

Detrás de los tres chicos venía una sombra, sombra que se convirtió en el mismísimo Harry Potter que apuntaba con sus varitas a los tres chicos mientras estos le miraban asustados y con sus manos arriba.

- ¡Harry... Harry! Ayúdame. Ellos...ellos me secuestraron y...¡Ah! Me están quemando viva, por favor Harry ayuda, ellos son Mortífagos y...y...- La chica calló al ver qué el azabache le callaba colocando su índice sobre sus labios, detrás de él venía un Draco Malfoy sonriente apuntándole con la varita a la espalda del Héroe mágico. - Potter a tu espalda ¡Es Malfoy! ¡Maldito mortífago!

Harry se volteo colocando sus manos en alto, Draco caminó y riendo levemente le apuntó con su varita haciendo como si le disparara con una de esas pistolas Muggle, Harry se tomó el pecho y dando fingidos lamentos calló al piso aguantando las carcajadas que querían salir de su boca.

- Ah...qué pequeña ingenua eres Lavender. - Se burló el rubio mientras le ofrecía la mano al azabache quien se levantó dejando un corto beso en su pálida mejilla.

La Gryffindor se encontraba con la boca abierta al ver lo siguiente.

Harry Potter tenía los ojos de dos colores, rojo y un brillante esmeralda.
Draco Malfoy sonreía presuntuoso y se colgaba del brazo del azabache mientras esté le abrazaba por la cintura.
Hermione sonreía al ver a su amigo pero después empezaba a refunfuñar tratando de calmar a Zanini y Parkinson que hacían pequeños berrinches pidiendo que le permitieran seguir con su tortura.

- ¿Potter tu...tu nos traicionaste? ¡Creíamos en ti! ¡Eres nuestro héroe! ¡¿Así es como honras a la memoria de nuestro querido director?!

- ¿Traicionarlos? ¿Yo a ustedes? - Preguntó el azabache arrastrando las palabras en un tono amenazante, su mandíbula se había tensado y sus ojos se habían puesto de un rojo carmín haciendo que el miedo empezará a recorrer el cuerpo de Lavender.

Mentiras entre rosas negrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora