Mentiras entre rosas negras

Capitulo 13

- ¡Ay!

- Tranquilo amor, lo siento. - Susurró el moreno en su oído haciendo que el dolor pasará a segundo plano en la mente del ojigris y soltando un suspiro recostó su cabeza en el abdomen del moreno mientras sentía las suaves y delicadas caricias que esté le proporcionaba al pasar el jabón por su cuerpo evitando tocar las heridas que hace un momento curó, sus manos se apretaron alrededor de las rodillas del chico al sentir que la mano iba bajando por su pecho hasta detenerse en su abdomen.

- ¿Crees que papá estará bien? - Las palabras del moreno hicieron que Draco dejará de sumergirse en su mente que se encontraba dopada de placer al sentir la cercanía de la magia y el cuerpo de su pareja.

Draco abrió sus ojos lentamente y enrollo su mano alrededor del cuello del moreno haciendo que esté apoyará su mandíbula en su pálido hombro, el rubio volteo un poco su rostro viendo como los ojos que tanto amaba reflejaban preocupación y miedo, una sutil caricia en la nuca del moreno y un corto beso en sus labios demostrándole que él estaba allí fue suficiente para hacer que el chico sonriera ampliamente dejando un beso en su cuello y continuando el movimiento de la esponja contra su cuerpo.

- Ha estado once años encerrado en una mugrienta celda mientras su magia estaba bloqueada por los hechizos del viejo, estoy seguro que nunca comió tres veces al día y es obvio que tampoco tuvo la hidratación adecuada, puedo decir que al menos una vez cada tres días fue torturado y no olvidemos que durante estos largos años vivió con la preocupación y el dolor de saber que su esposo e hijo estaban en peligro mientras pensaban que él estaba muerto, créeme que es fuerte amor, el estará bien y podrán recuperar todo ese tiempo perdido, te lo prometo. - Susurró el rubio sonriendo ladinamente al sentir que el moreno dejaba un beso en su cabello húmedo soltando un suspiro tranquilo al terminar.

- Te amo Dragon.

- Lo se Pottah y créeme que te amo tanto como tú me amas a mi. - Respondió en un susurro soltando un pequeño gemido al sentir la respiración del azabache chocar con su cuello, su mano se había detenido en su vientre para después subir lentamente por su pecho hasta llegar a su cuello enredando sus dedos alrededor de este.

- Si tanto me amas como dices hacerlo ¿Podrías explicarme por qué hay un maldito chupón en tu cuello? Y déjame recordarte que desde hace una semana no hemos mantenido relaciones sexuales así que ni te atrevas a decirme que fue hecho por mi Malfoy. - Sus dedos se apretaron más alrededor del cuello, el agua en la bañera empezó a agitarse mientras el rubio se removía en un intento de soltarse.

Una horrible punzada atacó el pecho del moreno arrancándole un jadeo de dolor, aún molesto y sintiendo a su magia vibrar furiosa y posesiva en su interior continuó apretando el cuello del chico sin importar el horrible dolor que sentía al atacar a su pareja.

- Sol...solo déjame ex... explicar. - Pidió el rubio sintiendo como el agarre en su cuello se soltaba poco a poco haciendo que una gran bocanada de aire entrara por su boca causándole un ardor en su garganta al tiempo en que sus dedos temblorosos sobaba su dolorido cuello mientras pensaba en que posiblemente marcas moradas aparecerían en la mañana del día siguiente, el rubio se sobresaltó al sentir que detrás de él Harry había caído en la bañera mientras sus manos apretaban su pecho en un inútil intento de calmar ese dolor que el rubio también sentía.

- Amor tranquilo, yo solo te amo y te pertenezco a ti. Por favor cálmate y déjame explicar.- Suplicó el chico colocando una de sus pálidas manos en el pecho del moreno, una sensación de alivio le invadió por completo al sentir la magia traspasar a su mano recorriendo su brazo hasta llegar a su pecho y detenerse en su corazón abrazándolo con calidez y tranquilidad. El moreno suspiro igual al sentir la cálida magia del rubio confortar su corazón.